Capítulo siete

24-12-2021 

David abrió lentamente los ojos, pero tuvo que volver a cerrarlos gracias a la luz que había en su cuarto. Parecía irónico que le sucediera pero obtuvo una resaca enorme solo por desvelarse, entre el dolor llegó a su memoria el día anterior y cómo se la había pasado toda la noche junto a Orianna… Recordó que le dijo que lo amaba, aunque fuese como amigos y el hecho de que no estuviera con Nolan, eso le alegró demasiado. Saber que ella era libre era como si le quitaran un peso de encima.

 Agarró su celular dispuesto a mandarle un mensaje y revisó sus notificaciones, la realidad lo despertó como un balde de agua fría y le hizo sentirse como una mierda, tenía dos llamadas perdidas y cinco mensajes de Jessica. 

Cariño te espero para despedirnos. 
Hola mi vida, faltan cinco minutos para irme al aeropuerto. 
Hola mi amor, tal vez te quedaste dormido. 
David, cariño, en tres minutos abordaremos. 
Hola mi amor, si no puedes contestar no te preocupes, sé que pudiste haber quedado dormido, te quiero mucho descansa♡ 

—¡Carajo! Olvidé que tenía que estar ahí a las tres.—Se levantó de golpe pero rápido tomó asiento al sentir el fuerte dolor de cabeza. En ese momento se sentía tan mal por lo que sus pensamientos hicieron inconscientemente, sintió como si le hubiera faltado el respeto a su ahora novia.

Resignado revisó la hora, era mediodía así que como quiera no podría ir a despedirla, le envió un mensaje contandole que se desveló la noche anterior y por eso no pudo llegar a tiempo, se quitó la pijama antes de bajar a desayunar. Acabando bajó lentamente las escaleras, el dolor se estaba degradando poco a poco pero seguía ahí. No pudo aguantar una pequeña risa cuando al llegar a la cocina se encontró a Orianna, nunca olvidaría esa imagen y decidió retratarla en una foto.

La pequeña Orianna se encontraba sentada viendo hacia la nada, su cabello todo un desastre, unos lentes oscuros y un plato de cereal frente a ella. Parecía que se perdió entre sus pensamientos porque ni siquiera notó la presencia de Dave. Se miraba mal, devastada, y no por sus sentimientos sino por tremenda resaca que se cargaba la pobre, después de todo había bebido como si del fin del mundo se tratara. 

—Ay, Orianna, mi pequeña piedra.—Dave dio un aplauso para molestarla, ella solo se cubrió los oídos.《Estás hecha un desastre, un hermoso desastre.》Pensó.  

—¿Podrías hablar más bajo Dave? Esta cruda me está matando, siento como si la cabeza me fuera a reventar.—Se sobo la frente con las yemas de sus dedos en un intento desesperado de quitarse el dolor. Decidió comer un poco de cereal pero así como lo probó apartó el plato. 

—¿No te gustó?—Preguntó preocupado. 

—No es eso, solo no me cae la comida. Pero, ¿y tú porque también traes lentes de sol?—Dave busco y nada se le ocurrió para decir, así que solo dijo la verdad. 

—Tengo resaca por desvelo.—A ella hasta el dolor de cabeza se le olvidó y comenzó a carcajearse. Él rápido dio un aplauso fuerte que la hizo volver a sobarse la cabeza.—No creas que se me olvida que es gracias a ti, y tranquila, que tú la tienes por borracha. 

—Sólo bebí un día, no exageres. 

—Eso dicen todos, pero bueno... Dejame decirte que bebiste demasiado y eso puede hacerte daño, aunque lo bueno fue que hiciste amigas. 

—Ya no volveré a tomar, y sobre las chicas sí son muy lindas. Ya me agregaron hoy y estuvimos platicando un rato. 

—Me alegro pero eso no quiere decir que debas tener cuidado… Oye, por cierto, quiero preguntarte algo. ¿Quién es el chico del que hablabas?—Orianna trató de ver si no estaba hablando de quien pensaba.

—¿Cuál chico?

—El chico, pues ese chico el que te gusta.—Le respondió como si fuese obvio.

—Ah... Ese chico, es un amigo que hice en la base rusa. Me enamoré de él, pero para él sólo fui una amiga.—Mintió, pero se expresó tan segura que parecía verdad. Ahora que Dave tenía novia no quería incomodarle solo por sus sentimientos.

—Pues que tonto, muchos chicos quisieran tener esa oportunidad.—Contestó con pena.《Al menos yo hubiese querido, en su tiempo 》Se guardó Dave en sus pensamientos.

—Pues sí, pero que le vamos a hacer… Oye, ¿Qué haremos hoy? 

—Mis padres organizaron una comida con mí familia, así que no te aparezcas en la cocina. Mi abuela es la que hace la comida y solo deja que mi mamá entre, se enoja porque dice que si alguien entra hacen que se dañe el sabor con sus vibras.—Ambos soltaron una risita. 

—¿Pijamada diurna de nochebuena? —Ori levantó los brazos como si fuese la última opción que les quedara. 

—¡Va!—Ambos se fueron al cuarto de películas, llevaron diversos aperitivos mientras esperaban al festejo.

Llegándose la tarde la familia comenzó a llegar para decorar y reunir todo, trajeron una piñata de picos, dulces, arreglos, los regalos para cuando fuese de noche… Entre todos ayudaron a decorar. Después los que faltaban entraron a los cuartos para vestirse para la ocasión.  

Orianna se usó un vevestido azul marino que en la parte superior tenía encaje que se extendía hasta las mangas. Se ajustaba a su cuerpo, pero en la parte de abajo era suelto. Tenía un cinturón liso del cuál se desprendía la falda hecha con la misma tela. Lo acompañó con unos botines negros y medias del color de su piel, de peinado solo se había dejado el cabello suelto y usaba un gorro navideño. Por su parte David optó por una camisa de vestir, un pantalón de mezclilla y botines cafés, dejo a un lado el saco para no lucir demasiado formal. También utilizó un gorro navideño, cada gorro traía el nombre del integrante de la familia. 

Todos saludaron con cariño a Orianna, tenían tiempo sin verla, les sorprendía su aparición tan repentina. Ya todos juntos se tomaron fotos grupales y postearon las fotografías. Durante la cena platicaron sobre cómo les había ido en el año, cuales habían sido sus logros entre otras cosas… Quiénes querían estuvieron en el rosario, después fueron a partir la piñata para distraer a los niños mientras acomodaban los regalos que había dejado papá Noel.