Capítulo 7

Quedarse en casa no tenía nada de malo; pensó Damian, pero el hecho de que al parecer era una mujer aburrida y algo torpe, solo confirmaba que su unión sería un error.

Al finalizar el baile Damian caminó buscando una copa.

Clare al verse aparentemente abandonada fue detrás de él.

—Desea una copa?—preguntó Damian al verla.

—Si, gracias.

El ruido de las personas hablando hacía un poco menos incómodo el momento.

Damian miró a las personas inmersas en sus propias conversaciones, de pronto su mirada se cruzó con la de Teresa, una dama que había cortejado hace mucho tiempo; estaba acompañada de su marido que hablaba con alguien más.

Teresa jaló ligeramente el brazo de su marido, obviamente pidiendo que se acercaran; ya podía oir su voz "Vamos a saludar por ahí querido" , era lo que menos deseaba.

—Disculpame Clare, veo a un viejo conocido que me llama.

—Si, esta bien— dijo fingiendo que no había visto a Teresa mirandolos.

Damian escapó cuando Teresa se acercó sola.

—Clare querida! luces muy bien esta noche.

—Gracias Lady Bread.

—Llamame Teresa— le dijo con su dulce tono de voz.

—Lo intentaré.

—Hazlo, quería venir con mi marido a saludar pero siempre se encuentra ocupado.

Sonrió con cortesía.

—Me alegra verte, no sueles venir mucho a estas cosas; aunque yo tampoco— se excuso con un movimiento de mano.

—Era una fiesta que no podía perderme.

—Por supuesto, si yo me lo hubiera perdido no me lo habría perdonado jamás.

Era obvio que se refería a su asistencia con Mr. Thompson. Teresa habló de nuevo.

—Quería invitarte a mi hogar, mañana en la tarde tomaremos el té con algunas amigas, tengo tanto que contarte.

—No creo que yo ......

—Excelente, mañana a las cuatro, no faltes.
                     
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Al regresar a su hogar, Damian parecía más pensativo, no le hizo preguntas, pensó por un momento que estaba harto de ella o de la situación, pero se despidió con los mejores modales.

Ya en su hogar, en su habitación pensó en lo extraño que era cuando tienes la opinión de alguien y cambia inmensamente al conocerlo un poco, solía ver a Damian como un libertino, imprudente, un poco tonto y apuesto, pero ahora su actitud era el de un perfecto caballero, no creía que él se hubiera resignado a casarse con alguien como ella, o tal vez si? solo el tiempo se lo diría.