Me alejo de la pista de baile y repentinamente el sigue mis pasos hasta que nos detenemos cerca de uno de los ventanales donde, en cierto modo, tenemos un poco de privacidad.
—¿Querrías acompañarme al jardin?—propone. Instintivamente busco con la mirada a Vittoria, no la veo por ningun lado, pero ya que ella fue quien me trajo aqui para hablar con Julius, supongo que nada malo podria pasar si voy con él ahora. ¿No?
Asiento e inesperadamente él sonríe y toma mi mano para guiarme. Inclino la cabeza avergonzada, esperando que el rubor de mis mejillas desaparezca en algún momento.
Julius me guía por un pasillo bastante largo hasta que finalemnte encontramos una puerta lateral que lleva hacia un hermoso jardín con una fuente muy similar a la de mi casa, aqui no hay nadie ni tampoco se escucha música o voces de ningún tipo.
De pronto me encuentro en un jardín lleno de flores. A lo lejos un cenador de marmol que esta rodeado por un pequeño lago artificial por el que se ingresa por dos camino que atraviesan el lago, uno que lleva hacia la casa y el otro que parece internarse hacia otro lado, quizas a una salida trasera.
Él suelta mi mano y camina un par de pasos dandome la espalda, como si meditara lo que tiene por decirme, pero antes de hacerlo solo se quita el antifaz que cubre su rostro y se vuelve hacia mi.
—¡Eres...!—digo sorprendida al reconocer su rostro— el chico de esta mañana.
El asiente esbozando una sonrisa apenada.
—¿Porque no me dijiste quien eras en ese momento?
—Creo que no era el momento ni las circunstancias correctas para decirte mi nombre—afirma desviando la mirada— tuviste un desagradable encuentro con una persona que trabaja para mi familia, de haberme presentado, seguro te habrías enfadado creyendo que estaba ahí para defenderlo y quizás te habrías negado a hablar conmigo.
Medito su respuesta, es probable que Vittoria le platicara sobre mi mas de lo que asegura para que suponga eso de mi.
—Puede ser—expreso sin dar detalles, ni yo misma sé que habria hecho de haber sucedido tal cosa.
—Le pedí a Vittoria que me diera la oportunidad de hablar contigo sobre asuntos que le competen tanto a tu familia como a la mía—dice esta vez en un tono mas serio—la disputa entre ambas familias se esta saliendo de control y nuestros padres parecen hacer caso omiso de lo que sucede en Verona para no romper el acuerdo, aunque las riñas clandestinas afecten a inocentes.
—Vittoria hablo algo sobre una propuesta—menciono enseguida y en respuesta él asiente.
—Así es. Hable con Vittoria sobre una propuesta que podría traer paz tanto a nuestras familias como a Verona y de poder concretarse el acuerdo, quizás nuestras familias podrían unirse y declarar la paz de una buena vez.
—¿Que es lo que propones para lograrlo?—cuestiono intrigada, lo único que pienso es en algún negocio que necesite el poder de ambas familias, también estuve pensando en lo más probable que Julius podría llegar a proponerme para estar preparada.
Él sonríe, pero lo hace con un sentimiento que no logro decifrar, es como si estuviera feliz de que este dispuesta a cooperar con él.
—Me alegra saber que Vittoria me dijo la verdad sobre ti—expone, lo que me deja con duda.
—¿Que te dijo ella sobre mi?
—Me dijo que no te interesa el conflicto entre nuestras familias y que por ello decidiste irte a Roma, pero tampoco eres ajena a lo que sucede y sueles entrometerte cuando la situacion lo amerita—declara con cierta emoción.
Mis mejillas enrocejen, pero agradezco la tenue luz que ilumina el jardin o de lo contrario el se habria dado cuenta de que sus palabras me han conmocionado.
—Desde que ella comenzó hablar de ti, quise conocerte en persona y ahora que nos hemos visto debo decir que has superado mis expectativas.
Mis labios esbozan una sonrisa en agradecimiento por sus palabras, habla en un tono suave acorde a su voz, es como si supiera que hablar de esa forma atrae la atencion de cualquier chica, incluso yo. Imagino que antes de hablar considera lo que dira, sobre todo a mi.
Me recuerda mucho los chicos que Vittoria y su madre me presentaron el año pasado, chicos elegibles que fueran ajenos al conflicto entre las familias mas poderosas en Verona, todos ellos deseosos de enamorarme para gozar de la fortuna de los Montteci, aunque dudo mucho que Julius tenga las mismas intenciones.
—¿Me hiciste venir aquí solo para halagarme?
Alza las cejas, quizás sorprendido y se queda en silencio un momento.
—No, disculpa, yo...—dice algo nervioso, lo que me causa algo de gracia, pero al mismo tiempo me decepciona, creí que seria directo con la supuesta propuesta. Arriesgue mucho para venir aquí para que solo me halague.
—Tal vez ya deba irme, seguro que Vittoria esta buscándome—me doy vuelta sobre mi sitio y avanzo con cuidado, caminar con tacones sobre todo en un sitio bastante estrecho y humedo puede ser peligroso ahora que él no esta sujetándome.
—¡Espera!—me sujeta de la mano como hace rato, me vuelvo y lo miro, parece bastante preocupado— no te vayas, lo lamento, no suelo hablar con mucha gente, sobre todo con chicas de mi edad.
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Editado: 14.11.2024