Romy y Julius

Capítulo 18

Al siguiente día, al bajar a desayunar descubro que mi padre se fue muy temprano hacia la región de trieste, cerca de venecia, donde si no mal recuerdo dispone de un puerto marítimo donde exporta e importa su materia prima.

Esa noticia unicamente confirma lo que ya pense antes, algo bastante grave esta pasando. Esta mañana no tengo animo para arreglarme, pero tampoco quiero irme en pijama a ver a Julius y aunque mi mejor opcion seria cancelar todo, supongo que Julius insistira de nuevo, asi que al final decido ponerme un vestido corto de color blanco, junto con una chaqueta azul y una bolsa del mismo color. Esta vez me dejo el cabello suelto y aunque no quiero maquillarme, mi ansiedad es mas fuerte que yo, así que termino maquillándome bastante bien.

Por si acaso, le envió un mensaje a Vittoria de que no estaré disponible en caso de que tenga algún plan, pero extrañamente ella tampoco me responde enseguida como normalmente lo haria, parece que todo el mundo tiene cosas que hacer, incluso yo.

Solo entonces me doy cuenta de que no sé a donde diablos llevare a Julius este día, así que me siento en la cama, tomo mi teléfono y empiezo a buscar lugares dignos de él. Por lo poco que he llegado a conocerlo, sé que él es un hombre bastante tranquilo, muy sociable y en cierto modo romántico.

De pronto mi corazón se agita al pensar en eso, esa sensación me hace pensar de nuevo en aquel beso suave y gentil de anoche y aunque quizás no fue nada, mi corazón no lo ve de esa forma, me siento como una adolescente con el corazón desbocado, confundida y sin saber que hacer respecto a Julius. No debería seguir viéndolo.

Encuentro dos sitios a donde llevarlo, aunque uno de ellos es el mas obvio y probable, incluso llego a pensar que él ya ha visitado este sitio, es muy popular en verona, pero por un par de cuadras, pertenece al territorio de la familia Montteci. El ultimo es una taberna, la primera a la que fui al cumplir la mayoría de edad.

Al mirar el reloj me percato que ya debería irme, así que salgo de la casa tal y como lo hice ayer, con la diferencia de que no estoy tan ansiosa aunque si un poco preocupada, el hecho de que mi padre no este en la ciudad no significa que la gente que le sirve no este pendiente de nuestro lado de la ciudad. Así que cuando logro salir y tomar un taxi, camino al centro de Verona con bastante tiempo de anticipación, incluso mientras camino pienso en hacer lo mismo que hizo Julius el día anterior, sentarme en un sitio estratégico para poder observarlo llegar, pero al llegar a la fuente central de la plaza me percato de la presencia de un hombre bien vestido, esta vez lleva un traje de color beige junto con una camisa azul claro, zapatos cafés y un par de gafas de sol.

"Se ve muy apuesto" pienso mientras me aproximo a él, trato de apartar ese pensamiento de mi cabeza, se supone que es el hijo del enemigo de mi padre así que no debería pensar en esas cosas.

—¿Llegas temprano siempre que tienes alguna cita?—cuestiono algo sorprendida y enseguida él me muestra una sonrisa confiada y radiante.

—Solo si se trata de ti—expone tomándome de la mano para depositar en ella un beso y lo hace tan agilmente que mi cuerpo a penas alcanza a reaccionar, pero poco antes de que diga algo para protestar, él aleja sus labios de mi piel y finalmente suelta mi mano— ¿Adonde iremos hoy, querida, Romy?

—Solo sígueme— digo algo avergonzada por su osadía, pero él ni siquiera se percata de ello. Comienzo a caminar y él se queda al lado mio, muy cerca.

Extrañamente mientras caminamos, algunas chicas que se cruzan en nuestro camino le sonríe para coquetear con él y entiendo perfectamente porque razón, no solo viste bien sino que su rostro es bello, de una forma de la cual no me gusta pensar. Julius las ignora y eso me hace sentir segura, aunque no sé porque ¿Acaso, Julius me gusta?

Niego con la cabeza instintivamente y al volver la mirada hacia Julius descubro que él me mira algo confundido.

—¿Sucede algo, Romy?—cuestiona en un tono un tanto preocupado.

—No, claro que no— respondo y lo tomo de la mano para caminar mas rápido, él no se queja ni dice nada mientras seguimos caminando hasta el puente que separa nuestro lado de la ciudad, por supuesto, por lo que me revelo anoche, sé perfectamente que no es la primera vez que la pisa, aunque es probable que si sea la primera vez que pueda recorrerla sin temor a los Montteci.

Al cruzar el puente, finalmente podemos decir que ya estamos en terreno peligroso, al menos para él, pero a diferencia del lado de la ciudad de Julius, aquí mi familia no suele controlarlo todo, somos mas bien como fantasma que cuida de la ciudad, pero sin involucrarse tanto con ella.

De este lado de la ciudad aun hay algunos negocios e incluso restaurantes. A los turistas les gusta mucho comer mientras observan Verona del otro lado del rio, se supone es muy romántico, pero para mi no lo es tanto si tienes que pagar tanto solo para mirar la ciudad.

En cierto momento me percato que aun sostengo la mano de Julius, parecemos un par de enamorados que tienen una cita, así que de a poco en poco suelto la mano de Julius y finjo acomodarme el cabello para poder soltarlo. Luego de cinco minutos llegamos al sitio que esperaba llevarlo. La casa de Julieta.

El lugar es pequeño, de hecho la entrada esta rodeada de tiendas y negocios para los turistas, es como un callejón y al final de ese lugar se encuentra la casa de Julieta.




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