Rosas rojas para Juliet

prologo

 

                             

                                                                         Tom;

 

 

Juliet y yo tenemos cuatros hijos llamados Ethan, Damon, Liz y Aaron. Son los nombres de algunos de los personajes literarios que le gustan a Juliet, acepte ponerle ese nombre porque se veía tan feliz eligiendo esos nombres, como negarme. Somos muy felices, estábamos cenado los niños y yo, estábamos ansiosos por probar el postre, era un pastel de chocolate.

Cuando al fin llega la hora del postre, probare el pedazo que tanto ansiaba… suena la alarma.

-Mierda- exclamo mientras apago el despertador, son las 5:00 AM recuerdo que tengo que ir al trabajo- ser un diseñador gráfico para una empresa no es tan fácil- Amo dibujar a Juliet mientras esta distraída creo que por eso amo mi trabajo.

Escucho la puerta abrirse lentamente, me imagino que es Juliet, confirmo cuando escucho su voz.

  • Tommy ya levántate o se te hará tarde para alistarte- Susurra mientras se subía a mi regazo.
  • Juli, ¿me quedo contigo hoy? – contesto mientras paso la mano por mi cabello despeinado.

La observo determinadamente recorriendo todo su cuerpo. Caigo en cuenta que lleva mi camiseta favorita puesta. – Oye algodón de azúcar ¿Qué haces con mi camiseta puesta? – dije mientras la seguía observado.

  • Bueno Tommy, ¿no te has fijado que me queda mejor que a ti?                                                Además, anoche no te quejabas mientras me quitabas…
  • Si te queda mejor que a mi Algodón. Contesto de pronto si dejar que terminara la oración. Comienzo para sobarle y jugar con su cabello. Le digo cuanto la amo como si fuera la última vez que volvería a verla. Ver esa sonrisa empalagosa que tiene ella, con esos rizos de oro y las hermosas pecas que adornan su espléndida cara…. Ella es tan diferente a los demás, ella no es perfecta.

 

 

     Ella es tan imperfecta, pero eso la hace extraordinaria y única …

 

 

                                                     Juliet:

 

Después de despedirme de Tom. Sali a recoger las hermosas rosas rojas que tanto amo.

  • Hermosa Juliet aquí están sus rojas. Listas y preparadas para llevar. – dijo Peter el vendedor y dueño de la florería donde las compro.
  • Gracias Peter- contesto mientras cojo el ramo de rosas y me dirijo al auto.

 

Conduzco en dirección al parque, con la idea de comerme un helado, mientras Tom trabaja.

 

 

                                                               Tom:

 

Estoy en el trabajo.

Es la hora de almuerzo. Estoy con Adam, mientras dibujo a mi algodón cuando de pronto escucho mi teléfono sonar.

Es un numero desconocido. Contesto la llamada.

 

  • ¿Hablo con el señor Tom Walker?
  • Si. Habla usted con él. ¿En qué puedo ayudarle? – dijo mientras dejo la tableta a un lado.

              

 

                                  El 20 de abril... Fue el día que cambio mi vida para siempre.

 

 

                        

 

 

 




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