Rota

Inicio de clases (1\2)

Primer día de clases, las vacaciones pasaron demasiado lentas pero por fin vuelvo al colegio tal vez piensan que estoy loca porque me emociona volver, pero para una chica que con suerte sale dos veces de la casa, en todas las vocaciones ( dos meses), a más de eso acompañada de sus padres es un logro poder ir sola a algún lugar ya que hasta a la tienda mandan a mi hermano pequeño ya que yo sigo arreglando la casa o cuidando que la comida no se quemé.

Durante estos dos meses me mantuve cocinando, tendiendo camas, barriendo, yendo al ordeño, y tratando de que mis hermanos pequeños coman y eso no es tarea fácil.

Este año los enanos entran en la tarde así que por fin en las mañanas no voy a tener que preocuparme por si les falta comer, peinarse, si encuentran los zapatos o ya tienen todos sus cuadernos por fin esa labor le iba a tocar a mi madre, ya que desde que recuerdo mi hermana mayor y yo siempre nos encargamos de cuidarlos.

Pero bueno volviendo al inicio hoy tengo que estrenar la leva, aunque no es de mi agrado es lo que debo de llevar, aunque si esta vaina fuera con un pantalón yo sería de lo más feliz pero Magdalena dice que eso no es posible ya que la leva va con falda tubo, y como siempre los complazco no le dijo nada y solo acató órdenes.

-Enanos! Cómo se ve mejor con la camisa de cuello o con la normal? Grito para que se despierten y me den un concejo de moda.

-Con la de cuello. Contesta Tomás mi hermano destapándose ya que estaba jugando en la laptop, ya que Paula sigue dormida se pasa a la cama de ella para molestarla.

 

Si se preguntan, ¿por qué no estás en tu cuatro?, ¿por qué tú hermano paso de una cama a otra sin tener que pasar de cuarto?, pues la respuesta es que los cuatro compartimos un solo cuarto, claro cada cual tiene su cama ya que son literas, pero el cuarto no es tan grande.

- ¿Xiomara nos vas a dar de comer? Dijo Tomás

-Para qué si ni siquiera comen, a parte hay sopa, y conociéndoles solo se desperdiciará. Digo conociendo a mis queridos hermanos.

-Mami te va a preguntar si nos diste de comer. Dijo Tomás, recordándome porque tengo que servirles.

-Ya voy, pero sé que no van a comer. Digo saliendo del cuarto.

-Ya estás lista, te ves muy linda Xiomi. Dice mi padre entrando por la puerta tracería de la casa.

-Si ya estoy lista. Me limito a responder no es que no lo quiera solo que con sus actitudes ha ido disminuyendo mi cariño hacia él.

-Xiomara esa no es la camisa. Dice mi madre entrando después de Carlos.

-Mami con la otra camisa se ve feo, aparte los enanos dijeron que se veía bien. Digo sin moverme del sillón, tampoco levanto la vista del celular.

- Yo no dije nada. Dice Paula apareciendo desde el pasillo que lleva al cuarto.

- Déjala Mami sabes que ella hace lo que quiere siempre, aunque miente cuando dice que nos preguntó. También habla Tomás apareciendo tras su hermana melliza.

 

Solo en ese momento levantó la vista hacia el querido hermanito que tengo, nótese el sarcasmo, siempre me termina matando con mis padres.

-Xiomara ve a cambiarte eso. Dice mi madre apuntando la camisa que apenas se ve por la pañoleta.

-Mami ya es hora, si me voy a cambiar llegaremos tarde, a pesar de eso ustedes ni siquiera se cambian.

Mi madre se resigna y se mete a su cuarto a cambiarse ayudando a mi padre a encontrar que ponerse. Si se preguntan porque mis padres residen llegan siendo las 6:30am es porque tenemos una hacienda la cual cuenta con vacas de ordeño, estas son ordenadas a mano por mis padres y una señora que nos ayuda en la mañana, en la tarde lo hacemos mis padres y yo, pero la mayoría de las veces solo mi madre y yo, ya que Carlos siempre sale y no regresa hasta altas horas de la noche, la mayoría de las veces lo hace con sus copas enzima.

-Xiomara! Te estoy hablando llegaremos tarde, debí de imaginarlo tener esas cosas en las orejas, camina antes que tu padre empiece a pitar. Grita mi madre saliendo al baño el cual se encuentra fuera de la casa.

-Aunque sé que aún no está lista ya que aún no se cepilla los dientes y mi padre sigue en el baño lo que me indica que llegaremos tarde como siempre lo hago cuando estoy con ellos ya no es un misterio. Me voy a sentar en haciendo del copiloto hasta que se dignen en venir mis queridos padres que piensan que tenemos todo el tiempo.

Cuando veo que ya están listos salgo de la camioneta permitiendo que mi madre entre primero ya que es un carro de solo una cabina.

Mi madre sigue regañándome por la camisa durante todo el trayecto al colegio, mi padre se limita a emitir palabra, pero sé que a él también le molesta, y yo pues estoy con los audífonos solo asintiendo cuando siento que ella deja de hablar por unos cortos segundos para seguir con su regaño.

 

 

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  • Esperó que les este gustando este historia.

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