Rota

PROBLEMAS

Mis padres seguían discutiendo por lo del empleo, pero ya había pasado una semana y ellos no lo superaban, cuando llegaba a casa ya solo era para discutir e ignorar a mis padres, no entendían que no iba a dejar mi trabajo porque ellos lo quisieran.

Cuando llegaba a casa escoltada por Camilo sentí que algo malo iba a suceder, pero no le tome importancia ya que suponía que sería una nueva pelea.

- Gracias Camilo por traerme enserio no sé que aria sin ti.

- Lo se princesa soy el mejor, no te preocupes tienes tu príncipe azul siempre.

No pare de reírme hasta que entre a casa, mis padres estaban en los sillones.

-Buenas noches.

Nada no respondieron, hasta que escuche salir la voz de mi padre, tan fría como en estos últimos días.

-Renunciaste o no.

- No, y si ya lo sabes para que preguntas.

- Entonces ve coge tus cosas y lárgate no quiero tener a una pu** en mi casa, no vas a avergonzar a esta familia así que vete y no vuelvas más.

- Es una broma verdad que les pasa soy su hija, aparte no trabajo en lo que dices, muy clara fui cuando les dije que trabajo en una empresa de seguridad que piensan que soy, aparte dices que los avergüenzo enserio, siempre te felicitan por los hijos que tienes y más por todos los logros que hemos obtenido y ahora te da vergüenza que sepan que soy tu hija.

-Pero está bien como quieras, me voy espero que todo les salga bien.

 

En ese momento llame a Camilo.

- Aló princesa que sucede, tan rápido me extrañas.

- Puedes venir por mí, por favor.

-Pero te acabó de dejar que pasa, dime.

-Solo ven a verme por favor.

-Está bien ya llegó.

 

Mientras él llegaba, yo guarde cuadernos, uniforme, y dos mudadas de ropa no me permitieron coger nada más ya que todo lo que estaba bajo ese techo era exclusivamente de ellos, no me enfade ni nada era verdad era de ellos y yo no tenía el derecho de nada de lo que está en esa casa.

Camilo llego, y cuando empezaba a salir solo logre escuchar.

-Espero que nunca vuelvas, eres la decepción más grande que un padre puede llegar a tener.

-Espero que nunca te arrepientas de lo que dices padre, porque la lengua es el, pero castigo del hombre 

 

Caminé hacia el coche de Camilo, metí las maletas y me senté en los asientos trasero, Camilo no digo nada y se lo agradezco, después de casi veinte minutos le dije.

 

-No tengo a donde ir, lo perdí todo.

-Lo único que te voy a decir es que, ni se te ocurra llorar, ya que con eso no lograras nada en el momento que tengas todas tus metas cumplidas te prestó mi hombro para que llores, pero de la felicidad que lograste lo que nadie creía que pudieras hacer.

 

Después de esas palabras le conté todo lo que ha venido pasando en todo este tiempo, al principio se enfadó por no a vérselo contado antes pero después entendió que no me gusta hablar mucho de mis problemas.

 

- Mira e mi depa tengo un cuarto de invitados que te puede servir, si es que quieres porque a esta hora no creo que encuentres habitación en ningún lado así que, qué me dices.

- No tengo otra opción o si, sólo te dijo que se jopear fuerte.

- jajaj aun estando con problemas tienes ánimos de molestar eso es buen augurio jajaja.

- No hagas que me arrepienta.

 

 

 

 

 

Capítulo corto disculpen.

 




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