Rubí, la Elegida ( Trilogia La Elegida, libro 1)

Capítulo 8 EL FIN DEL VERANO.

 Ya se estaba acercando el final del verano y con él mis vacaciones, muy pronto tendría que volver a la rutina de las clases, quería recuperar el tiempo perdido y pasarlo bien con todos juntos.


 

Este finde es el último y voy ha hacer muchas cosas. Primero hoy viernes nos vamos de acampada, con unos colegas de la universidad, Ethan y Paul. Se lo dije a Dylan, pero dijo que no podía y me dejó con la autoestima baja, me hacía mucha ilusión que viniera.


 

El sábado are una comida con mi madre con todos también. Y el domingo tendré una cita a solas con Dylan para despedirme de él.


 

Termino de preparar mi mochila y bajo para despedirme de mi madre, pero la veo llorando en silencio.


 

-Mama, que te pasa? Porque lloras?- le pregunto preocupada por si pasa algo.


 

-Tranquila, no pasa nada, es que te voy a echar de menos- dice con voz temblorosa de haber llorado.


 

-Mama, no te preocupes mañana por la mañana estaré aquí contigo y pasaremos todo el día juntas, vale?-digo para tranquilizarla. El año pasado cuando me fui a la universidad, pasó igual, se quedó triste unos días.


 

Me pongo la mochila en la espalda, abrazo a mi madre y salgo de casa. Amy y las chicas me están esperando en el coche, me dirijo hacia él y abro el maletero para dejar mi mochila que pesa una tonelada. Me dirijo a la puerta del copiloto y me subo, siempre voy a lado de Amy.


 

-Hola chicas- digo un poco desanimada.


 

-Que te pasa?-dice Natalie preocupada.


 

-Nada, solo que...no viene Dylan.-digo con tono melancólico.


 

-Pero mujer no estés así por eso, mañana lo verás, solo vamos a estar una noche fuera.-dice Kayla para animarme. Lo sé, pero ahora que he vuelto con él, no quiero perder el tiempo, sobretodo porque vuelvo a la universidad y lo veré menos, aunque con el colgante que no me quito nunca, podría traerlo unos minutos, pero no sería suficiente.


 

-Si, tienes razón, solo es una noche, y nos lo vamos a pasar genial- digo al fin un poco más animada. Amy arranca el coche y hacemos camino hasta llegar a un lago precioso con árboles y flores, me recuerda un poco a donde me llevo Dylan, pero este es mucho mas grande.


 

Nos bajamos del coche y cogemos todo para montar las tiendas de campaña. Al principio me peleé con la mía, pero las chicas vinieron a mi rescate, soy bastante patosa, no como ellas, que son unas manitas.


 

Cuando ya está todo montado, nos relajamos para descansar, esperando que vengan los chicos. Me viene a la mente la imagen de Dylan y me vuelve a dar bajón, parezco una adicta. Se acerca Amy por detrás, pensando si me pasará algo, por lo callada que estoy, me conoce demasiado bien.


 

-Hola, estás bien?-dice cuando se pone enfrente de mi.


 

-Si, solo un poco pensativa-digo para que no se preocupe. Entonces me abraza y me susurra.


 

-Se que te pasa, pero tranquila, ahora mismo se te pasará- dice dejándome atónita. Oigo el ruido de un coche, me giro y veo que son los chicos, acaban de llegar, pero viene con alguien más.


 

Empiezan a bajar todos del coche, pero noto que el tercer pasajero me es conocido, es Dylan!!! Pego un bote de la emoción, salgo corriendo hacia su dirección y salto en sus brazos mientras lo beso con mucha pasión. Pero me acuerdo que no estamos solos,me sonrojo y me separo rápidamente. Me siento avergonzada.


 

-Lo siento...me he exaltado demasiado.- le susurró en modo de disculpa.


 

-Tranquila, se que me has echado mucho de menos.-dice con voz picarona. Le pegó en el brazo y vuelvo con mis amigas, todavía roja como un tomate.


 

-Ya os vale chicas!!! -Digo con tono acusador.


 

-Que pasa?- dice Amy con una voz de inocente más de lo normal.


 

-No te hagas la inocente, se que lo habéis planeado, recuerda que puedo leer la mente, se lo escuché pensar a Ethan, cuando me acerque a Dylan.-les digo


 

-Pero lo que no entiendo es cómo no, os lo he escuchado pensar- digo pensativa.


 

-Bueno...es que Amy nos enseñó un truco para esconder un pensamiento. - dice Natalie alegre.


 

-Bueno, da igual, lo importante es que te lo hemos traído para que no tengas esa cara de mustia que llevabas.- dice Kayla cortante para que terminemos ya de hablar en círculo.


 

-Vale!! No discutamos, hemos venido a pasarlo bien, venga vamos a ayudar a los chicos.- dice Amy terminando así la conversación.


 

Se ha pasado el día volando y ya es de noche, después de cenar hacemos una hoguera para hacer una pequeña fiesta, han venido unos cuántos colegas más de clase, estamos todos bebiendo, y bailando con la música de Katy Perry, Roar, me encanta!!!


 

Pero entonces se acaba la canción y empieza una lenta, se ponen todos a bailar por parejas menos yo, no se donde se ha metido Dylan, no lo veo, y cuando ya estaba dándome bajón, lo veo aparecer con una rosa roja en las manos. Se acerca a mi, me coge la mano, me la besa y me da la flor, es hermosa!!!.


 

-Una bonita flor para la chica mas preciosa de la fiesta, me concedes este baile, mi lady?- susurra mientras me la da. Últimamente le ha dado por llamarme así, aunque siempre le digo que no lo haga, me da vergüenza.


 

-No me llames así, sabes que no me gusta-digo un poco molesta. Me coge con una mano de la cintura y con la otra mi mano, empezamos a bailar, dejo que el lleve el ritmo, baila tan bien, que hace que parezca que yo también se.


 

Después de tres copas, ya estoy como una cuba, estoy mas feliz que una perdiz, me rio de todo. Luego de bailar hasta la madrugada, apagamos la música, cada uno se va a su tienda de campaña a dormir la mona, estoy tan agotada que tardo segundos en quedarme frita.




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