Me despierto en los brazos de Dylan, lo miro mientras duerme, es el chico mas guapo que he visto en mi vida y no puedo parar de mirarle, he dormido de maravilla, sin pesadillas, sin miedo, ojala siempre pudiera dormir con él. Y de repente me viene una gran idea, me acerco a él y le doy un beso en los labios para despertarlo, se mueve y abre los ojos.
—Buenos días!
—Buenos días, como has dormido? Te encuentras bien?— dice Dylan cariñoso.
—Si, me siento como nueva y ¡tengo una idea!.—digo ilusionada como una niña.
—ha, si? Dime!—Pregunta curioso.
—Podrías quedarte a vivir aquí unos días, hasta que este mejor, no quiero quedarme sola cuando se vaya mi madre a trabajar y no quiero dormir sola, solo descanso cuando estoy contigo.—
—Y tranquilo, hablare con mi madre, lo entenderá, estoy segura, ¿que te parece?.—digo terminando al fin mi frase.
—Me parece que esa idea ya la tuve yo ayer, se lo dije a tu madre y a las chicas mientras dormías y les pareció bien, por lo menos hasta que estés totalmente recuperada.—
—¿Enserio? Que bien!—digo feliz mientras lo abrazo.
—Enserio, y ahora ves a darte una ducha, te espero abajo para desayunar.—dice dándome un beso en la frente como si fuese una niña.
Después de esa ducha tan relajante que me dejo como nueva, baje a la cocina para desayunar y empezar el día con energía, aunque todavía me sentía un poco débil, me había propuesto ser positiva y dejar a un lado los malos pensamientos que aun me rondaban por la cabeza. Entro a la cocina y veo a Dylan sentado comiendo unos creps con chocolate, enseguida que lo veo, la boca se me hace agua, ¡que hambre! Me acerco a él para darle un beso, pero en el ultimo momento, me giro y le pego un bocado a la crep que se iba a meter en la boca, empiezo a saborearlo mientras lo mastico y le guiño un ojo.
—Ya veo que estas mucho mejor, te ha gustado el crep?—pregunta Dylan mientras me siento en mi silla.
—Si, estaba delicioso, quiero una para mi.—digo mirando su plato. Acto seguido se levanta y se acerca a la encimera, coge un plato que había tapado y me lo pone.
—Lo imaginaba, por eso he hecho dos para ti.—dice mientras me da un beso en los labios.
—Gracias cariño.—digo mientras devoro el primer trozo. Me quedo un rato en silencio mientras termino mi desayuno, cuando oigo entrar a mi madre en la cocina.
—Buenos días! Como estas cariño, has descansado?—dice mi madre mientras me da un abrazo.
—Buenos días! si, hacia tiempo que no descansaba tan bien.—digo feliz sonriendo a Dylan.
—Me alegro cariño, poco a poco, tomate-lo con calma y recuerda eres mas fuerte de lo que crees.—dice mi madre para animarme.
—vale, nos vamos a la biblioteca, esta noche nos vemos.—digo mientras pongo los platos a remojo y le doy dos besos .
—hasta luego cariño!—dice mi madre mientras salimos por la puerta de casa.
Llegamos a casa, son casi las 8 de la tarde, estoy molida, hemos pasado todo el día fuera, primero en la biblioteca para repasar algunos temas de la universidad, porque aunque este un tiempo sin ir, no quiero dejarme los estudios, después nos fuimos a comer con las chicas y Scott, que desde que Amy lo conoció, no se ha separado de el y ya es uno mas del grupo, a todos nos cae genial. Pero sobretodo estoy agotada porque después nos fuimos al centro comercial de compras y a los recreativos, nos lo pasamos genial, pero como aun no estoy completamente recuperada, me agoto mas de lo habitual.
Entro en mi habitación y dejo las bolsas en el suelo, luego las recogeré, primero necesito darme un baño relajante, mientras Dylan esta en la cocina preparando la cena, como mi madre llega de trabajar a las 9, la esperamos para comer todos juntos. Después del baño que me ha dejado como nueva, recojo la habitación y las prendas que me he comprado y me dispongo a bajar a cenar, estoy hambrienta y quiero saber qué ha hecho Dylan.
En cuanto me acerco a la cocina, me viene un olor maravilloso, y creo adivinar que es espaguettis a la carbonara con chorizo y bacon, me encanta! Y como no, con mucho queso!
- Mmm....que bien que huele!-digo acercándome a él.
-Huelo bien? Me he echado la colonia de siempre, pero gracias cariño.-dice con tono burlón.
-No seas tonto! lo he dicho por el manjar este.-digo señalando la hoya que está enfrente de él.
-A vale.... ahora mismo acabo de terminarlo, quieres un plato?- dice guiñando un ojo. Me derrito, me gusta su sentido del humor, aunque ha veces me haga de rabiar.
-Si, por favor.-digo con una sonrisa de oreja a oreja.
Me dispongo a sentarme cuando de repente se oye la puerta principal, es mi madre, acaba de llegar y se que está cansada, agobiada por las facturas y preocupada por mi, a veces mis poderes, me ayuda a entender mejor a las personas, sobre todo a las que me importan. Le hago una señal a Dylan y voy a recibir a mi madre, para animarla un poco.
-Hola mamá, que tal el día?- le digo entusiasmada, para ver si se anima también.
-Bien, gracias por preguntar y tú cómo estás?- dice mi madre mientras me abraza. Pero se, que miente, que no quiere preocuparme.
-Muy bien, ya me noto recuperada.-le digo alegre, pero en el fondo se que solo lo estoy físicamente, emocionalmente no.
Nos sentamos los tres a comernos los espaguetis y charlar un rato del día que hemos tenido, se nota que mi madre está muy cansada y enseguida que termina de comer su plato, nos da las buenas noches y se marcha a descansar.
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Editado: 19.12.2024