Epílogo

El gran auditorio estaba lleno, a la espera de la disertante, una conocida politóloga, doctora en economía e importante inversionista en incontables proyectos de toda índole del bien común. Tenía escritos muchos libros y desarrollados muchos trabajos de universidad. También había publicado libros de otros y revistas científicas porque tenía una editorial conocida por su calidad. Era rarísimo poder presenciar sus discursos, porque pasaba la mayor parte del tiempo viajando a otros países, sobre todo a aquellos en vías de desarrollo, para hacer trabajos de campo, llevar avances tecnológicos, donativos e inversiones en infraestructura. También viajaba a países altamente desarrollados para mantenerse al tanto de cualquier nuevo avance en el que pudiera invertir y era conocida por haber llevado a cabo proyectos de reforestación tanto para evitar desertificaciones como para luchar contra deforestaciones ilegales. A algunos de sus contactos se les conocía por activismo contra la pesca ilegal y el cuidado de la vida marina.

Estaba casada con un hombre pelirrojo de su misma edad, que tenía un currículum semejante al de ella, pues tenían los mismos estudios, habían pasado por las mismas universidades, pero él era menos conocido y por tanto se decían muchas cosas, como que era hijo de pareja de clase acomodada, de diferentes nacionalidades. Se tenían de él muchas versiones diferentes porque nunca hablaba de su vida privada, pero se le conocía por llevar a cabo la parte de relaciones internacionales en los proyectos de la esposa, pues hablaba y escribía en varios idiomas.

La pareja no tenía hijos, se conocía que tenían una gran finca en el campo donde cultivaban variadas especies exóticas, algunas de frutas y vegetales y otras ornamentales, dignas de visitar para fotografiar, además de llevar en su tiempo libre la administración de hogares para animales y centros de rehabilitación y reubicación de especies en peligro.

De sus respectivas familias no se sabía nada, aunque de ella se conocía que tuvo un padre empleado en una empresa privada, que falleció joven por una afección cardíaca y le dejó buena herencia. De la madre, se decía que también tenía alguna enfermedad crónica y vivía en un distrito rico, cuidada por el mayor de los hermanos, el cual también era empresario, dueño de un par de tiendas de moda de afamadas marcas y no se encontraba casado.

En cualquier caso, todos ellos eran motivo de envidia y admiración, porque esta pareja de orígenes misteriosos y caras reconocidas, llevaba años trabajando, eran tomados de ejemplo por muchos aspirantes a inversionistas y empresarios, por muchos activistas y políticos en ascenso. Mucha gente con estos intereses se había reunido, en un auditorio que se quedó en silencio cuando las dos personas entraron para empezar a exponer su próximo y esperado proyecto.