Estábamos en clase de Español, hoy nos tocó exponer sobre la Mitología Griega, el mito que mi grupo escogió fue el de Hades. Me ofrecí a hacer la presentación para la exposición, siempre me ha gustado hacer presentaciones en PowerPoint, me parece muy divertido, así que hice la presentación de Hades, pero en versión animada, incluso su perro Cerbero está animado.
-Okey, perfecto, el siguiente mito es el de Hades, por favor el grupo pasar al frente- dice la alimaña de Rachel, nunca me caerá bien.
-Vamos, es nuestro turno- dice Erika mientras se levanta de su asiento, yo hago lo mismo.
Erika dice la primera parte de la exposición, explicando quién era Hades y de dónde provenía, yo estaba mirando hacia el frente, pero mientras más hablaba Erika, más nerviosa me iba sintiendo, mis manos empezaron a sudar, mi corazón empezó a latir tan fuerte que lo sentía en la garganta y mi cuerpo tenía un temblor bastante notorio.
-A continuación le daré la palabra a mi compañera, Joselyne- dice Erika volteando a verme, volteo a verla asustada y escondo mis manos detrás de mi espalda.
- Yo ammm...les voy a hablar sobre la historia de Perséfone y Hades. Perséfone era la hija de Zeus, dios del Olimpo y de Deméter, diosa de la agricultura. Hades, hermano de Zeus y señor del inframundo se encaprichó con...-estaba intentando exponer, pero mis nervios no me dejaban avanzar, estaba apunto de llorar y salir del aula, cuando Erika me ánimo a seguir. Al finalizar la exposición tuvimos que poner una canción relacionada al mito, eso fue lo que logró relajarme.
-Muchas gracias, chicas, lo hicieron muy bien- dice la profesora Rachel, yo me le acercó para pedir permiso de ir al "baño", Erika me escucha y se acerca a preguntar si ella podría acompañarme, la profesora duda un segundo pero luego nos dice que no hay problema, entonces las dos salimos del salón.
-Tengo hambre, acompáñame a la tienda que hay afuera de aquí- dice Erika tomando mi mano, entonces las dos nos dirigimos hacia la entrada de Pabellones, recibíamos las clases de Español en el último pasillo de este colegio.
-Se supone iríamos al baño, pero la verdad da mucha pereza estar en clase, entonces solo por ello te acompaño- le digo haciéndome la difícil.
-Vamos, quiero comprarme unas papas- dice. Las dos salimos del colegio y nos acercamos a la pequeña tiendita que está al frente, la señora que atiende es muy amiga de Erika, así que nos quedamos unos cinco minutos conversando con ella, y nos regala una bolsita llena de dulce de leche a cada una.
-Muchas gracias, cuando salga de clases, la venimos a ver, se supone que estamos en el "baño"- dice Erika haciendo comillas con sus dedos y tomándome nuevamente del brazo para jalarme dentro del colegio.
-La profesora ha de estarse preguntando si alguna de las dos murió en el baño o que por qué duramos tanto- le digo a Erika mientras ambas apresuramos el paso.
-Tú sabes, le decimos que fueron cosas de chicas, y ella no puede decir nada al respecto- dice restandole importancia.
En el momento que llegamos nuevamente al salón, escondo la bolsa de dulce de leche en mi bolsillo del pantalón y pasamos como si nada, mirando con atención, al lado de la profesora se encuentra Kendall, un amigo que conozco desde que estábamos en primer año de secundaria, él se encontraba en segundo año, así que hoy día ya está en el último año. Le hago un saludo con la mano y Sharon voltea a verme, lo que me parece extraño, camino hacia mi asiento que justamente está detrás de ella.
- ¿Te acuerdas del chico que te dije que me gustaba?- cuando tomo asiento, Sharon se voltea a mí y me susurra, yo le doy un asentimiento con la cabeza- Pues, es él, yo no sé si tú recuerdas que cuando estábamos en primer año, él te dijo que gustaba de mí y siempre estaba detrás de mí- me dice poniendo una sonrisa.
-Me acuerdo medianamente, pero lo hago- le digo girando mi cabeza hacia un lado, en señal de confusión.
-Pues, últimamente hemos hablado mucho por mensaje, sigue diciéndome que le gusto, y ahora se ha puesto muy guapo- susurra Sharon con una mirada esperanzadora, Kendall siempre ha sido un chico muy guapo, sus ojos son azules tirando a verdes, tiene muy linda sonrisa y un pequeño lunar arriba de los labios, lo único que diría que cambiaría de él, sería su altura, es apenas unos centímetros más alto que nosotras.
-Mira, es tu hora de suerte, está mirando hacia acá- le digo a Sharon y como si a la niña del exorcista le hablaran, giro su cabeza en menos de un segundo, a lo que yo suelto una pequeña risa.
La profesora Rachel se ha quedado hablando con Kendall, entonces los demás se comienzan a levantar para conversar con otros compañeros, a mi izquierda está Matthew y detrás de él está Dereck, los dos están hablando de cosas que no logro entender, Dereck me voltea ver en cuanto nota que yo lo estoy mirando a él.
-Jos, ven aquí, ponte detrás de Matthew- me dice Dereck, yo me levanto de mi asiento y hago lo que él me dice, aunque no comprendo porqué.
-Ahora pasa tus manos por sus hombros y pon tu cabeza sobre el hueco de su cuello- dice Dereck, yo hago lo que me pide un poco extrañada, aunque tengo que agacharme un poco, puesto que Matthew está sentado.
-Joan, mira lo que te dije, esto lo confirma- Dice Dereck volteando a ver a Joan y de Joan, a nosotros dos. Volteo a ver a Matthew cuando siento sus mejillas calientes, se ha sonrojado, y ahí entiendo la intención de Dereck, así que para seguirle el juego, planto un pequeño beso en el cachete de Matthew, a lo que él se pone completamente rojo y una pequeña sonrisa se posa sobre su rostro.
-Te has puesto completamente rojo, ¿Por qué será?- le dice Joan con tono de burla.
-No sé, yo ammm, tengo un poco de calor, eso es todo- dice Matthew, yo quito mis manos de su cuello y me regreso a mi asiento, ellos siguen molestandolo por sonrojarse, y yo los veo con atención. Verlo completamente rojo me da una sensación de ternura muy fuerte, unas ganas de abrazarlo con fuerza se apoderan de mí y no entiendo el porqué me pongo un poco nerviosa.