-Capítulo XIV-

Ya había pasado un rato desde que los chicos llegaron; ninguno había almorzado y yo tampoco, así que nos pusimos a pensar en algo rápido y fácil que pudiéramos comer, y al final llegamos a la conclusión de que una sopa instantánea era la mejor opción. Estoy sentada en la esquina inferior de mi cama; ellos son muy altos y mi cama es una individual para dos personas, entonces tuvimos que sentarnos en vertical.

Me levanto y busco entre el bulto que normalmente llevo conmigo al colegio, mi cartera. Siempre la llevaba conmigo y como en Semana Santa no he salido, pues ahí sigue desde ese día. Los chicos y yo salimos de la habitación y de la casa; los cuatro iríamos a la tienda a buscar las benditas sopas instantáneas; yo iba a pagar las cuatro, pero Dereck me detuvo y me dijo que no, que él iba a pagar dos, y aparte de ello, compró un tarro de helado. Anoche yo había preparado gelatina para darles, entonces ahora haremos un postre de gelatina con helado.

(..)

-Pero ten cuidado, luego te quemas- le digo a Alan, ya había terminado de hacer las sopas instantáneas y los llame para que cada uno se llevara la suya, pero se me olvida que ellos son demasiado animales, y llamarles así, es ofensa para los pobres animalitos.

-Sí, sí, ya, no me voy a quemar- dice caminando hacia mi habitación con "sumo cuidado".

-Eso espero- le digo yendo detrás de él con la sopa mía y los tenedores, se han olvidado de llevárselos. Mi madre y mi hermano todavía se encuentran acomodando unas latas en la parte de atrás de casa, hacen muchísima bulla, pero creo que los chicos hacen aún más bulla que ellos, que están utilizando un martillo.

Nos sentamos a comer mientras compartíamos uno que otro chiste o algún chisme, ambos servían, es divertido compartir tiempo con ellos, pueden a llegar a decir cosas muy censurables, y eso lo hace aún más divertido. Cuando todos terminamos de comer, recojo todos los botes de sopa instantánea y los tenedores que usamos y los llevo hacia el basurero, los chicos estaban pensando en cuál película podríamos ver, siempre nos ha gustado el terror, así que de terror sería.

-¿Ya lograron encontrar alguna película?- les digo a los chicos mientras ingreso a la habitación nuevamente.

-Sí, veremos una de un exorcismo, al parecer tiene que ver con monjas- dice Dereck mirando la pantalla de mi computador. Matthew se encontraba acostado en el medio de Dereck y Alan, de manera vertical igual, sus pies quedaban por fuera de la cama, pero era la única manera de que entraran todos.

-Está bien, Dereck, hazte a un lado- le digo mientras apago la luz de la habitación, me dirijo hacia la cama y me acomodo entre Dereck y Matthew. Matthew tenía el computador en sus piernas, así que en ese lugar podría ver mejor.

-Ahora sí, ya puedes darle play- le digo a Matthew en voz baja, ya que me encontraba muy cerca de su rostro. Matthew hace lo que yo le digo y le da inicio a la película, la cual tiene un inicio extraño, puesto que empiezan a escucharse algo similar a gemidos, así que le lanzó una mirada a Matthew para que le baje el volúmen, o sino mi familia pensará que estamos viendo algún tipo de película porno.

Ya habían pasado unos minutos desde que inició la película, y mi cuello empieza a doler por intentar mantenerme recta sin ningún apoyo, así que de manera consciente, pero espero haya parecido lo contrario, me recuesto sobre el hombro de Matthew. Mi corazón logra acelerarse un poco, más cuando logro notar como él se acomoda más y recuesta su cabeza en la mía. Mis mejillas se ponen calientes y a pesar de ello, todavía no logro descifrar que es lo que siento.

Conozco a Alan desde primer año de secundaria. Lo conocí de una manera muy curiosa, pues él gustaba de una amiga mía y yo le dije que le iba a ayudar a hablarle; al final así fue, pero él perdió interés en ella. Siempre lo he visto como a un amigo, y el hecho de que en este último tiempo me molesten con él me resulta frustrante, muy frustrante; me da miedo que al final el estar pensando en sí lo que siento por él es algo más que una amistad, logre que ello empiece a ser una verdad…

Al mismo tiempo, nunca creí que podría llegar a confundirme respecto a sí me gustaba Matthew o no. Lo conozco desde segundo año de secundaria; en ese tiempo era un poco más bajito, aunque siempre ha sido más alto que yo; usaba brackets y su rostro era un poco más redondito. Aún conserva su cara de niño, pero poco a poco sus facciones van cambiando. Recuerdo una vez que estaba en el comedor de Pabellones. Estaba calentando mi almuerzo, cuando de pronto sentí unas manos cálidas rozar mi cintura y el cómo se me recostaban en el hombro. Al voltear la mirada, me di cuenta que era él. Siempre ha sido una persona muy amable al mismo tiempo que cariñosa.

De verdad me confunde; sus muestras de cariño, sus mensajes diarios, sus sonrisas dirigidas a mí, todo lo que él hace, logra confundirme, más cuando me sorprendo a mí misma mirándolo cuando está concentrado en algún ejercicio de matemáticas o simplemente hablando con los chicos, y que ello me ponga nerviosa. Salgo de mi ensoñación cuando siento unas manos posarse en mi cintura. Volteo confundida, pues esas manos no son de Matthew, sino de Dereck.

Con Dereck, las cosas han sido diferentes a como han sido con Alan, pues resulta que en tercer año de secundaria, o sea, el año pasado, Dereck y yo tuvimos ciertas interacciones, por decirlo de alguna manera, por chat. Siempre me abrazaba mucho cuando salíamos a jugar fútbol, etc. Entonces no podría decir que siempre lo he visto como un hermano; luego de decirnos ciertas cosas, eso no sería algo de hermanos.

Me encuentro en una situación extraña, recostada en el hombro de un hombre, confundida por otro hombre, y finalmente, siendo abrazada por otro hombre. Aunque tengo muy claro que, aunque con Dereck el año pasado sucedieron ciertas "interacciones" por chat, lo miro como un amigo. Esas charlas que tuvimos fueron más a modo de broma que cualquier otra cosa, así que a Dereck lo miro como un amigo, un amigo al que puedo contarle mis inquietudes y siempre estará ahí para escucharme.