Al día siguiente la casa lucia bastante decente, no había rastro alguno de la fiesta de anoche ni de los adultos.
¿Dónde se habrán metido?
Aunque el verdadero problema era el patio, el cual aún no divisaba. Me asomé a la cocina y pude ver a Lucas sacando varias tazas.
—Buenos días.
El chico dio un pequeño brinco y volteó con una mano en el pecho y una taza en la otra.
—Buenas tardes —respondió formando una leve sonrisa mientras me ofrecía una taza de lo que parecía ser café.
— ¿Qué hora es? —pregunté extrañado.
¿Cuánto había dormido?
—Las 2:00 p.m. No te preocupes, los demás aún siguen dormidos —me encogí de hombros y bebí mi café.
— ¿Te divertiste anoche? —preguntó mientras caminábamos a la sala y nos sentábamos en el sofá.
—A pesar de todo, sí, bastante. Muchas gracias.
—Todos colaboraron —comentó.
— ¿Alguien, por favor, podría cortarme la cabeza? ¡Gracias!
Ambos volteamos y soltamos una risita al ver a Cinthya caminando torpemente hacia nosotros mientras sostenía su cabeza y la jalaba hacia arriba.
—Buenas tardes, ya te traigo algo —dijo Lucas burlón y se dirigió a la cocina.
Cinthya se sentó a mi lado y me abrazó con fuerza haciendo que casi derramara mi café.
—Eli, ¿por qué dejaste que bebiera? Bueno, igual no te hubiera hecho caso si me decías que no. —Hizo una mueca y pellizcó mi inexistente cachete.
—Anoche te divertiste bastante, ¿no es así? No me lo esperaba. —Le sonreí travieso, y alzando ambas cejas con diversión.
— ¿A qué te refie...?
Ella se apartó de repente como un resorte y abrió sus ojos a más no poder.
— ¡OH, MIERDA!
— ¡No grites! —la regañé.
Ella tapó su boca mirándome asombrada para luego dejar caer su cabeza en mis piernas.
—Besé a Luis... ¡Mierda!
—Sí y parecías disfrutarlo
— ¿Ahora qué haré? No podré ni verlo a la cara.
—No es tan grave.
Ella me fulminó con la mirada.
—Claro que sí porque, según recuerdo, yo inicié el beso
Me encogí de hombros. Justo en ese momento apareció Lucas con su taza de café.
—Toma. ¿Por qué el grito? —Le dio la taza y se sentó a su lado.
—Cinthya recordó el beso con Luis.
— ¡Ah! ¿Y ahora qué? ¿Saldrán?
— ¡¿Qué?! No, solo fue un beso y estaba ebria. No estoy segura de que me guste Luis.
—Si tú lo dices... —Escuché unos pasos y volteé solo para sonreír al ver al castaño caminando como zombi hacia nosotros—. Y hablando del rey de Roma...
La chica volteó rápidamente y se asustó al ver a Luis.
— ¡Buenos días! —Él nos sonrió y se sentó en otro de los sofás frente a nosotros—. ¿Cómo están ustedes? Yo me quiero pegar un tiro, pero sobreviviré.
—Creo que no lo recuerda —le susurré a Cinthya. Ella asintió y suspiró.
— ¿Quiénes se quedaron anoche? —pregunté mientras daba el último sorbo al café.
—Creo que solo Kevin, Dylan y Chris —respondió Lucas.
—A Chris, después de que ustedes dos entraron, no lo vi más. Y esta mañana lo encontré durmiendo al lado de mi cama —añadió Luis.
—Lo último que recuerdo fue verlo hablando con un par de chicos —respondió Cinthya encogiéndose de hombros —. Y a Dylan y Kevin los vi muy entretenidos bailando juntos —agregó con una sonrisita.
A los minutos, los tres chicos restantes se aparecieron con cara de muertos.
Chris corroboró lo que dijo Cinthya, pasó el resto de la noche charlando y bebiendo y a eso de las 4 cuando ya se sentía muy mareado encontró la habitación de Luis, sacó un cubrecama del closet y se durmió ahí.
Dylan y Kevin estaban muy raros, sobre todo el último, quien no dejaba de fruncir el ceño como si estuviera tratando de recordar algo, mientras que Dylan sonreía de vez en cuando sin razón alguna.
A los minutos me levanté para observar el patio, el cual, sorprendentemente, no estaba tan desastroso.
Escuché el sonido de la puerta y entré rápidamente a la casa. Finalmente, aparecían los adultos.
— ¿Dónde estuvieron? —preguntó Cinthya robándome las palabras de la boca.
—Veo que ya despertaron todos, ¡qué bien! —Mi madre nos sonrió a todos y entró a la cocina, ignorando la pregunta.
—Anoche nos aburrimos y decidimos salir un rato, es todo.
—Espero que limpien el patio —habló entonces el padre de Luis. Todos soltamos un quejido al escuchar aquello y asentimos.
Después de limpiar todo, nos fuimos a nuestros respectivos hogares.
—🍁—
La mañana del lunes quedé sorprendido al ver un gran cartel anunciando el aniversario del instituto, recordándome así las actividades que se realizaban esta semana, las cuales había olvidado por completo.
Al parecer harían un gran acto donde varios estudiantes se presentarán, ya fuera cantando, tocando, bailando, incluso actuando. Afortunadamente, no era obligatorio, así que solo me dedicaría a ayudar con la decoración.
En el receso estaba muerto del hambre, ya que nos habían mandado a hacer un montón de adornos para decorar el escenario.
— ¡Eli! —Cinthya corrió hacia mí y me abrazó con fuerza—. ¡Voy a bailar! —Le regalé una gran sonrisa y la abracé de vuelta.
— ¡Genial! ¿Qué bailarás? —Ella me soltó y me jaló hacia una de las mesas.
—No lo sé, pensaba bailar "Hijo de la luna". Una de mis antiguas profesoras creó una coreografía que me gusta mucho —dijo ella emocionada, para luego sentarnos.
—Me gusta esa canción, mucha suerte. —Dicho esto procedí a comer rápidamente.
Al rato llegó Lucas un poco sudado, se sentó a mi lado y se dispuso a comer también, mientras nos contaba la cantidad de cajas que le hicieron mover de un lado a otro.
Me contó que Kevin haría un dúo con una chica, él tocando la guitarra y ella cantando. Chris, por otro lado, me sorprendió al decirme que tocaría el violín, amaba el sonido de ese instrumento y me emocionaba escuchar al rubio tocarlo.