Gap-Jiku, tiempo: indeterminado, zona alta
Imaki
Luego de escuchar la historia de Albert no dejaba de pensar que el “ro-bot” o lo que sea aquella cosa que lo perseguía tenía muchas de las características de Monsuta, no podía ser casualidad que ambos seres de forma muy parecida dijeran exactamente las mismas palabras al enviarnos a este lugar que conocían con el nombre de Gap-Jiku, después de hablar con Albert nos dispusimos a explorar el lugar en busca de mas personas para tratar de entender en qué lugar estábamos o de qué forma se podía salir.
Albert
Luego de la charla Nos dispusimos a subir por medio de los puentes flotantes que unían y separaban los diversos biomas flotantes, pasamos alrededor de 5 de estos biomas los cuáles poseían cada uno una flora y fauna endémica lo cuál me llamó mucho la atención, la memoria interna que tengo grabó todo lo que me pareció importante, al mismo tiempo que recorríamos estos exóticos lugares encendí mis sensores para buscar la presencia de algún militar de Barb-aresh pues sabía que ellos utilizaban este lugar para teletransportarse, pero a medida que avanzábamos no noté ningún túnel de dimensiones suficientes como para que una nave de la flota enemiga pasara por él peor aún una de las enormes naves que atacaron mi hogar, durante todo nuestro trayecto subimos alrededor de 60 metros en los cuáles no encontramos absolutamente nada por lo que optamos por acampar, aproveché ese tiempo para explicarle al incivilizado de Imaki que era un Robot o porqué mi espada laser sonaba como cientos de cigarras y un sin número de otras dudas que el pobre tenía acerca de mi apariencia.
(Albert). – Repite después de mí. Un robot es una máquina automática programable capaz de realizar determinadas operaciones de manera autónoma y sustituir a los seres humanos en algunas tareas.
(Imaki). – …
(Albert). – Esto será más difícil de lo que pensé
(Imaki). – no entiendo nada de lo que sale de tu boca, pero me agradas y haré mi mejor intento por aprender todo lo que me enseñes
(Imaki). – pero primero deja que cocine algo de pescado raro de los que hay aquí
(Albert). – Estás seguro de comer eso, no sabes siquiera si se pueden comer, déjame analizarlos primero para comprobar que no te harás ningún daño.
(Imaki). – deja mi pescado raro *corre*
(Albert). – ¡Vuelve aquí si no quieres morir intoxicadoooo!
(Imaki). – ¡Ni siquiera sé que significa intoxicadooo!
Imaki
Albert no me dejó comer más que los pescados rojos pues según el los de colores azulados o morados eran extremadamente malos para mi y que de seguro me matarían, pero yo no lo creo no hay nada que no pueda comer.
Seguimos caminando por la mañana y no entendía como es que el animal de Albert no se cansaba parecía tener la fuerza de 100 caballos de guerra y yo aún con los poderes que poseía apenas podía seguirle el paso.
Albert tenía una extraordinaria habilidad con su espada así que le pedí que fuera mi maestro no solo de conocimientos sino también de combate, lo primero que hizo fue mejorar mi katana actual para que tuviera ese fuego azul en el filo de mi hoja esa cosa poderosa a la que llamaba la-ss-err la verdad no entendí muy bien como funcionaba pero sabía que era tan fuerte como para atravesar rocas, árboles gruesos e incluso metal de forma fácil y casi sin esfuerzo.
Pasaron cerca de dos semanas desde que yo caí dentro y cuando pensé que no encontraríamos nada más que animales raros bestias de muchas cabezas y conejitos con cuernos que te matarían Albert me ordenó tirarme al suelo y buscar un escondite, no lo pensé 2 veces y salté hacia un árbol con densa vegetación para ocultarme.
Albert
Atravesábamos un denso bosque y mis sensores detectaron algo moverse de forma irregular, casi como si nos estuvieran acechando lo que demostraba inteligencia por lo que decidí que Imaki se escondiera para protegerlo de aquel ser que nos acechaba.
Era tan veloz que tuve que usar mis cámaras ultra-ralent para ver que era lo que nos estaba acechando, pero al decodificar la imagen algo saltó por detrás de mí con una fuerza exagerada lo que provocó un estruendo como el impacto de un meteorito, yo me encontraba incrustado dentro del cráter por lo que no pude ver que fue lo que me impactó con tal fuerza.
Al intentar levantarme un nuevo impacto me detuvo, igual o aún mayor que el que recibí anteriormente, tuve que usar toda mi fuerza y velocidad para hacer una maniobra que me sacara de ese cráter pues era seguro que mi armadura no resistiría un golpe más de tal magnitud.
Logré voltearme antes de que el golpe cayera y lo que vi me dejó impactado, una silueta de una hermosa mujer semidesnuda con grandes cuernos, una cola y una mirada fría, garras en vez de uñas, colmillos que parecían navajas y un pelo de color rojo encendido, Imaki saltó de su escondite para atacarle, pero ella de un golpe lo inhabilito, se acercó más y me preguntó…