Elian
El rechazo no le era familiar en lo absoluto. Siempre lo buscaban a él, no necesitaba acercarse a los demás. Intentó ser amable, incluso lo esperó varios minutos con un set preparado. Se sentía indignado y molesto. ¿Por qué era tan arrogante? ¿Tan poco significaba Elian para él? Ni siquiera le permitió presentarse o terminar de hablar. ¿Iba tarde? ¡Era una mentira! Apretó el lapicero con fuerza. ¡Y ni siquiera había podido hacer equipo con sus amigos! Estaba atrapado en el laboratorio con aquella bola de...
—No le puse atención al profe, ¿escuchó lo que dijo? —preguntó Fabio mientras miraba hacia la ventana.
Desde el inicio de clases, todos los trabajos en pareja le habían sido asignados con Fabio, ya que Kevin siempre trabajaba junto a Alfredo —quien en realidad le hacía las tareas a los demás—. Para su desgracia Lis y Farith habían decidido unirse en todas las clases. Por supuesto, en un grupo de tres siempre queda alguien por fuera, pero nunca había sido él. No estaba seguro si sentía envidia o resentimiento. Haber ido al Saint Richard fue un error que no podía admitir.
—Para la próxima clase, quiero que el reporte incluya todo lo que les mencioné —escuchó a la profesora de biología decir, ni siquiera le importó aprenderse su nombre.
Al salir, intentó acercarse a sus dos amigos. Ellos se alejaron del salón apresurados. Los persiguió por los pasillos, hasta que alguien interfirió.
—¡Elian! ¿No quiere almorzar con nosotras? —decía Daniela, mirándolo con una sonrisa coqueta.
Definitivamente no quería almorzar con ellas. Los últimos días lo habían arrastrado a sus pláticas de los almuerzos. Se dedicaban toda la hora a hablar de chismes, hombres y profesores. Al inicio le interesaba el chisme, tenía que informarse sobre las personas que lo rodeaban. Luego vio que sus opiniones giraban en torno a la apariencia o peso de los demás, nada útil para él.
—En esta no nos lo roba —aseguró Kevin, acercándose a Elian. Bueno, algo era algo. Prefería pasar el tiempo con ellos que con Daniela y sus amigas.
—Sorry, Dani. La próxima de fijo las acompaño —prometió con una sonrisa.
Al alejarse, Kevin le susurró:
—Quién lo diría, Elian es todo perro.
¿Perro, él? Solo por ser amable con una mujer. No quería llegar a tener una fama de ese tipo. Ya lo habían involucrado en dramas amorosos, pero semejante aseveración lo dejó pensando. ¿Creía Daniela que él le estaba coqueteando? Era posible, porque siempre lo miraba con esos ojos. Era muy bonita, no su tipo. ¿Tenía un tipo? Ni siquiera lo sabía. ¿Por qué se sentía tan perdido?
—¿Ya dejó de ligarse a las Heathers? —preguntó Fabio al llegar.
Ese día tenían como opciones para almorzar espagueti y un pescado que Elian no conocía realmente, así que lo pidió. Los demás ya habían empezado a comer cuando Kevin y Elian llegaron.
—¿Las Heathers? —preguntó Alfredo confundido.
—¿No ha visto esa película?
—Yo no veo mierda —afirmó Alfredo, luego comió un poco de su espagueti—. Suena a peli de adolescentes de esas todas estúpidas.
Fabio fingió ofenderse.
—No es mi culpa que no sepa apreciar el arte.
Kevin hizo una seña para callarlos, dramáticamente puso sus brazos sobre la mesa.
—Déjense de playadas, hoy los reúno para algo importante.
Fabio inmediatamente soltó un suspiro.
—¿Ahora a cuál se quiere ligar?
Este miró a su amigo muy seriamente. Alfredo ahogó una carcajada y casi se atraganta con su comida. Debía admitir que su dinámica era amena. Elian intentó relajarse y darles la oportunidad, había estado teniendo pensamientos muy agresivos toda la mañana. No eran malas personas, lo habían incluido en su grupo de amigos y debía ser más agradecido.
—Ocupo que Elian me ayude con Laura —aseguró con una sonrisa.
—¿Laura, la de undécimo? Tiene un novio en la U —recordó Alfredo confundido.
Kevin se golpeó la cabeza y soltó una carcajada.
—Soy estúpido, era Lis —Miró a Elian—. Su amiga.
"Ni se acuerda bien del nombre".
—Ni se acuerda bien del nombre —intervino Fabio como si leyera los pensamientos de Elian.
"Creo que todos lo pensamos."
—Creo que todos lo pensamos —dijo Alfredo, mirando distraído en otra dirección.
"¿Qué está pasando?".
—¡Perdón! Me confundí, ya lo voy a recordar bien. Es Lis. Preséntela Elian, por fa.
Elian no estaba convencido. Sus amigos ya lo resentían por abandonarlos. No había manera de que se acercara a pedirle a Lis que hablara con alguien como él. Lo último que necesitaba en su vida era un verdadero perro que ni su nombre se había aprendido. Tenía una idea, fingiría preguntarle si le interesaba el muchacho y le diría a Kevin que no. Sencillo.
—Cuando termine voy a hablar con ella.
Comió con toda la paz del mundo, sintiendo la mirada ansiosa de Kevin. No tenía prisa y además debía pensar en una disculpa apropiada. No quería parecer un rogón, tampoco un insensible. Su amistad de muchos años no podía ponerse tensa por unos días de clases.
Faltando unos quince minutos para el inicio de la siguiente lección, fue a buscar a sus amigos. Estaban almorzando junto a otras personas, teniendo una especie de picnic cerca de los gimnasios. ¿Ya tenían otros amigos? Eran compañeros de su sección. Catalina, quien era muy buena en biología. Emanuel, lo recordaba porque le había prestado un lapicero el martes. Por último Sasha, de quién no sabía mucho, solo que se había desmayado en educación física.
Aparentemente su sección estaba fragmentada en tres grupos principales. Primero el de Kevin, luego el de Daniela, por último los demás. "Los demás". Parecían personas muy tranquilas, siempre estaban conversando a los lejos y no buscaban problemas. Según Daniela, Sasha había sido parte de su grupo, hasta que se pelearon. Debía retomar ese chisme luego, ya que quería saber qué clase de persona se juntaba con sus amigos.