Capítulo 6

¿Quedarme o irme?

Jonathan. 

Ava siempre me decía que tenía suerte de tener a una mujer como Amelia a mi lado, una bruja de sangre pura que ha sobrevivido a todos los altibajos que han tenido que superar los suyos, pero cuando Darleen entro en nuestras vidas algo se terminó de formar dentro de mí, algo fuerte como si fuera un hilo que no había encontrado su camino ahora lo ha encontrado, pero al verla a directamente a sus ojos ese camino simplemente se unió a la de otra mitad haciéndolo mucho más fuerte y difícil de romper. En eso se había convertido Darleen en mi hilo, en mi camino, aunque ahora solo este fuera de él haciéndome sentir perdido, la había encontrado a esa persona que tanto había estado buscando, con quien me sentía a gusto sin importa que tan peligroso sea el camino a su lado.

Y tal vez si tengas razón todas esas personas que la mujer a la que le pertenece mi vida es a Amelia y que siempre será de esa forma, aunque tenga miedo de mirarla a los ojos y darme cuenta de que no son los ojos a los que quiero mirar por el resto de la eternidad. Los ojos de Amelia son color avellano, su cabello es castaño y largo, la horma de su cuerpo es como la de cualquier mujer dentro de estas paredes, delgada. Pero hay algo dentro de ella que no es de mi agrado, algo que busco, pero no encuentro dentro de ella, algo que encontré cuando mire por primera vez a los ojos a Darleen y que ella sabe reflejar bien, la oscuridad, ¿habrá sido ella la que asesino a mis padres?, tal vez, no tengo una respuesta concreta hasta no escucharla salir de su boca la respuesta que tanto busco escuchar. ¿Qué si posiblemente ella sea la perdición de todos? Sí, no tengo duda de que es la perdición de muchos.

Pero intentar ver a través de los ojos de la mujer a la que he amado desde hace tantos años, a sentirme completo con una mujer que no siente nada. Una mujer que callo de rodillas con los ojos llenos de lágrimas al ver el cuerpo de mi hermano sin vida, es una mujer con muchos secretos, más de los que un rey puede guardar y jamás contar. Se supone que las princesas son de las doncellas más sencillas y generosas que existen en los reinos, pero con Darleen el rol de princesa justa se quedó corto, ella es más una princesa a la que les gusta tomar justicia por su propia mano, juzgar a los inocentes y matarlos si le mienten. No se mide. Ella no es alguien con quien puedas detenerte a platicar en medio de una batalla, por qué ella sola puede contra todas esas personas que van en contra de su reino. Darleen, es muchas cosas en esta vida y será muchas en las siguientes, pero jamás será una reina a la que le guste que le besen los pies y la miren a la cara diciéndole mentiras obvias. Ella prefiere las verdades, aunque sean dolorosas de escuchar.

Un día la puedes ver completa, pero al otro te das cuenta que ella es un mar de secretos que mueres por descubrir, aunque tengas que arrancarte el corazón antes de escuchar la verdad que se esconde detrás de una sonrisa sádica y una mirada sin emociones.

Amelia en cambio es justa, le gusta ayudar a las personas, es dulce y amable, todo lo que un hombre quiere, pero, ¿qué pasa si los gustos de ese hombre cambian?, ¿qué pasa si los ojos del hombre que la observa arreglarse ya no la miran con el mismo brillo o con el mismo amor con la que antes la miraban?, ¿qué pasa si el corazón de su hombre bombea sangre por otra mujer? ¿Amelia será capaz de perdonarme por haberle fallado y haberme fijado en una mujer peligrosa que le ha declarado la guerra y le quiere arrancarla la cabeza por haberle ayudado a la amante de Shadow a intentar detenerla? O quizás y solo es por qué la ausencia de Nicklaus está más presentes desde que Darleen se fue del castillo.

Un día te das cuenta de las miradas que reflejaban admiración y al otro te das cuenta de que esa admiración se convierte en traición.

Shadow la traiciono, se enamoró de un mortal, se acuesta con su hermana y luego le jurar amor eterno y sincero a la única mujer capaz de arrancarle el corazón en cuestión de segundo de su pecho. Tal vez, Darleen aun no profanada de la mejor manera el odio que le tiene a su hermana por querer lo que ella tiene, y no solo las miradas, los hombres y el respeto de todas esas personas que la cuidan y lo único que quieren es su bien. No. Abbey quiere ser igual que Darleen, pero no sé de cuenta de que querer ser igual que su hermana es tener que aceptar que ella no es nadie más que un alma vengadora a la que la mueve el olor de la sangre y la sed de la venganza sin importarle a quien lastime o a quien mate con tal de saciar su hambre.

Darleen es silenciosa, sabe jugar con tu mente. Tiene el don de la compulsión. Su voz no es igual al canto de una sincera, pero si es ligera, tranquila y oscura como la de toda una asesina.