Sacrificio [yo soy fuego]

Capítulo 21

El vestido billante 

Omnisciente 

Después del pequeño desafió que Darleen tuvo con un príncipe del norte el resto del mes fue demasiado tranquilo para ser cierto. Nada de ataques de los lycans con los que tuviera que lidiar, no más peleas con Jaden durante todo ese mes solo terminaron de afinar algunos roces que aun surgían cada vez que él la visitaba en el castillo para asegurarse de que todo se solucionara de la mejor manera posible sin que ella lo intentara matar por segunda vez. Algo que le costó demasiado trabajo a Darleen pero que al final termino por aceptar que muerto no le servía de absolutamente nada.

Charlie y Darleen tuvieron un par de discusiones que terminaron con una bofetada de parte de él hacía ella simplemente por decirle la verdad sobre lo que son para ella sus tres hijos.

Darleen siempre ha intentado que Bain regrese a ser el hermano digno que ella tenía, pero para su desgracia Adalyn siempre saca sus garras para defenderlo y hacerle saber que si lo toca a ella le ira mucho peor de lo que le ira a Bain por desafiar a su hermana mayor. Lara en todo ese mes también intento acercarse a su hermana mayor, pero sin embargo cada vez que lo intentaba o se encontrada con Darleen ella estaba entrenando o la encontraba devorándose a una de sus presas como una bestia que la hace tener pesadillas; en el fondo Darleen disfrutada vez la cara de terror que ponía al verla toda cubierta de sangre.

Cuando llegaba la hora de la cena en dónde todos debían de compartir la gran mesa Darleen no haría ningún acto de presencia, no lo hace desde hace ya bastante años atrás y ahora no lo haría. Siempre la hacían llamar, pero ella jamás bajada a convivir en familia como solía llamarlo Adalyn. El temperamento de Adalyn no era diferente al de Darleen, pero claro que el temperamento de Darleen es mucho más peligroso si no lo saben manejar con sumo cuidado.

Ha pasado un mes y la gestación del feto de Abigail ha sobrepasado las veintiséis semanas de embarazo. El acto de Charlie hizo enfurecer a la bestia que lleva dentro Darleen provocando que su todo su enojo la hiciera terminar con la vida de tres mundanos que fueron llevados a ser juzgados por crímenes menores que probablemente merecían perdón, pero ella decido que era una buena opción terminar con sus vidas de una buena vez arrancándoles el corazón y comiéndoselo frente a él como acto de rebeldía.

Un baile era un acto demasiado avaricioso de parte del rey Charlie solo para la celebración el futuro nacimiento de su primera nieta —bastarda— según los pensamientos de Darleen. Pensó todas esas últimas semanas en cual de todas sería la forma más delicada de asesinar a su sobrina para que no llegara al mundo, pero ninguna le dada la satisfacción que buscaba. Realmente Darleen pensaba en convertirse en un monstruo con tal de evitar que un alma más llegue a un mundo sin salvación, ella mejor que nadie tiene en cuenta que una guerra se acerca y no solo es un pequeño enfrentamiento, no, en realidad será el más grande en donde posiblemente pierda por no tener la suficiente capacidad de concentración para trazar un plan ya que siempre se ve arrastrada a las tonterías de sus padres sobre la paz y la armonía en la que deben de vivir.

Darleen desde su habitación se dio cuenta de cuantas personas eran las que asistieron, y el resto dejo de ser de su importancia cuando entre sus brazos existe una razón mejor que un tonto baile que volverá a repetirse cuando nazca la niña.

—Darleen —la voz adormilada de Jaxon la llamo.

—¿Dime? —le respondió ella mientras cubría el cuerpo de él y de Kirtash con una cobija.

—¿Nos puedes contar una historia de guerra?

Darleen enmarco una de sus cejas al escuchar la palabra guerra pronunciada por el pequeño.

—Guerra —repitió—. Les contare una historia sobre los inicios de la oscuridad Se cuenta que hace cinco mil años existió una mujer que portaba el poder de la oscuridad dentro de ella, pero sin embargo lo único que ella quería era proteger a los seres con poderes de los cuales ella era poseedora, aun cuando ella fuera diferente a todos los demás. Su reinado estaba lleno de gloria y protección hasta que llego una reina que lo destruyo todo. Aquella reina lo único que buscara era el poder del cual ella era poseedora, pero nunca se detuvo a pensar que los poderes que son dado jamás podrán ser quitados, pero si reencarnados. El mundo que ahora mismo conocemos se sumergió en una ola de oscuridad que no dejaba entrar nada, pero tampoco salir nada con vida, y entonces nacieron tres príncipes dentro de esa oscuridad. Uno de los príncipes se apodero del lado este de los grandes reinos, el segundo príncipe del oeste haciendo una fortaleza impenetrable y el tercer y último príncipe del norte.

—¿Y qué paso con esos príncipes, Leen? —Le pregunto Jaxon cuando noto que se quedó callada.

—El primer príncipe fue asesinado a sangre fría mientras luchada por defender su fortaleza de una bestia que estaba sedienta de sangre y que lo único que buscada era guerra —y ella no se arrepiente de haberlo hecho—, el segundo príncipe fue condenado a la muerte la cual nunca llego ya que según cuenta la leyenda se escondió dentro de la oscuridad haciendo que el manto que cubría al pueblo desaparecía junto a las criaturas que vivían dentro de ella —posiblemente aun sigan vivas esas criaturas con las que tanto sueña Mérida—. Y el último príncipe fue desterrado justo antes de que su castillo fuera atacado y quemado únicamente dejando ruinas por su soberbia y codicia de querer tener una mujer a su lado a la fuerza y no por voluntad propia.

—¿Estuviste presenten en esas batallas? —Es vez quien pregunto fue Kirtash en un bostezó.

Ella sonrió para sí misma.

—¿Quieren que les cuente un secreto? —Les pregunto aun sabiendo la respuesta.




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