Saga Blackdalion

5-El León Herido

Ella estaba muerta.

Era cierto que no la había amado , pero iba a ser su esposa y él no la había protegido.

Su familia nunca había aprobado a su prometida , pero aún sin estar enamorado de ella, Caleb había querido a Maris y estaba dolido por su temprana muerte. Era una mujer joven con toda una vida por delante que unos asesinos habían destruido. Y él no había podido salvarla.

Ya habían pasado varios meses desde aquello pero si bien en los primeros días se había mostrado fuerte por el bien de su familia, ahora sentía que la aflicción lo doblegaba.

Kyrios contempló a su hijo mayor , era el único de sus hijos que había heredado los ojos oscuros de su padre, el abuelo que no habían llegado a conocer. El joven estaba de espaldas a él en actitud meditativa, al verlo se quedó pensando en qué momento se había convertido en un hombre. Todos sus hijos habían crecido pero ver a su primogénito tan grande como él mismo lo conmovía profundamente . Además , Caleb estaba pasando por un mal momento .

Kyrios conocía demasiado bien a sus vástagos, nunca se había dejado engañar por las apariencias. Sabía que su hija menor era la más fuerte de todos ellos, su femineidad y su delicado cuerpo escondía el temple de acero de Elady, reconocía la sabiduría en Ennis bajo su confusión y la grandeza en Connor detrás de su carácter despreocupado. Así también , sabía que  el estricto código de honor y deber de su hijo mayor escondía una debilidad, ahora mismo la culpa por no haber salvado a su prometida estaba destruyendo a Caleb, era incapaz de sobreponerse a las injusticias del mundo.

Se acercó lentamente a su hijo y se acomodó junto a él en la balaustrada .

-No es tu culpa Caleb. Tú no podías estar en todas partes, no sabías que iban a atacarla.

-No pude salvarla – respondió apenado

-¿Sabías que me salvaste a mí antes de nacer? – le preguntó él sacándolo de su abstracción.

-¿Qué? – preguntó su hijo mirándolo fijamente.

-¿Alguna vez te conté cómo me enteré que tu madre te esperaba?

-No . Creo que hay muchas cosas que no nos han contado padre. ¿Es que acaso llegué antes de lo planeado? – preguntó significativamente con una leve sonrisa.

-¡Claro que no! – exclamó Kyrios fingiéndose escandalizado- Tú eres demasiado correcto para hacer algo así ,creo que no hubieras aceptado nacer si no fueras "legítimo". Va en contra de tus principios – se burló su padre arrancándole una sonrisa plena y sincera antes de proseguir con su historia-

Yo había sido gravemente herido en aquellos días, de hecho me estaba muriendo. No tenía miedo aunque con la poca conciencia que conservaba me resistía a abandonar a tu madre, sin embargo no tenía fuerzas para luchar.

Ella apareció inesperadamente cuando yo agonizaba, no pude reconocerla pero en ese momento me dijo que te esperaba.

Dicen que estaba inconsciente que no pude escucharla, lo cierto es que empecé a recuperarme. En algún lugar de mi mente resonaron las palabras de Elady y me aferré a la vida con todas mis fuerzas.

Quería vivir Caleb, deseaba conocerte, tenerte en mis brazos , verte crecer y ese deseo me mantuvo vivo.

Cuando naciste todos se burlaban porque me preocupaba demasiado por ti. Me sentía tan torpe cargándote, creo que nunca me sentí tan inseguro como el día que te sostuve por primera vez. Eras tan pequeño y frágil que me aterraba dejarte caer, tu madre y Dominick se divirtieron mucho con mi torpeza aquellos días.

Lo cierto es que te amé desde el primer instante Caleb y me enorgullece el hombre en que te has convertido.

Sé que estás sufriendo pero no dejes que te destruya hijo. Estamos aquí para ti, no nos alejes – pidió Kyrios antes de palmearle la espalda y dejarlo solo con sus pensamientos.

Caleb se quedó pensando en las palabras de su padre. No temía tanto su propia destrucción como preocupar a los que amaba. Sabía que su humor sombrío los estaba lastimando y no quería arruinar la reciente felicidad de sus hermanos. Tampoco quería ver la pena en los ojos de su madre, todos habían pasado por mucho recientemente y él no los cargaría con su dolor.

Siempre había sentido que era su responsabilidad proteger a los suyos, no importaba que su padre cumpliera con creces ese papel, él se sentía responsable por el bienestar y felicidad de ellos.

Kyrios sintió a su esposa acercársele y abrazarlo por la cintura.

-¿En qué piensas mi Blackdalion del Castillo Negro? – preguntó ella risueña

-Era un buen título , no te burles – respondió él volviéndose para mirarla

-Sí, pero yo prefiero a Kyrios del Castillo de los Cerezos. El otro es un guerrero , el del Castillo de los Cerezos es un hombre enamorado.

- Guerrero o no , yo soy un hombre perdidamente enamorado desde el día que te vi por primera vez Elady. Y volviendo a tu pregunta, pensaba en Caleb.

-¿Hablaste con él? – le preguntó ella y su voz sonaba preocupada.

-Sí, creo que estará bien. Necesita un poco de tiempo. Era más fácil consolarlos cuando eran pequeños ...-dijo con pesar.

-A veces creo que es mi culpa que él sea tan serio y se tome todo tan a pecho – comentó pensativa

-¿De qué hablas?-preguntó Kyrios distraído

-Cuando esperaba a Caleb estaba tan preocupada por la guerra, por ti...que creo que le transmití todas mis preocupaciones .

-Deja de decir tonterías...- fue la diplomática respuesta de él

-Entonces por qué es tan responsable...tan culposo.

-Es de familia, tú no tienes la culpa. Elady- dijo de pronto asaltado por un pensamiento repentino – si lo que dices fuera cierto, me pregunto en qué estabas pensando cuando estuviste embarazada de los otros tres.

-¿Magia y diversión? – preguntó divertida y con los ojos rebosantes de picardía.

-Y travesuras...-agregó él con los ojos azules chispeantes mientras la acercaba más a sí- Caleb es el mayor, cariño -continuó más serio-tal vez por eso sea así, pero va a superar esto y nosotros vamos a cuidar de él . Aunque no quiera – agregó con ternura.




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