Saga King's

CAPITULO 44

 

UNA ARMADURA ROTA
 


La llamada a media noche no fue algo muy grato para Lena. Abrió los ojos adormilada, apartó el cabello de su rostro que cosquilleaba su mejilla. Tomó el auricular llevándolo hasta su oreja bostezando.

- ¿Señorita Kuztnikova?

- ¿Si? - abrió los ojos al escuchar su nombre.

- Llamó de la estación de policía - dijo la voz de la mujer en un tono mas bien cansado -, hay un hombre que insistió en ocupar su llamada para hablarle, ¿Le gustaría hablar con él?

- ¿Q-quien es?

- El señor Ryder King - respondió tomando un tono más severo -, él ha estado involucrado en un alboroto en uno de los bares del centro.

- ¡Oh! - respondió Lena sin saber que más decir.

Estaba sorprendida de que su ex jefe le hubiera hablado a ella en vez de a alguno de sus hermanos, incluso a su padre que parecía se un hombre muy agradable.

- ¿Señorita Kuztnikova? - la voz de la mujer parecía insistente.

- Gracias por llamar - dijo sentándose en la orilla de la cama y peinando su cabello con la mano libre -, llamaré a alguno de sus hermanos para que vaya a la estación.

- Es una gran idea señorita Kuztnova - asintió la mujer mucho más amable -, es peligroso que salga a esta hora de la noche. Le daré la noticia al señor King, disculpe las molestias y buenos días.

Lena miro por instinto el reloj y vio que eran ya la una de la mañana.

- Gracias por avisar señorita.

- Estamos para servirle.

La mujer colgó y de inmediato cubrió su sencillo pijama con una bata de algodón y fue hasta su agenda para marcar el numero de Dallas, él era el único que podía ayudar a su hermano. Panther estaba fuera de la ciudad en ese momento.

- Hola - contestó Dallas aún con el tono de voz vivo y juvenil. Parecía que aún no estaba en la cama.

- Soy Lena - dijo de inmediato.

- ¡Lena! ¿Pasa algo? - Demandó preocupado.

- Me han hablado de la estación de policía - respondió manteniendo el mismo tono neutro aunque con un dejó de preocupación por lo sucedido -, tu hermano Ryder está detenido, parece que hubo un alboroto y lo detuvieron.

- ¡Oh mierda! - gruñó Dallas -. Lo siento.

- No te preocupes - sonrió -, si tuviera un hermano como él en no dudaría en maldecir un poco.

Dallas rió. Su risa se escuchaba mucho mas cansada de lo que ella pensó.

- Disculpa - se aclaró la garganta -, los ensayos terminaron hace un rato. Estaba tomando una cerveza y viendo algo en el televisor para relajarme y así poder dormir.

- siento tener que interrumpir con esta noticia.

- No te preocupes - suspiró y lo escuchó levantarse -, voy de inmediato para allá. No creo que le guste mucho verme en tu lugar.

- No entiendo porque ha insistido en llamarme, él y yo no somos nada, ni siquiera trabajo más para él.

- Quizá perdió la noción de las cosas - dijo con la voz ligeramente ronca -, la bebida hace que se pierda la perspectiva.

- Si, pudo haber sudo algo así.

- Buenas... Buenos días - rectifico divertido -, nos vemos mañana. No olvides que tenemos que llegar temprano.

- No lo he olvidado - rió Lena tranquilizándolo -, estaré a tiempo.

- Gracias, nunca olvidaré...

- ¡Dejalo! - le interrumpió -, tienes que ir a sacar a tu hermano de la cárcel.

- Debería dejarlo ahí toda la noche - gruñó molesto -, últimamente ha estado insoportable, se lo merece.

- ¡Es tu familia, no puedes dejarlo ahí!

- Está bien, lo haré sólo por ti.

- Gracias -. Sonrió.

- Nos vemos - se despidió.

- Si, nos vemos.

Lena colgó sentándose a la orilla de la cama. Descansó sus manos a cada lado de su cuerpo, miro sus pies desnudos observando sus dedos algo torcidos por los años de baile, los movió mientras recordaba a su padre dándoles suaves masajes mientras ambos permanecían en el viejo salón escuchando algún concierto de Bach su músico favorito mientras ambos leían algunos libros que cada día elegían de la enorme cantidad que poseía en la biblioteca del ático en París.

Ella siempre había disfrutado de aquellos momentos con su padre. Él la mimaba en exceso y ella se lo permitía porque sabia que había sufrido mucho después de la partida de su madre.

Movió la cabeza negándose a pensar nuevamente en ella, no merecía ninguna de sus pensamientos y el tiempo que perdía en recordar lo que ocasionó su partida. Desvío sus pensamientos hacia Ryder King, que estaba encerrado en una celda fría con algunas copas de más. ¿Qué habría pasado para que su ex jefe se emborrachara entre semana? Él siempre había sido un hombre responsable de su trabajo, esa era la razón por la que Construcciones King estaba posesionada entre las mejores del estado de Texas.

Se levantó preocupada y fue hasta la cocina para servirse un vaso de agua. Buscó un vaso de cristal y lo llevo al fregadero para abrir el grifo.

Dejó que se llenara y le tomó un par de sorbos antes de vaciar ella agua restante. Dallas haría su deber y ayudaría a Ryder a salir de la cárcel, estaba segura de eso, no quería pensar que cumpliera su amenaza y le dejará toda la noche en la fría celda.

Miró preocupada la puerta principal mientras en su cabeza se complicaba en ir hasta la estación de policía. Empero había un problema : ella no tenia auto y tendría que llamar a un taxi para que la llevara hasta allá.

La celda daba vueltas en torno a él. Cerró los ojos y fue más intenso, así que los abrió nuevamente buscando equilibrarse sobre la banca en la que estaba sentado esperando. Una sonrisa burlona se asentó en sus labios cuando pensó en la cara de Lena cuando recibió la llamada de la oficial de policía que no tuvo otro remedio después de una lucha de voluntades en hacer la llamada.

Él deseaba verla preocupada por él al tener la noticia de que estaba detenido. Él deseaba que ella se sintiera mal por él, por ser la causante de que estuviera ebrio e hiciera desmanes en el bar por ella...




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