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El Rey Kaelin se sienta en su trono, mirando a su hijo Noah con una expresión seria.

Kaelin- Noah, hijo mío, es hora de que hablemos sobre tu futuro.

Noah se puso de pie mirando a su padre con una mezcla de curiosidad, aunque un poco irritable ya que sabe lo que dirá su padre.

Noah- Qué quieres decir, padre? - Preguntó.

Kaelin- Quiero decir que es hora de que te cases. - Respondió el rey. - La princesa de Azura es una mujer hermosa y noble, y sería una excelente esposa para ti.

Noah se sintió como si le hubieran golpeado en el estómago. No le parece justo querer casarse por deber ya que su futuro es convertirse Rey algún día.

Noah- Casarme? Pero padre, no quiero casarme. - Noah protestó poco irritado. El Rey Kaelin frunce el ceño al escuchar a su hijo.

Kaelin- Qué quieres decir? El matrimonio es una parte importante de la vida de un rey. Es necesario para asegurar la sucesión y la alianza con otros reinos.

Noah- No quiero ser rey, padre. Quiero ser libre, quiero navegar por los mares y descubrir nuevos lugares. Quiero vivir mi propia vida, no la vida que tú has planeado para mi. - Noah sacude su cabeza. El rey Kaelin se levanta de su trono, su rostro enrojecido por la ira.

Kaelin- Eres un principe Noah. No puedes simplemente hacer lo que quieras. Tienes responsabilidades y deberes que cumplir. - Aclaró. Noah se mantuvo firme, mirando su padre con una determinación que nunca se había mostrado antes.

Noah- No me importa ser una principe, padre. Me importa ser libre. Y no me casaré con nadie que no sea de mi elección. - Noah se mantiene firme ante su declaración. El Rey Kaelin se burla por la respuesta de su hijo, mira a sus guardias quienes están patrullando la sala de trono luego mira su hijo nuevamente, con una mirada seria y fría.

Kaelin- Si eso es lo que realmente quieres, entonces hagamos un trato. - La curiosidad de Noah se despierta al escuchar a su padre. - Te daré exactamente 5 lunas para que me busques el Ojo de la pirata temible, es un tesoro valioso y antiguo. Si encuentras el Ojo de la pirata temible y me lo traes, entonces te dejaré libre como tu lo desees.

Noah se alegra al escuchar eso pero, al notar una mirada fría e seria de su padre. La sonrisa de Noah desaparece al instante.

Kaelin- Sino no logras encontrar el Ojo de la pirata temible en 5 lunas, entonces te casarás con la Princesa de Azura y te harás rey sin protestar. Entendido? - Mira a su hijo esperando que esté de acuerdo con el trato. Noah pensó por un momento sobre el trato de su padre, por un lado quiere ser libre y por otro teme que no lo logrará encontrar ese tesoro que su padre pide.

Noah- Lo haré padre.

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La aldea de pescadores está situada en la costa de una bahía tranquila, rodeada de acantilados y montañas verdes. El sol está comenzando a ponerse pintando el cielo de tonos rosados y anaranjados.

Mientras la noche cae sobre la aldea, los aldeanos se sientan alrededor del fuego, compartiendo historias, y dando gracias por la abundancia del mar y la bondad de la vida. La aldea es un lugar de paz y armonía, donde la gente viven en equilibrio con la naturaleza y se apoyan mutuamente en momentos de necesidad. El anciano y su cabra caminaba por la aldea hasta chocar con un joven con una capa puesta color verde oscuro.

-Lo lamento señor. - Se disculpó mientras miraba hacía atrás. El anciano no le dio tanta importancia que siguió caminando. Miró una puerta trasera que un guardia patrullaba, él y su cabra se habían escondidos detrás de unos barriles llenos de manzana.

-Esto será difícil, pero tu me ayudarás Ana. Distraeré al guardia mientras tu usas tus cuernos para que él caiga y así podré salir. - Le explicó a su cabra. Sonrió levemente. - Eso es un sí. Adelante Ana!

⛊Noah⛊

Había chocado con un anciano accidentalmente, quería buscar una manera de tomar un barco sin ser notado como príncipe. Encontré una puerta que solamente un guardia cuidaba, miré el anciano lanzando manzanas al guardia, mientras su cabra se colocaba detrás del guardia. Me acerqué hacia a ellos, para luego esconderme detrás del barril. La cabra usa sus cuernos para empujar al guardia, el guardia se había caído al suelo, cuando el anciano intentó abrir la puerta.

-Ana usa tus cuernos para tumbar la puerta! - Grita con desesperación, su cabra solo empezó devorar una manzana, corrí hacia al anciano para ayudar abrir la puerta. - Vaya eres tu de nuevo. Esta cosa no abre, al parecer los herreros no hicieron bien su trabajo.

-Tiene cerradura - Dije, miré al guardia levantarse. - Ay no!

-Detente! - El guardia furioso nos miró.

-Corre! Ana! - Empezaron a correr. Seguí al anciano, él se había montado en su cabra, no podía creer que una cabra podía con él. - Jóven! Siganos!

Mientas corríamos, las personas al frente se hacían a un lado, el guardia había llamado a los demás para poder atraparnos. Corríamos por el mercado, el anciano tomó varias botellas mientras pasaba, entramos hacia al bosque. Volteé hacía atrás y los guardias nos había dejado ir. Seguí al anciano, llegamos al orilla de la isla cuando noté que habíamos salido del reino.

-Oiga, no por ser grosero... Pero, por que nunca se atrevió pasar por el bosque? - Pregunté con cansancio.

-Ya sabía que el bosque no tiene muro, el rey es tan tacaño que decidió poner muros nomás al frente. Solo que nosotros queríamos ir por el camino corto. - Explicó el anciano mientras se bajaba de su cabra con las botellas en mano. - Quién eres? No eres de por aquí...

-Soy Noah. - El anciano empezó a desamarrar el barco. - Usted es...

-Soy Meldrick Hitch, pero me puedes decir Diente Plateado. - Dijo mientras se sube su cabra al barco.

Noah- A dónde va? - Pregunté.

Meldrick- Iré a buscar mi tripulante, llevo días que no los puedo encontrar. - Dijo.