Salvame

Epilogo

Han pasado cuatro años de lo sucedido con el secuestro, cuatro años que mi vida cambió para siempre. Ese día pensé que iba a morir en manos de esos hombres, todo era tan confuso e inquietante. No sabía si volvería a ver a mi padre y a Lucas, pero permanecí con la esperanza de hacerlo hasta que fui rescatada. Lo más sorprendente fue que quien me rescató fue mi chico, aquel hombre de quien me enamoré con locura y se encargó de salvarme. No solo lo hizo ese día, él me salvó de permanecer en la oscuridad.

Busco hasta que encontró la verdad, me libero de mi tormenta y por el momento soy la mujer más feliz del mundo, me ha dado cosas maravillosas y se ha dedicado a seguir haciéndolo.

Por un momento pensé que lo iba a perder, verlo subir a esa ambulancia fue mi perdición. Recuerdo que entré en pánico y tuvieron que sedarme y desperté en el mismo hospital donde estaba mi novio y de inmediato fui a su búsqueda. Mi padre, Margaret y el equipo de seguridad se encontraba esperando por el resultado del estado de Lucas y cuando el médico nos informó que estaba bien fue como si mi alma volviera a mi cuerpo. No podía perderlo, ni en ese momento ni nunca, él ha sido la persona que se encargó de salvarme.

Las personas que se encargaron de mi secuestro fueron capturadas y otras murieron ese día, entre las muertes estaba el jefe de la mafia y la supuesta viuda. Colemart fue herido pero eso no lo salvó de su sentencia por secuestro, extorsión, robo, fraude y muchos delitos más de una larga lista y ahora cumple su condena y no creo que logre salir alguna vez.

Fue un alivio en saber de qué yo no tuve nada que ver con la muerte de Cristian, pero lamentaba todo lo que había que tener que pasar con su familia. Mi padre de inmediato se hizo cargo de Margaret y sus hijos, le dio vivienda y educación. Ella es enfermera y se hizo cargo del cuidado de mi padre y un año después nos sorprendió con la noticia de que se casaban. Ambos se habían enamorado y lucían felices, unos meses después mi padre les dio su apellido a los niños sin dejar el Gaumth, no quería que los niños quedaran desamparados por si algo le llegaba a pasar.

No me opuse, al contrario estaba feliz de tener dos hermanitos a quien cuidar. Además, tres meses después del secuestro me casé con Lucas y un mes después esperábamos a nuestro primer hijo así que mi casa ya no iba a permanecer sola.

Observo a los niños correr por el gran jardín, el pequeño Andrew va de la mano de Rocío, la hija mayor de Margaret y José Luis, su hermano menor va de la otra mano de mi hijo. Ambos corren por el prado saltando las ramas y solo se escucha sus risas.

-Son hermosos- Margaret se sienta a mi lado observando a nuestros hijos jugar, ella ha sido una gran amiga y ha podido alivianar ese vacío que dejó mi madre.

-Lo son- Sonrió bebiendo un sorbo de té.

-¡Acá están nuestras bellas esposas!- Mi esposo llega junto con mi padre, quien sonríe de oreja a oreja.

-Las más hermosas- Dice mi padre y sonríe cuando besa mi frente y se sienta junto a su esposa para llenarla de besos.

-¡Basta!- Margaret se ruboriza y a mi padre le encanta.

-¿Cómo te has sentido?- Lucas toma mi mano haciéndome que me levante y se sienta para después hacerme sentar en sus piernas y acariciar mi enorme barriga.

-Agotada, esta niña no ve la hora de salir para jugar con su hermano y tíos- Sonrió ocultando mi rostro en su cuello, mi esposo ríe acariciando mi barriga donde nuestra hija aguarda para su nacimiento.

-Solo falta un mes cariño- Dice mi esposo.

-¡Buenas tardes!- Levanto mi rostro y veo a Raúl entrar junto con su esposa, ambos nos saludan de beso de mejilla antes de sentarse a nuestro lado y ver nuestros hijos jugar.

-¿Dónde está el pequeño Marcos?- Pregunto y veo el coche de bebé a su lado y me levanto para tomarlo entre mis brazos.

-Ven con tu madrina- Empiezo a besar sus cachetes regordetes.

-Cada vez está más gordo- Dice mi esposo a mi lado acariciando su mejilla.

-Es glotón al igual que su padre- Dice Alicia.

-No es glotón, solo que a él le gusta lo mismo que su papi- Dice mirando los senos de su esposa.

Reímos y al poco tiempo mi suegra y Roberto se sientan junto a nosotros y empezamos a repartirnos al pobre Marcos hasta que se queda dormido en el pecho de su padre.

-No veo la hora de tener a mi pequeña así- Dice mi esposo señalando a su amigo.

-Muy pronto la vas a tener- Mi esposo sonríe acariciando mi estómago y sentimos como nuestra hija se mueve, al parecer ella también está ansiosa por nacer.

-Mami tengo hambre- Mi pequeño Andrew se acerca.

-Vamos cariño, llama a tus tíos para que tomen su merienda- Dice mi suegra tomando su pequeña mano y le hace señas a mis hermanos quienes vienen corriendo y antes de irse nos regala un beso a cada uno.

-Están tan grande- Dice Raúl mirando a mi hijo desaparecer dentro de la casa.

-El tiempo pasa muy rápido- Digo con nostalgia recordando cuando era tan solo un bebé.

-Bueno hay que aprovechar al máximo el tiempo con nuestros hijos y no cometer los errores del pasado- Dice mi padre mirándome con tristeza –Perdóname hija por no haber estado para ti- Toma mi mano sobre la mesa y la besa.

-Papi ya hemos hablado sobre eso, ya no debes de pedir perdón- Sonríe y suelta mi mano para tomar la mano de su esposa.

-Ahora gozo de tres hijos y tres nietos- Dice mirando al pequeño Marcos que también forma parte de la familia como si fuera su nieto.

-Papi estas muy sentimental ¿No habrás dejado embarazada a Margaret?- Digo y puedo ver como el rostro de Margaret se pone pálido y mi padre estalla a carcajadas haciéndonos reír a todos.

Reímos y disfrutamos una tarde más en familia. Esto es lo que se ha convertido en mi vida, un hogar, una familia, es todo lo que había deseado y hoy lo tengo gracias a él, a mi héroe, a mi esposo y mejor amigo.



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En el texto hay: romance, drama, salvame

Editado: 21.10.2023

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