Sálvame

Capitulo 26. Amor

Mónica

La semana ha sido bastante ocupada, cuando llegue a casa mi padre me puso atender la tienda mientras iba a dejar un pedido, decido hacer un pequeño inventario de lo que hace falta, una sonrisa cruza mis labios, estos días me he acercado más a Fernando, diana y yo hemos arreglado las cosas, kev ya no me odia por dejarlo tirado en el antro la otra vez.

La campanilla de la tienda suena dejándome ver a un Fernando sonriente y con unas rosas en mano, mi sonrisa se ensancha más.

—Mi padre dijo que dejaras de quitarme el tiempo.

Llego hasta a mí y deposito un casto beso en mis labios, estos días habíamos actuado como novios, sinceramente la idea de serlo me emocionaba, pero tenía miedo de preguntar, no quería arruinar nada.

—Tu padre no se enterará que estoy aquí — sonrió.

Amaba cuando sonreía, sus ojos se le iluminan luciendo mucho más su color miel.

—Ayúdame con mi tarea — le pedí y el negó con el ceño fruncido — prometo que esta vez no hay inyecciones de por medio.

—La última vez me dijiste lo mismo y mi brazo parecía coladera — reclamo y reí.

—Bueno pero esta vez sí será así, solo necesito aprender unas cosas para el examen.

—Acepto si duermes esta noche conmigo.

Las cosquillas en mi estómago se hicieron notar, desde aquella vez en el antro que dormimos juntos me ha pedido dormir juntos o a veces entra a mi habitación, me encanta que por fuera se vea malo y cuando duerme se ve tan inofensivo, toda la noche se la paso abrazándome y cada que me alejaba me seguía.

—No, mi padre viene temprano así que no podre.

Se encogió de hombros.

—Si tu no vienes a mi yo voy a ti.

Robo otro beso a mis labios, hice un puchero ante la idea de que algún día cambié esto.

La tarde se pasó y entre ella nosotros estuvimos estresados, deje la computadora de lado observando a Fernando tan concentrado intentando averiguar de qué va la pregunta de medicina, tomo mi celular y disimuladamente tomo una foto, la contemplo por unos minutos hasta que Fernando me quita el teléfono.

—Estoy ansioso por ver a Edna moda en modo enfermera y esto — me enseña el teléfono — es una perdedera de tiempo.

—Perdón mamá — ruedo los ojos — deja de decirme edna moda.

—Pero si así te llamas, Mónica solo es un apodo — me sonríe, ruedo los ojos.

Proseguimos con nuestra tarea de investigar, cuando llega papá invitamos a Fernando a comer.

—¿Tu prepararas la cena?

La cara que tenemos mi padre y yo debe ser un poema, cuando Fer se ofreció a prepararlo no hayamos como decirle que no, así que aquí nos tienen cenando sándwich improvisado porque cierto individuo exploto la cocina.

—Juro que nunca había pasado eso.

—Muchacho me preocupa que todos los días estés solo en tu casa.

Reprimo la sonrisa que amenaza con salir. Miro a Fernando quien me mira burlón.

—Deberíamos invitarlo a cenar diario — propongo y mi padre me mira serio.

—Tampoco me refiero a eso.

Ruedo los ojos, nuestra cena transcurre en silencio y con unas cuantas miradas entre Fernando y yo. Los días pasan he notado a Fernando distante y es algo que me temía, decidida me voy directamente a su casa después de la universidad, no sale así que supongo que salió, decido esperarlo en su puerta.

El cielo se ha tornado azul marino, quiere decir que la oscuridad no tarda en salir, me pongo de pie tal vez no llegue, agarro mis cosas yéndome y entre las sombras lo veo, no me muevo me quedo donde estoy él se acerca, no dice nada solo me mira como si estuviera buscando algo en mi rostro, por instinto mi mano viaja a su mejilla, noto que se sobresalta mas no quita la mano.

—H-has estado distante — murmuro. No dice nada — puedo alejarme si es lo que quieres.

—Necesito que te alejes, pero no quiero que lo hagas — cierra sus ojos por unos momentos — contigo puedo ser yo.

Frunzo el ceño, quiero preguntar a qué se refiere, me detengo cuando veo una lagrima recorrer su mejilla.

—Me quedare siempre y cuando tú lo quieras.

Me tomo el atrevimiento de abrazarlo, el me devuelve el abrazo, se aferra a mi cuerpo como si estuviera cayendo y fuera de lo único que se puede detener, recuerdo cuando mi madre me acariciaba la espalda cada que me ponía triste, hago los mismo con Fernando.

—Estas muy frio, vamos adentro, no quiero que te enfermes.

—Porque me tratas como si fuera un cristal delicado — murmura — a cada lugar que voy no importa quién soy, simplemente me tratan como si fuera una mancha, pero tu…

Me separo un momento de él, veo su rostro cubierto de lágrimas.

—T-te trato así porque tus ojos me muestran cuan roto estas, tal vez no ayude en nada, pero no quiero ser otro motivo por el cual ese cristal — señalo su pecho — se estrelle más.

Vuelve a abrazarme, puedo sentir su corazón latir, cierro los ojos dejándome llevar, cuando lo conocí era un chico con muros extremadamente fuertes, ahora es un chico destrozado o tal vez yo estoy equivocada y él no me está mostrando su verdadera cara.

***

Holaaaaaa, lamento la demora pero me abrazo fuerte el bloqueo, espero esten bien, quisiera dar mas detalles pero mi lado anti-romantico me lo impide, relamente no se como describir las escenas que tratan de romance asi que no me juzguen porfa, espero les guste el cap y no svemos en el proximo, no olviden tomar awita.

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