Las consecuencias de cualquier acto se pagan tarde o temprano, a muchos les gusta decir que es el karma, las consecuencias son tan graves como fue el acto y para un joven que ha causado tanto daño por tan corto tiempo, el karma empieza a llegarle y que mejor que hacer que se aferre a una persona tanto que quisiera tener otra vida, pero así es el karma te da donde más duele.
Los mafiosos se preparan para una guerra, los García han quedado vulnerables y llenos de rencor, si antes se respetaba el “No pisar terreno enemigo” ahora ambos clanes han creado una nueva frase y es “La tierra es de quien la sepa gobernar”, ha Jorge lo único que le interesa es ir por el bastardo que decidió jugarle al vivo.
—No puedes atacar terrenos desconocidos — habla Brandon.
Jorge lo mira aburrido, está harto que todos quieran ir por lo moral y no por el interés.
—Invadan esos terrenos, quiero que los Montero desaparezcan — mira a cada uno de sus soldados — es una orden, quien no la cumpla muere, así de fácil.
Por otro lado, los Montero se peleaban entre sí, no tener líder era algo malo, no había quien controlaba y si el tuerto continuaba por más tiempo se volvería una carnicería en la cual solo saldrían vivos los inteligentes.
—Esa fue la orden que dio el diablo.
El tuerto estrello el puño contra la madera, los ojos de alma se cristalizaron, era prácticamente un suicidio sin embargo tenía que confiar en su amado, no podía defraudarlo otra vez.
—Tengo experiencia visitando esas tierras puedo ir yo — hablo alma — se pelear, no seré una carga.
…
Las huellas de los soldados impresos sobre el lodo eran todo lo que se veía sobre el camino solitario, la lluvia había ganado lugar, a lo lejos se veían los muros que separaban la libertad de la esclavitud, la mansión de los García estaba expuesta a los ojos del sádico tuerto, ahí se encontraba la joya más preciada de ambos clanes, podría decirse que el problema por el cual hay tanta rivalidad. El tuerto saco un radio y con una sonrisa en los labios hablo.
—Demuestra de que estas hecha, bonita.
—Promete que si algo sale mal Fernando vendrá por mí.
—Puede que nos este observando ahora mismo.
Camionetas a toda velocidad salían de la gran mansión, invadir territorios no era algo que hicieran los García, pero el nuevo heredero quería dejar huella, ansiaba poder demostrar su poder ante el pueblo, así que decidió asistir al secuestro o más bien a la muerte del diablo.
Besos calientes descendían del cuello de la chica, chica la cual estaba nerviosa pues era su primera vez, Fernando por otro lado estaba perdiendo la cabeza por probar a la chica que tanto le ponía los pelos de punta, sus manos parecían tener mente propia pues no paraban tocar cada parte de aquella chica, por otro lado, la chica no paraba de besar al chico, ambos parecían animales en celo.
—Quiero conocer todo de ti — ataca la boca de Mónica — así que abre las piernas.
La noche callo cubriendo el cielo de estrellas, Fernando contemplaba a Mónica dormir, para ser su primera vez era demasiado caliente, una leve sonrisa surco sus labios, una de sus manos acaricio suavemente la mejilla de la chica, Fernando quería despertarla y decirle que empezaba a sentir cosas que no debía, quería decirle que era un asesino, si ella se lo pedía ahora mismo se entregaba a la policía, no importaba nada mientras se quedara a su lado.
Cuando estaba a punto de despertarla la llamada entrante lo interrumpió, tomo el móvil y se lo llevo a la oreja esperando a que hablaran, miro la ventana que enseñaba el hermoso cielo.
—Debes volver para ejecutar tu plan, princesita — habló la voz ronca del jefe.
Sin más Fernando termino la llamada, miro a Mónica quien estaba absorta de todos sus problemas, deposito un inocente beso en su frente, acaricio su mejilla, tenía miedo de romperle el corazón, pero prefería eso antes que le pasara algo, las cosas se estaban saliendo de control y el que el siga aquí es mucho peligro
—Debo irme, volveré cuando sea libre, prometo pelear por mi libertad.
Fernando tomo simplemente su mochila que tenía armas y se marchó de aquella casa dejando sola a Mónica, antes de irse miro la casa por última vez y un pensamiento cruzo por su cabeza “espera, solo espera”, emprendió marcha, tenía que irse antes del amanecer, no quería toparse con ciertos idiotas que podrían estropear los planes, miro el hombre que estaba a cargo de la seguridad de Mónica, sabía que ella estaría bien.
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Editado: 09.11.2024