Sálvame

Capitulo 30. Imperio

Fernando

6 meses después…

“Se encuentra una camioneta con cuatro cuerpos dentro, un cartel se muestra en el parabrisas del auto con un mensaje *Esto les pasa a los soplones* el gobierno está poniendo cartas en el asunto y los ciudadanos están alertas ya que han hecho una masacre los últimos meses, las mafias están cada vez más cerca y más sanguinarias, algunos de los ciudadanos se han ido a un lugar más seguro…”

Dejo salir el humo de mi boca, odio cuando salen mis creativos actos en las noticias y no me dan créditos, el teléfono vibra por quinta vez en el día, como es costumbre lo reviso topándome con otra llama y mensaje de Edna moda, un pinchazo me atraviesa el pecho, las manos me pican por contestarle.

—Jorge ha infiltrado hombres — entra alma.

La miró con desdén, al parecer todo va bien, me levanto de la silla, en unas horas me voy para Rusia.

—Mándalos al matadero, mis hombres ya saben que hacer y los nuevos…claramente no.

Masajeo mi sien, últimamente he estado bastante estresado, nadie me dijo que dirigir todo un clan era difícil, hace un mes le dije al jefe que prefirió manejar el clan Montero que levantar uno, sin embargo, no me lo permitió, mi celular vibra, abro el mensaje y veo una foto de nosotros comiendo un helado, lo estrello contra la pared.

Esta mujer me la está poniendo difícil, me está tentando la idea de ir y matarla, no puedo tenerla, pero el hecho que siga insistiendo me hace dudar, me paso las manos por el cabello, tomo mi maleta y me voy, Rusia será mi nuevo hogar los próximos años, si quiero tener un imperio debo buscar aliados y tierras nuevas.

6 meses después…

—La venta de mujeres es mejor opción, se gana más.

Hago mi mejor esfuerzo por no rodar los ojos, estoy en una junto con los 5 rusos más sádicos, tengo entendido que la venta de personas es un buen negocio, pero si hago eso sería meterme más en el lodo y para salir estaría demasiado sucio, declino la idea, por octava vez en la noche, se molestan, pero no es como si me importara.

—Fracasaras como líder — dice el barbón güero.

—En un año he levantado un castillo, en dos años levantare una fortaleza y en tres un imperio.

Me levanto de la mesa yéndome, no tiene caso quedarme, llego a la mansión color blanca, alma se levanta del sillón café, puedo ver sus pezones erectos, me pongo duro al instante, llega hasta mi para desatarme la corbata. La miro a los ojos e inevitablemente busco esos ojos cafés.

Me alejo yéndome al bar, me sirvo un vaso de whisky, quiero creer que ella me hacía sentir normal algo que he buscado por mucho tiempo, el sentimentalismo ha quedado descartado para mí y eso lo sabe perfectamente alma.

—Mañana nos vamos a Italia — hablo antes de irme a mi habitación.

—Últimamente preces un ermitaño — habla alma, la miro con una ceja enarcada — olvídala o ve a buscarla, pero deja de destruirte, creí que había algo especial entre nosotros, pero me he dado cuenta que simplemente nos necesitamos.

—¿Disculpa?

—Tu y yo estuvimos juntos por nuestras situaciones similares no por amor, a ella la mencionas en sueños, fumas hasta por respirar y tomas cada que puedes.

—Tengo estrés y dime tu quien eres para decirme todo esto.

—Soy tu mano derecha, debo velar por tu bien y te digo algo, anda ve y búscala has que todo este mierdero la embarre, cumple tu capricho de tenerla — se acerca a mi casi rozando mi labios — no sabes cuanta satisfacción me daría ver como huye de ti.

—Cállate.

—Me costó mucho darme cuenta, como agradecimiento por todo lo que has hecho por mi te ayudare.

Cuando intenta irse la tomo del brazo y la jalo a mi estrellándola en mi pecho.

—Claro que me ayudaras, te casaras conmigo.

Me mira sorprendida, intenta decir algo mas no le sale.

—Aun no será nada formal, necesito acabar con todo esto y así podrás planear todo a tu gusto.

Me voy dejándola con la boca abierta, antes de venir aquí, antes de salir del auto mire nuestras fotos, realmente la busque, el tuerto me dijo que iba a la universidad, que le estaba yendo mejor que nunca, de hecho, le tomo una foto, podía ver su sonrisa, no podía hacerle esto, ella necesitaba estar lejos de mí, así que como acto de agradecimiento me despedí de ella mirando la luna.

Borre las fotos, mensajes, numero, todo que la involucrara, me voy a enfocar en mi presente y futuro, nada más, ella, Edna moda ya no existe para mi, ni yo para ella.

El camino no fue fácil, hubo piedras en el camino, aunque Ignacio me ayudaba fue difícil crecer como líder joven, hubo muchos clanes tanto extranjeros como de mi nación que me quisieron tumbar, claro está que se toparon con pared, tirarme seria aliarse entre sí y atacarme, hubo líderes que me apoyaron y otros me dieron la espalda, políticos incluso gobernadores.

Ya tres años desde que hice mi propio clan, Jorge ha crecido también, se ha vuelto uno de los perros grandes, me ha dado guerra, le he dado guerra, hace 3 meses que regrese, he formalizado y anunciado mi compromiso con alma, hemos regresado para concluirlo, debo preparar todo para no ser atacados en la ceremonia, aunque la boda será en cuatro meses quiero tener seguro todo.

Miro la tumba que tengo al frente, dejo los tulipanes blancos sobre ella, sé que no estaría orgullosa de lo que soy, una sonrisa surca mi rostro.

—Nadie más podrá lastimarnos, soy poderoso y lo seré más, nadie más podrá pasar por encima de mí.

Recuerdo el rostro magullado de mi madre, la ira me carcome, me pongo de pie para mirar por última vez su tumba.

—Vendré pronto.

Me marcho, salgo del cementerio, saco las llaves de mi chaqueta, antes de llegar a mi carro saco un cigarro, lo prendo mientras lo fumo observo los árboles que le dan un aspecto aterrador al cementerio.

—Me lastima no ser tu damo de honor.

Esa voz…mis ojos se abren de par en par, volteo para toparme con el moreno que me mira con una sonrisa y los brazos extendidos, me quedo estático en mi lugar “lo muertos no reviven” el chico o más bien hombre se acerca para abrazarme.




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