Sanadora
"Sakura"
Sasuke Uchiha es un asesino, sus manos están manchadas de sangre, y no solo de la de sus enemigos. La sangre de Itachi le pesa más que la de cualquier otra persona. La de Karin también le hace sentir remordimiento, pero la sola ilusión de la sangre de Sakura en sus manos, le hace sentirse asqueado consigo mismo. Estuvo a punto de matarle, dos veces,
con las mismas manos que ella sostuvo en el bosque de la muerte cuando él no podía contener el dolor, con el chidori que la protegía, incluso con el sharingan, como si fuera si quiera capaz de repetir el momento en su cabeza sin enloquecer.
Incluso sin el sharingan, Sasuke es capaz de recordar cada mala palabra, mala mirada y mala acción contra ella, porque inmediatamente se arrepintió y su expresión dolida, quedó marcada en su memoria, con un peso en su pecho y una sensación desagradable en su estómago. Incluso en ese momento, cuando está en el suelo y su brazo está matándole del dolor, Sasuke se odia un poco más, porque ella está a punto de llorar de nuevo, y como siempre, es su culpa.
A él nunca le ha gustado verle enojada o triste, pero tampoco tuvo la oportunidad de hacerlo mejor. No con un pasado como el suyo, de todas maneras.
"Silencio, necesito concentrarme" su tono es frío y demandante, incluso rudo, y no le molesta. Comprende que si hay alguien en el mundo que tiene todo el maldito derecho de estar enojada con él, de gritarle y reprocharle las mil cosas que hizo mal, es ella.
Sakura le abrió su corazón y lo amó de la manera más pura desde que tiene memoria, le dio recuerdos preciados y su calidez le abrazó poco a poco cada vez que la oscuridad regresaba a él. Sakura le consoló sin siquiera saberlo.
Incluso, su yo de 12 años sabía que ella era una persona valiosa, a pesar de que todo lo que podía ofrecerle eran algunas palabras amables y su protección, porque no iba a permitir que ella le abandonara también.
Incluso si años más tarde intentó matarle. Dos veces.
Qué indigno se siente, no merece ni una más de sus lágrimas. No merece nada más de ella.
"Lo siento"
Y en serio lo siente, porque todo el sufrimiento que le hizo pasar no tiene excusa. Haber levantado su mano contra ella, es uno de los pecados que, sabe, recordará hasta el día de su muerte, y es uno de los que más le pesan en la consciencia.
Ella no puede ni siquiera alcanzar a dimensionar la verdad detrás de esas palabras.
Indigno de todo lo que Sakura representa.
"¿Sí? Pues deberías" ella murmura, con las lágrimas que él siempre le hace derramar, pero esta vez, Sasuke no voltea el rostro para no verle, ni pretende que su sufrimiento no le lastima también. Su yo más joven solía evitar verle en sus momentos de tristeza, porque la vista nunca ha sido agradable. Sakura tiene unos puños de acero, pero un corazón tan amable, tan malditamente amable. "¡En serio, cuántos problemas!"
Sasuke tiene otra disculpa lista para ser dicha, aunque sabe que no va a lograr transmitirle todo lo que se avergüenza de sus acciones pasadas; pero antes de que pueda repetirse a sí mismo, Sakura le dedica una palabra que antes era exclusiva para Naruto, y le sonríe "¡Idiota!"
Él no va a rebatirle. Es un idiota, de hecho.
A Sasuke se le escapa una pequeña sonrisa conmovida cuando Sakura ha dejado de llorar y parece incluso feliz. La calidez usual de ella le alcanza de nuevo, y no se siente sorprendido cuando se da cuenta de lo mucho que la extrañaba hasta ese momento. Es que ni siquiera se preocupa por fingir indiferencia, se siente demasiado en paz, con la guardia baja y demasiado feliz también.
Siempre ha sido así, como un bálsamo agradable en las heridas.
Piensa de repente, que su rol como sanadora es más que indicado para alguien como ella, capaz de aliviar cualquier tipo de dolor y traer confort, incluso en los peores momentos.
Más tarde, mientras Sakura lo lleva en brazos a la aldea, Sasuke se permite sonrojarse un poco, harto de pretender que la mujer que lo está cargando hasta el campamento no le gusta ni un poco.
Y cuando Naruto los ve, desde los brazos de Kakashi-sensei, solo atina a reírse entre dientes en el momento en que presencia como su amigo decide mandar a la mierda todos los años de represión emocional.
Es que en serio ¿creía que no se daba cuenta cuando se tapaba la cara toda sonrojada cuando eran unos genin?
Naruto es idiota, pero no ciego.