Sangre Mestiza

Capítulo Cuatro; Accidente/El Paradero de Angely.

Los días pasan volando, ya han pasado tres meses desde que Madie fue internada, recuesto mi cabeza en la ventana del autobús y miro a través de ella.

Salí del instituto hace unos minutos, normalmente regreso caminando a mi casa pero debido a que últimamente han desaparecido muchas personas y aun no encuentra una explicación para esto, por lo que mis padres me dijeron que por un tiempo sería mejor tomar el autobús escolar.

A mi lado se encuentra Jaden, que le ha tocado regresar en autobús por la misma razón que a mi. Él es el único del instituto que realmente es mi amigo. Tampoco digo que no tengo más amigos aparte de él, pero es con quien más me llevo desde que Nia se graduó. Revisa su teléfono con inquietud cada treinta segundos, por lo que me ha dicho, hace unas horas ingresaron a su madre al hospital porque al parecer su parto se adelantó. Pasaron unos minutos hasta que escuché un suspiro de su parte llamando mi completa atención.

― Ya ha nacido. ― Me informa sonriendo. ― Mamá está fuera de peligro. ― Su sonrisa se ensancha más al decir esto.

― Eso es genial ― Contesto emocionada. ― ¡No puedo esperar por conocerlo!

― Yo igual. ― Su sonrisa se ensancha con cada palabra que sale de su boca.

Otra de las razones por las que nos llevamos tan bien, es porque hemos estudiado juntos desde preescolar y con el pasar de los años nuestras familias fueron forjando una fuerte amistad siendo él otro de mis mejores amigos.

― Cambiando de tema... ¡Se acerca tu cumpleaños!, cumplirás dieciocho y debemos celebrarlo a lo grande.

Estaba por contestarle cuando nuestra conversación fue interrumpida al escuchar varias quejas de chicos diciendo que el conductos ya ha pasado sus paradas. Todos nos encontramos agotados luego de la semana de exámenes y lo único que queremos es llegar a nuestras casas y tener un merecido descanso lo más pronto posible.

Empezamos a ir a una velocidad que aumenta con el paso de los segundos, los de cursos menores comienzan a inquietarse más de lo que ya estaban, mientras que los demás nos preocupamos al ver que nos estamos desviando del carril.

― ¡Vamos a morir! ― Grita una niña de primero de primaria provocando que sus amigos se angustien y empiecen a gritar también.

Me levanto de mi asiento y Jaden imita mi acción, nos encaminamos rápidamente hacia la parte delantera del autobús para ver que es lo que ocurre, esta tiene una pared que separa la cabina del resto del autobús para que el conductor pueda tener más privacidad.

Intento abrir la puerta pero me es imposible, Jaden me hace a un lado y la patea con la intensión de tirarla pero lo único que logra que un dolor en la pierna. Suprimo una sonrisa por la seriedad del momento. Vuelvo mi mirada a la puerta y me doy cuenta de que realmente ha logrado abrirla, con prisa la empujo hasta introducirme en la cabina.

El conductor ha desaparecido.

Jaden toma el volante e intenta maniobrarlo mientras que yo piso el freno e intento saber como rayos detener esto. Finalmente conseguimos volver al carril y que el motor se apague, para desgracia de todos los presentes el autobús sigue en movimiento. Puedo escuchar las voces de muchos chicos pidiendo ambulancias, eso solo me pone más nerviosa. Otros chicos en su desesperación intentan lanzarse del autobús pero les es imposible, tanto puertas como ventanas están bloqueadas.

Jaden y yo cruzamos miradas, lo único que podemos hacer ahora es esperar.

Nos dirigimos a la parte trasera para calmar a los más pequeños, gracias al cielo la velocidad ha disminuido y eso hace que todos se tranquilicen un poco. Por las ventanas puedo ver que nos acercamos al Hospital Semyazza, el hospital en el que está internada Angely.

Entre más nos acercamos mi audición se vuelve más clara, gritos de desesperación y angustia peores a los que producían los chicos anteriormente.

Pasamos a través de una ligera cortina de humo para después envolvernos en otra y luego en otra, cada una peor que la anterior. Al no tener ninguna entrada de aire el humo no interfirió con nuestra respiración.

Nuevamente todos se alarmaron, esperamos unos segundos hasta que finalmente chocamos contra algo provocando la caída de los que estaban parados.

La entrada principal del hospital.

Cientos de personas corrieron por la entrada que anteriormente habíamos deteriorado, podía ver como los llamas consumían en su totalidad muchas áreas del hospital, nosotros seguíamos encerrados sin poder huir, lo único que esperaba era que las llamas no llegaran al autobús ya que eso volvería más fuerte el incendio y de paso todos nosotros moriríamos calcinados.

Minutos después los bomberos lograron apagar el incendio casi en su totalidad, nos ayudaron a salir del autobús para luego hacernos pasar por una revisión para ver si estábamos bien.

Frente a nosotros habían paramédicos de un hospital cercano atendiendo a los más perjudicados en el incendio, noté el cansancio llegar a mis ojos; la presión por los exámenes, el asunto de Angy, el no haber tenido una buena alimentación los últimos días, más todo lo que acaba de ocurrir. Todo eso me provocó un desmayo.

...

Camino por los pasillos de la clínica a la que he estado asistiendo los últimos tres días para un chequeo rutinario. Dijeron que todos teníamos que estar en observación por unos días para estar completamente seguros de nuestro bienestar.



#13930 en Fantasía
#8457 en Thriller
#3329 en Suspenso

En el texto hay: demonios, guerras, angeles caidos

Editado: 23.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.