Sangre Mestiza

Capítulo Ocho; Despertar.

Corro entre los árboles con rapidez, no tengo idea de qué o quién huyo, solamente sé que debo hacerlo. Estoy descalza y el terreno en el que estoy no me es favorable, cientos de rocas se atraviesan en mi camino llevándose parte de mis uñas con ellas, mis pies ya han comenzado a sangrar y con cada paso que doy nuevos cortes aparecen en mi cuerpo.

Mis ojos empiezan a arden gracias a la terrible capa de sudor sobre mi frente amenazando entrar a ellos, siento que en cualquier momento mi cuerpo se desmoñará, en mi cansancio intentó detenerme y descansar unos segundos, al instante un dolor se apodera de mi pecho, me llevo ambas manos a este y presiono con fuerza en un intento de una u otra manera detener el dolor, los cortes aumentan al punto de no reconocer mi propia piel, me obligo a correr a pesar del martirio que estoy pasando. Sigo corriendo hasta llegar a una especie de riachuelo, intento sobresaltarlo pero termino cayendo a este, con mis últimos alientos logro estabilizarme y colocarme boca arriba, hago un esfuerzo por ponerme de pie y seguir corriendo pero el dolor en mi pecho se vuelve más fuerte, caigo al agua nuevamente y esta poco a poco adquiere un tono carmesí, me resigno a esperar mi destino.

Dirijo mi mirada al cielo, en este se encuentran la luna y las estrellas brillando de una manera tan hermosa e inigualable, en cada una de ellas se reflejan recuerdos de distintos momentos de mi vida, desde mi nacimiento hasta este preciso momento. De un momento a otro el dolor en mi desapareció y mi respiración volvió a ser calmada, sin embargo los cortes seguían presentes. Alzo mis brazos intentando tomar la luna entre mis manos, me es imposible creer que esto esté pasando, nunca antes había presenciado tal espectáculo y deseo grabar esto en mi memoria por la eternidad.

Todo esto es tan irreal, el dolor se ha ido y una suave melodía acaricia mis oídos, la misma melodía que mamá tarareaba todas las noches. Esto trae más paz a mi mente, mi nivel de relajación no se compara con nada, cierro los ojos dejándome llevar por la dulce canción y mi cuerpo se mueve al ritmo de esta. Abro mis ojos y poso mi mirada en la luna; esta es como un espejismo que refleja mi situación actual, lo que me permite apreciar como mi cuerpo se ha hundido en las profundidades de lo que hace unos minutos era una pequeña corriente del agua.

Cierros mis ojos nuevamente, al abrirlos me encuentro nuevamente en el bosque que hace unos instantes recorrí con desespero, me encuentro recostada en un campo repleto de flores, en el cielo se muestra el mismo panorama anterior, los árboles bailan ligeramente a causa de la suave brisa en el lugar, los ruidos provenientes de los animales me ayudan en mi laxitud, una imagen tan hermosa y digna de admirar que mi agonía no me dejaba apreciar.

De un momento a otro el cielo se aleja lentamente llevándose con él mis recuerdos para luego acercarse y dejar nuevas memorias, situaciones que nunca antes he experimentando. A pesar de mi sosiego aún puedo sentir el vivo ardor de mi piel consumiéndose a través de los cortes, con un último suspiro levanto ambos brazos con mis manos en dirección a la luna intentando una vez más tomarla entre mis manos, cuando estoy a punto de lograr mi prometido mis brazos son bajados fuertemente en contra de mi voluntad. El dolor en mi pecho vuelve a ser insoportable añadiéndole un horrible dolor en mi cabeza, miles de voces de escuchar dentro de esta.

"Déjate llevar..."

"Todo estará bien... solo mantén la calma..."


"Es imposible huir de tu destino..."

Si este es mi destino estoy dispuesta a aceptarlo. Cierro mis ojos por milésima vez para luego abrirlos, dejándome llevar por esa fuerza tan atrayente... el dolor se ha desvanecido una vez más llevándome nuevamente al éxtasis, mi cuerpo inerte sobre el pasto se adhiere poco a poco en este hasta el punto de ser uno solo, las estrellas empiezan a apagarse dejando un cielo vacío en la cuál ahora solo se puede contemplar una luna del color del cobalto.

No.

No es una mentira que es imposible huir de mi destino... pero eso no quiere decir que no puedo cambiarlo.

Impulso mi cuerpo hacia delante y el dolor vuelve a mi, pero eso no importa más. Hago todo lo posible para ponerme de pie y elevar mis brazos al cielo, el escenario que antes era un bosque lleno de tranquilidad y paz se ha transformando en uno en el que los tallos de las plantas se adhieren a mis extremidades y los árboles se entrelazan obstruyendo mi camino, sin darle importancia a todo esto sigo en mis intentos de adquirir la luna.

Finalmente lo logro.

La sangre proveniente de mis cortes recorre lentamente mis brazos hasta unirse a la luna, cambiando lo que antes era un azul cobalto a un rojo carmesí.

Lo que antes eran cortes ahora se convierte en miles de palabras;

起きる

aufwachen


Ξύπνα


오르기

surgere

Неспати

بیدار

להתעורר


გაღვიძება...

Todas estas sinónimas de un mismo significado; despertar.

...

Narrador Omnisciente.



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En el texto hay: demonios, guerras, angeles caidos

Editado: 23.11.2021

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