Capítulo Once; Nuestro antiguo Hogar.

Camino detrás de Rebeca a paso normal mientras que esta más bien parece querer correr, admirar con calma la belleza que me rodea se ha convertido en una necesidad. Cuando llegamos a la falda de la montaña Rebeca se detiene provocando que haya un choque entre nosotras, luego de esto da media vuelta para quedar cara a cara conmigo.

— Antes de empezar con el recorrido, necesito que pasemos por mi casa para arreglar un asunto. —

Asiento con la cabeza sin pronunciar palabra alguna y nuevamente me dejo llevar por ella, nos encaminamos hacia la entrada de la ciudad para luego cruzar por algunas calles de la misma.

— ¿Dónde están todos? — Pregunto desconcertada al notar que no nos hemos cruzado con ninguna persona en todo el tiempo que llevamos afuera.

— Ilurisesse. — Responde a mi pregunta dejándome con más dudas que repuestas. — Una ilusión óptica para esconder nuestra escencia de los que no queramos que la vean, es una técnica que adquirimos de los descendientes de Kasdaye antes de la gran división.

— ¿Otro de sus hechizos? —

— Si lo quieres llamar así, está bien. — Nos detenemos frente a una casa con una fallada rústica pero al mismo tiempo moderna. — Hemos llegado, sientete como en tu hogar.

Rebeca abre la puerta y nos adentramos a su casa, ya dentro de esta exploro con la mirada el interior de esta me encuentro con un lugar más familiar que la cabaña del herrero, luce como una casa común amueblada con todo lo necesario. La rubia se dirige a una habitación al final del pasillo que conecta la sala con la cocina, me quedo en el centro de la sala en espera de ella pero al pasar unos pocos segundos, asoma parte de su cuerpo a través de la puerta y me indica que la siga para luego volver a entrar, le hago caso y me encamino hacia la habitación.

Estoy a punto de cruzar cuando me encuentro obligada a detener mi paso al sentir el filo de una espada pasearse de una forma suave pero agresiva sobre la superficie de mi cuello, cualquier movimiento en falso podría provocar que mi cabeza termine rodando por el suelo de la habitación. Soy estampada contra la pared mientras soy obligada a darme la vuelta para quedar frente a frente ante mi agresor. 

— ¿Quién eres y qué haces en mi propiedad? — Pregunta una joven de rubios cabellos sin apartar su arma de mi cuerpo. 

Intento formular una respuesta pero las palabras no logran salir de boca, separo mi mirada de su arma y la poso directamente sobre sus ojos, al hacer dicha acción me encuentro con dos mares desbordantes de sentimientos; sobresaliendo de estos la angustia y melancolía, nuestras miradas se desconectan al escuchar unos pasos venir desde la habitación detrás de la puerta. 

— ¡Oh! — Exclama Rebeca cuando se para en el umbral. — Al parecer ya se han conocido. — Cómo si no importara lo que pasa a su alrededor, camina hasta el sofá de la sala de estar y se sienta en este para luego mirar a la chica. — No seas mal educada con nuestra invitada y deja de asustarla. —

La chica me da una última mirada antes de apartar su arma de mi garganta para luego guardarla en su funda, camina hasta Rebeca y toma haciendo junto a ella mientras que yo me quedo expectante sin bajar la guardia ante todo lo que podría pasar. 

— Luxury, te presento a mi hija, Dharani Agniel. — Rebeca toma la mano de la chica y la entrelaza con la suya, causando que logre calmarse un poco. — Hija, ella es Luxury Semyazza, la unigénita de Christien. 

La chica que ahora reconozco cómo Dharani parece estar asombrada al escuchar tales palabras, me inspecciona rápidamente de arriba a abajo para luego apartar su vista de mi cuerpo y dirigirla hacia mi ojos. 

— ¿La traidora está de vuelta? — Pregunta en un tono que desborda odio y recelo para luego reírse con sorna. — ¡Y además trajo a una de sus plagas humanas con ella!

La expresión de Rebeca cambia de su característica sonrisa amigable a un rostro lleno de sorpresa ante las palabras de su hija, no puedo evitar copiar su expresión al verme envuelta en la misma emoción. 

— Te he dicho infinidad de veces que no llames a los humanos de tal manera. — Responde Rebeca ante las palabras de Dharani. — Tampoco me agrada que llames a nuestra líder "Traidora" aún cuando sabes que no lo es.

— Una traición es una traición sin importar el motivo por el cuál se cometió. — Se pone de pie y camina de un lado a otro por la habitación. — ¿Qué acaso no fue ella la que provocó la muerte de todos esos Grigori's inocentes? —

— No digas tales estupideces, somos parte de esta historia y conoces la verdad de los hechos. —

— mi madre no haría eso... — Susurro para mi misma pero al parecer no logré que mi tono de voz fuese muy inaudito.

La chica dirige su mirada hacia mi lugar con rapidez, sin previo aviso se levanta y corre en mi dirección mientras saca algo de uno de sus bolsillos traseros, mi instinto me obliga a mover mis pies y correr antes que esta que llegue a mi, sin embargo, no logro apartarme por completo y en cuestión de segundos me encuentro nuevamente siendo prisionera a manos de Dharani. 

— Hablas cómo si conocieras esta historia más que nosotros, los Grigori's de sangre pura. — La hoja de su navaja baila suavemente sobre mi pómulo izquierdo. — Christien Huyó cuando más la necesitábamos por el simple hecho de ser una cobarde de mierda. 

— Dharani, detente. — Ordena Rebeca con tranquilidad desde la comodidad de su asiento, lo cual ya comienza a estresarme un poco, 

Dharani parece pensarlo por unos segundos para luego alejar su navaja, acerca su rostro al mío y susurrar algo a mi oído.

— Que seas sangre de nuestros ancestros no te hace parte de nosotros. —

Mientras trato de estabilizar mi respiración e intento procesar qué es lo que ha pasado, siento un ligero dolor y algo escurrirse por mi rostro, instintivamente me llevo una mano a este, al mirarla me es imposible no darme cuenta del hilo de sangre que he traído con esta. Rebeca parece notar mi expresión de susto y finalmente se levanta de su asiento para acercarse a mi y tratar mi herida al mismo tiempo que Dharani retoma su lugar en su antiguo puesto.