Mientras el sol seguía en lo más alto, se refugiaron bajo la sombra de los árboles en el jardín de la señora Nieves. Los cuatro charlaron y discutieron al tiempo, mientras esperaban la hora adecuada para jugar. Poco a poco se fue relajando y pasando el berrinche, incluso llegó a disfrutar de la conversación. Los chicos son divertidos a su manera, en especial Luke todo lleno de energía y palabrería, en eso era similar a ella. Peter trataba de seguirles el ritmo con pequeños comentarios, bromeando y riendo a la par. Pero Jeimmy casi ni pronunciaba palabra, lo poco que decía eran advertencias para sus hermanos. Había notado algo, la estaba evitando, de cierto modo.
—Creo que ya es hora, traeré el equipo —anunció Luke entrando a la casa.
—¿Sí sabe dónde está? —preguntó Jeimmy mirando a su hermano alejarse.
—¡Ya voy! —exclamó Peter con un suspiro.
Se quedó a solas con Jeimmy por un rato, esperando en silencio a que los otros dos bajaran. Imaginó que permanecerían así, pero se equivocó.
—Naomi —dijo Jeimmy casi en un susurró mirándola fija e insistente con algo de preocupación— ¿Cómo estás?
—¿Qué?... ¿Yo?... —titubeó nerviosa— Ahmm, bien… Estoy bien.
—¿Segura? —insistió— ¿Crees poder correr?
No entendía a qué se refería, solo lo miraba con expresión confundida.
—Tu tobillo —continuó.
—Ah, eso… Sí, ya estoy bien, solo fue una torcedura —explicó Naomi moviendo el pie para rectificar lo dicho—, no duele ni nada.
—Déjame ver —se agachó para revisar con sumo cuidado su tobillo—, se ve bien, ¿Tus brazos?
Se levantó para inspeccionar muy de cerca los raspones que se había hecho con aquella caída, asegurándose que ya no estaban. Por raro que parezca era así, ni siquiera una cicatriz.
—Como ves no hay nada… —comentó Naomi desviando su mirada a su costado, evitando el contacto visual— Estoy bien, gracias.
—Que bien, pero me parece extraño que no tengas nada —susurró muy cerca de ella, acariciando su frente donde había tenido una gran herida—, ni siquiera una cicatriz.
Tomó el rostro de Naomi por la barbilla para que sus miradas se cruzaran, escrutándola con la mirada. La sonrisa en el rostro de Jeimmy provocó un leve sonrojo en sus mejillas, y ella por su lado no podía dejar de ver el brillo en sus ojos cafés.
—Ahmm… Crema… —tartamudeó Naomi.
—¿Crema? —una suave risa escapó de sus labios.
—Sí, mi papá tiene una crema muy buena para las cicatrices —afirmó Naomi tratando de sonar convincente.
Acomodó varios mechones de cabello tras su oreja, rosando sus mejillas con los nudillos. El contacto de su piel con su rostro se sentía suave, produciendo en ella sensaciones que una vez sintió y no esperaba volver a experimentar, mucho menos tan pronto. Pero Jeimmy se lo hacía complicado.
—Ok —de nuevo su dulce sonrisa—, creo que vivirás.
De forma involuntaria, Naomi sonrió ante tal comentario. Siendo sincera, le hizo gracia, en especial el tono divertido en que lo dijo.
—Gracias por la noticia doc, me alivia saberlo —exclamó entre risas.
Quejas y regaños se acercaban, Peter y Luke aparecieron por la puerta discutiendo y trayendo consigo varios artilugios, desde guantes hasta bates de béisbol. Había cuatro almohadillas de lona para ubicar el lugar de bateo y las diferentes bases que demarcaban la «cancha» donde jugarían, es decir, el patio.
—Yo voy con Naomi —anunció Luke— ¿Quién batea primero?
Los tres miraron a Luke con ojos entornados, quien con inocencia sonreía como si fuese ajeno a la situación.
—¿Y a ti quien te dijo que voy contigo? —interrogó Naomi.
—¿En qué momento hicimos la división? —preguntó Jeimmy.
—¿No íbamos así? —indagó Luke.
—¡No! —contestaron los tres al unísono.
—Decidamos con piedra, papel o tijeras —sugirió Peter.
Formaron un círculo entre los cuatro, posicionando una de sus manos empuñadas en el centro.
—Si dos de ustedes saca lo mismo les toca hacer pareja —explicó Peter—, de lo contrario volvemos a jugar, ¿Listos?
—¡Sí! —contestaron todos.
—¡No puedo creer que esté haciendo esto! —susurró Naomi con un suspiro.
—Y lo que se viene —susurró Luke a su oído, quien estaba a su lado.
—¿Hay más? —se quejó Naomi, pero con cierto tono divertido.
—¡Uno! —dijo Peter.
—¡Dos! —continuó Jeimmy.
—¡Tres! —finalizó Luke.
—¡Piedra, papel o tijera! —vociferaron los cuatro al tiempo moviendo sus manos.
—¡No inventes! —exclamó Naomi al ver los resultados.
Tanto ella como Luke había sacado papel, Jeimmy piedra y Peter tijeras, por lo tanto, de todas formas y por obligación le tocaba hacer pareja con Luke.
—¿Habías dicho algo, querida? —Luke se burló con ganas.
#720 en Fantasía
#476 en Personajes sobrenaturales
#3179 en Novela romántica
#966 en Chick lit
drama suspenso dolor y lagrimas, fantasia urbana suspenso romance
Editado: 29.10.2024