—¡Buenas noches! —saludó Luke con burla.
—Para la próxima no te espero y me largo —advirtió Naomi con reproche— ¿Empezamos o aún estas dormido?
Sentada en el sofá, Naomi observaba con molestia al recién llegado. Luke estaba tan relajado con su cabello aún húmedo, que le dio la sensación de haberse levantado con rapidez y bañado justo cuando ella llegó.
—Respiremos primero, que haya paz y amor en el ambiente —continuó recitando sonriente—, sobre todo amor.
—Cierra la boca —exigió entre risas.
Se sentaron en el comedor para mayor comodidad, tener un punto de apoyo donde escribir y dibujar los planos era necesario. Pero primero, debían tener claro que iban a crear. En un cuaderno hacían la lista de «posibles ideas fantabulosas» según Luke, quien agregaba opciones a la loca siendo eliminadas de inmediato por Naomi.
—Un carrito a control remoto —sugirió Luke.
—Muy común —descartó Naomi.
—Una maqueta de la erupción volcánica —dijo con un poco más de emoción.
—Muy sencillo —refutó Naomi—, y muy común también.
—Una nave espacial —sugirió sarcástico—, eso no es común.
—Y de paso regresas con tu verdadera familia —agregó en el mismo tono.
—Mira, Naomi del Cristo —dijo Luke amenazante—, el único que puede hacer bullying soy yo.
Lo miró con reproche tratando de mantener la seriedad, pero al ver el brillo travieso en sus ojos no pudo contenerse, estalló en risas.
—Sí claro, cuéntame más —expresó burlona.
Continuaron con los intentos por idear algo original, no tan común y no muy complicado de hacer. Tenían tiempo suficiente para desarrollarlo a la perfección, pero aun así querían hacerlo con calma por si acaso no funcionan los primeros intentos.
—Estamos caminando en círculos —anunció Naomi algo desesperada— ¿Buscamos en internet?
—Si sirve de algo, bien.
Encendió su portátil, buscó en algunas páginas y blogs donde daban extrañas y muy entretenidas ideas para realizar. Sin embargo, muchas de ellas eran muy peligrosas como para llevarlas a la escuela. Primera advertencia, no hacer estallar las instalaciones académicas.
—Empezamos mal —suspiró Naomi.
—Y tú querías dejarlo para después —recalcó Luke.
—Hazme un favor —solicitó Naomi con mirada inocente—, muérete.
—¡Cuanto amor! —exclamó Peter en tono burlesco.
Estaba recostado en el umbral de la entrada del comedor, sin camisa, descalzo y con el cabello alborotado. Se veía diferente a lo que estaba acostumbrada a verlo, arreglado y bien peinado. Pero debía aceptarlo, le sentaba de maravilla. Es más delgado que Jeimmy, pero también tiene una figura muy bien cuidada. Sus abdominales estaban bien marcados, su piel perfectamente bronceada y un bonito tatuaje resaltaba al costado cerca de las costillas. Tragó con dificultad para disimular la impresión que le causó verlo así, tan casual y sexi a la vez.
—Para que no digan que no los quiero —contestó usando el mismo tono de voz.
—¿Podrías ponerte una camisa? —exigió Luke mirando reproche a su hermano— Intimidas a mi linda futura novia.
—Yo no sé de quién habla —replicó Naomi con fingida indiferencia—, es tu casa, puedes andar como quieras. Además, no está de más alimentar el ojo. ¿Cierto, mi querido Peter?
—¿Cómo dices que dijiste? —expresó Luke ceñudo.
—Confirmo y apoyo, mi querida Naomi —contestó Peter entre risas ignorando a su hermano—, por cierto, ¿A qué se debe tu visita? ¿Luke te está chantajeando?
—¿Disculpa? —exclamó indignado.
—Por raro que parezca, no —añadió Naomi entre risas—. Se supone que estamos haciendo un proyecto de ciencias para la escuela, pero seguimos en blanco.
—Me siento ofendido —murmuraba Luke.
—Puedo ayudarlos, si quieres —se ofreció sonriente, sentándose en uno de los puestos en frente de Naomi.
—Y traicionado —continuó Luke.
—Sería genial —exclamó entusiasmada—, y si el señor ofendido pudiera colaborar también, sería aún mejor.
—Claro, todos abusen de la nobleza del pobre Luke —replicaba sin cesar con gesto ofendido—, será divertido.
Conversaron un rato exponiendo las principales ideas que se les había ocurrido, sin mencionar las más fantasiosas o comunes, solo las que de verdad podrían generar un impacto en los demás.
—Siguen siendo un poco aburridas, a mi parecer —comentó Peter.
—Lo sé, por eso estamos estancados —suspiró resignada.
—¿Alguna idea, genio? —indagó Luke.
—Agradece que estas con Naomi, de lo contrario no te ayudo —sentenció con tono burlón.
Naomi trató de ocultar su risa burlona, fracasando estrepitosamente. Se reía a carcajadas, aumentando en intensidad al ver la expresión ceñuda en el rostro de Luke.
—Por eso es que te quiero —le dijo a Peter entre risas.
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Editado: 29.10.2024