Sangre Mestiza i: el inicio de la travesía || L1

EPÍLOGO

—¡Esto debe ser una maldita broma!

Con asombro y miedo, Naomi se arrastró como pudo alejándose del camino de sus atacantes hasta chocar su espalda con un árbol, allí sin saber que más hacer se hizo un ovillo cubriendo su cabeza con ambas manos cerrando con fuerza los ojos.

—¿Estás bien? —preguntó Peter en medio de un grito agachado frente a ella, cubriéndolos a ambos con su escudo mágico— Necesito que te muevas, hay que salir de aquí.

—No puedo apoyar el pie, me hirieron —contestó con voz ahogada.

Un fuerte golpe en el escudo llamó su atención, dos de los sabuesos se cernían sobre ellos golpeando una y otra vez con mazos de metal y picos filosos. Sin pensarlo dos veces, Naomi hizo un movimiento de manos levantando dos grandes rectángulos de piedra a cada lado de aquellas criaturas, haciendo que chocaran una contra otra quedando ellos en medio. Dos golpes bastaron para dejarlos inconscientes, y uno más para hacerlos polvo y darles más tiempo. Mala idea, la energía empezó a menguar de forma drástica después de ese hechizo.

—¡Bien hecho! —dijo Peter con asombro y orgullo—. Pero no vuelvas a hacerlo en ese estado, es peligroso.

—Gracias, pero no había de otra, ¿sabes? Solo salgamos y ya —contestó con urgencia en su voz.

Con los brazos de Peter en su cintura, apoyó parte de su peso sobre su hombro para poder caminar alejándose de la batalla. Jeimmy peleaba con firmeza con dos de ellos al tiempo, dando tajos y esquivando los golpes de otro más que se acercaba corriendo con gran agilidad. Luke con su destreza y velocidad, esquivaba y daba golpes para luego clavar sus flechas en los que estuvieran más cerca.

Su pie estaba cada vez más húmedo, el pañuelo no lograba retener el sangrado ni lo más mínimo. Además, un dolor punzante en su abdomen la hizo contraerse en agonía. Allí donde fue golpeada, una profunda herida sangrante y amoratada brillaba debajo de la rasgadura de su uniforme. Estaba hecha un meollo de desastres, drenándose la vida y energía a través de dos heridas.

—Estas perdiendo demasiada sangre —comentó Peter alarmado.

—Esto no es nada, estoy acostumbrada a esto —refutó restándole importancia y señalando tras ellos con urgencia—, cuidado atrás.

Uno de los sabuesos se cercaba con gran velocidad, al parecer su idea era embestirlos al mismo tiempo. Sin embargo, Peter accionó una serie de posturas de manos y una gran oleada de tierra se removió enterrándolo, apretujándolo y aplastándolo bajo toda una mole de solida tierra.

Mientras, los demás ya habían eliminado a la mayoría, solo restaban dos sabuesos batallando con Luke y Jeimmy; y uno más que al verlos sin escudo, se acercó con rapidez a ellos blandiendo una espada. Con un quejido de dolor, estalló en polvo negro para revelar una flecha clavada en su espalda. Y finalmente, Jeimmy eliminó al último de ellos con dos tajos de su espada. Ambos se acercaron a ella, tratando de decir algo ante su mirada escrutadora.

No estaba segura de querer escuchar explicaciones justo en ese momento, le parecía un poco más importante el recuperar la respiración y no desmayarse allí mismo. No quería ser una carga, no mientras el peligro estuviese aun latente y cerca.

—Lindo verlos por acá, en serio —expresó con sarcasmo, no pudo evitar sentir el peso de la confusión aplastar su pecho.

—Podemos explicar esto —dijo Luke rompiendo la tensión.

—¿En serio? ¿Es lo único que se les ocurre decir? —indagó Naomi indignada— Acaban de eliminar a toda una maldita jauría de sabuesos infernales que estaban a punto de matarme o llevarme con ese psicópata, no sé, y solo dicen que pueden explicarlo. ¿Es una jodida broma? Creí que tenían más creatividad para mentir, o eso me habían demostrado todo este tiempo, ¿no, Luke?

—¿Podríamos por un momento dejar de discutir y ver el problema más urgente? —exigió Peter desesperado—. Te estas desangrando, dejemos las explicaciones para después, ¿vale?

—Naomi, calma, podemos hablar esto después, pero primero… —expresó Jeimmy con suma preocupación, viendo el miedo en sus ojos al ver sus heridas— yo puedo hacer…

—¡Cállate! —interrumpió Naomi con severidad, quien trataba de acercarse a ella.

—Este no es el momento para seguir molesta conmigo…

—No, en serio, cállate —insistió Naomi, atenta y concentrada.

Habían acabado con todos, pero sentía una fuerte energía abrirse paso no muy lejos de allí. Por más cansancio y menos energía que tuviese, no dejaba de sentir los murmullos y auras de cuanta criatura hubiese cerca. No podía apagar sus sentidos.

—No… —susurró aterrada.

La reconocía, era un vórtice portal del mismo en que habían llegado los primeros que la atacaron. Estaba abierto, de este salían muchas auras rojo brillante y lo que más le preocupó, no se cerraba.

—¿Qué pasó? —indagó Luke curioso.

—Vienen más —contestó aterrada—, muchos más. Están demasiado cerca, debemos irnos ya.

—No es posible…. —murmuró Peter con rabia— ¿De dónde salen?

—Vórtices, hay uno abierto no muy lejos de aquí y no se cierra el maldito, por eso llegan tantos y tan rápido —explicó entre quejidos de dolor.




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