La navidad es una tradición mundial en la cual la familia se reúne y festejan alegremente la llegada de nuestro señor. La familia Williams no es la excepción.
Meri de 7 años ,niña muy bonita y educada compartía con sus primos los juegos habidos y por haber, ya entrada la noche los pequeños se disponen a descansar.
Todos duermen.
Pasadas las 3 de la mañana Meri despierta sobresaltada y con un miedo atroz observando el armario de su cuarto, donde unos ojos dorados la miraban mordazmente.
_quien eres? Pregunto Meri temerosamente, Ya que casi todas las noches Meri lo veía ahí.
No recibo respuesta alguna. A lo que la niña temerosa aún atinó a taparse con las sábanas de su cama.
Rato después la puerta de su cuarto es abierta nada más y nada menos que por santa. Este se acerca sigilosamente hacia la niña y le descubre la manta, lentamente va pasando su mano por su pierna levantando su pijama de color turquesa y bajando poco a poco sus pantaletas rosa.
Santa se acerca lo suficiente para susurrarle a su oído que no tenga miedo que le tiene preparado un regalo especial. Meri siente en el aliento de santa un olor a alcohol y a sudor. Ella con miedo comienza a llorar y rezar, ya sabía que es lo que le va a pasar, tío roberts siempre hace lo mismo todas las veces que viene de visitas a su casa,
Pero esa noche no la lastimaran nuevamente, esa noche Meri miró al armario que aún seguía entreabierto y gritó...
_ por favor ayúdame!! No quiero que me lastimen nuevamente. Dijo entre sollozos y desesperación, _prometo no temerte y si quieres puedes quedarte a vivir ahí, todas las noches te traere comida y jugaré contigo. ¡por favor!..
En ese entonces el piso y las paredes comenzaron a temblar, un silbido intenso empezó a retumbar en todo el cuarto y justo ahí..en ese preciso momento la cabeza del tío roberts vestido de santa explotó. Cayendo su cuerpo inerte y bañado en sangre sobre la cama de Meri.
El demonio que estaba detrás de las puertas del armario por fin se dejó ver, se acercó a Meri, le miró, expandió apenas las comisuras de sus labios en forma de una sonrisa sinica y desapareció en una nube de humo.
Y como fue prometido Meri compartio su habitación con el demonio de su armario.
Ahora bien... aún creemos que los demonios en sí son malos ?