Sarah
Mi primer día de instituto a llegado, y decir que estoy nerviosa es poco. Estoy ansiosa de saber que asignaturas me tocaron, y casillero. También quiero conocer a los profesores, tengo un don natural para llevarme bien con ellos. Camino al espejo para arreglar mi cabello, ayer mi madre se encargo de el y lo dejo completamente liso; paso el peine por mi cabello unas cuantas veces y dejo el peine en la peinadora.
Intento concentrarme en arreglar mi uniforme que consiste en: una falda con pliegues de cuadros, color azul, más arriba de las rodillas. Una camisa blanca por dentro de la falda, una chaqueta del mismo azul de la falta y una horrorosa corbata color rojo.
Me siento en mi cama para arreglar mis calcetines blancos y mis zapatos.
Odio este uniforme.
Mi madre insistió en que debo colocarme un poco de maquillaje, pero lo negué. No creo que deba maquillarme, no voy a un desfile de moda, voy al instituto. Aunque creo que si Abbie me escuchara, me lanzaría uno de sus libros más pesados. Sigo pensado que no es una ocasión para usar maquillaje.
Tomo mi mochila y la pongo sobre mi hombro derecho, camino escaleras a bajo, y voy a la cocina. Me siento en uno de los taburetes y procedo a comer el desayuno que mi madre me deja, al frente de mi. El olor a panqueques recién hechos se cuela en mis fosas nasales, haciendo que quiera devorar todo en cuestión de segundos.
— Buenos días mamá, ¿me pasas la jalea?, por favor. —Extiendo mi mano, señalando la jalea.
Ella me la pasa enseguida y habla:
— Buenos días hija, te deseo suerte hoy. —Escuchar su voz, logra calmar un poco mis nervios.
— Gracias mamá .—Derramo un poco de jalea en mis panqueques—. ¿No sabes a que hora nos vamos Abbie y yo? —pregunto con el ceño fruncido, ante la curiosidad.
Anne ve el reloj en la pared de la cocina.
— Dentro de veinte minutos, cariño. —Me informa—. ¡Come con calma Sarah¡. —Me reprende al ver mi boca muy llena de comida.
Tomo un gran trago de jugo, para poder pasar la masa de comida que hay en mi boca.
— Creo que se me paso un poquito la mano. —Menciono, y limpio mi boca con un pañuelo que esta al lado de mi plato.
Abbie y yo nos despedimos de nuestros padres, y caminamos a paso rápido al coche que nos espera a unos metros de nosotras.
Entramos y Abbie no se tarda en hablar.
— Elliot, iremos a buscar a Nora primero —Ordena.
— Okay, Señorita.
— ¿Y eso? —pregunto.
— Aveces el chofer del papá de Nora no puede llevarla, así que yo voy a buscarla.
— Llegaremos juntas, ¡que cool! —exclamo.
— ¡Eso fue lo que pensé! —chilla, pero de inmediato se desanima—. No quiero ver a James —musito.
— ¡Vamos! .—La animo y añado:—. ¡Se que podrás hacerlo!. Ya veras que poco a poco lo superarás y luego no te acordarás de el. ¡Tu puedes!.
— ¡Es que no se si pueda!, ¡verlo con Clare será una tortura! —Se altera.
— Entonces no lo mires —digo lo primero que pienso.
— Intentaré eso, si es que funciona.
Llegamos a la casa de Nora, y enseguida ella sale y se sube al auto.
— Gracias Abbie y Elliot —Agradece—. !Hola Sarah! — Me saluda, y me da un abrazo.
—Hola Nora —le devuelvo el abrazo.
— No quiero ir al instituto —Destaca Nora.
— Alguna parte de mi quiere ver al imbécil de James, ¿como me quedo el maquillaje? —pregunta.
— Tus ojos azules destacarían más con el color dorado —le aconsejó—. Pero ese maquillaje salio muy bien. —Opino.
— ¿Que tanto sabes de maquillaje Sarah? —pregunta Nora.
— Creo que mas o menos.
Saca dos labiales mate.
— ¿Que color me quedaría mejor?. —Muesta un labial rosa y otro color vino.
— El vino, para tu piel oscura, se vería mejor el vino. —Objetó.
— Gracias.
— Para la próxima pijamada, nos maquillaremos. —Añade Abbie.
— Señoritas, ya llegamos —Informa el chofer.
— Gracias —musito. Estoy nerviosa.
Pongo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja derecha y procedo a bajar del auto.
El instituto es más grande de lo que me imaginé, el nombre del instituto esta en grandes letras que dice:
“Abbotsford Preparatory School”.
Entramos, y nos recibe un gran ola de estudiantes, tanto chicos, como chicas. Sus miradas en nosotras me pone mas nerviosa aun, y me intimida.
Nora se acerca a mi oído.
— Te recomiendo algo, no te dejes intimidar por ellos y jamas en tu vida le preste atención a los rumores. Y una ultima cosas, ¡jamas te acerques a Clare Baker y Jade! .—En lo último, alza un poco la voz—. Sobre todo Jade, ella es la peor. Y jamas pretendas hablarle a Axel Scott, toda chica que se fije en el, cae en los castigos de Jade por ponerle los ojos encima a su “chico”. —hace comillas con sus dedos—. Así que no lo hagas.
— Okay. —Balbuceó.
— Lo que dice Nora es muy cierto —Opina Abbie.
Caminamos a la dirección, para obtener la información de mis asignaturas y de los salones que me toca.
— Hola, soy nueva, mi nombre es Sarah.
— Buenos días, Sarah. —Busca entre unos cajones y saca una hoja. Me la entrega.
— Gracias.
Salimos y empezamos a buscar mi casillero.
— Es el 403, esta cerca. —Me guía Abbie.
— Esta cerca del mio —Notó Nora.
Abbie me da la llave y lo abro. Pongo algunas cosas ahí y reviso la hoja.
— Me toca Anatomía, en la sala 102.
— Lastima que no estemos en la misma sección. A primera hora yo tengo Química. —Imforma Abbie.
— Esta vez la suerte no esta de nuestro lado, yo estoy en otra sección, así que me toca Política. —Se encoje de hombros.
—Te llevare al salón, y en el almuerzo te daré el recorrido por el instituto. Me esperas en la parte de dirección, para que no te pierdas.