Sarah
Me encontraba en mi habitación rodeada libros, la profesora Mónica de historia, dijo que en la próxima semana hablaríamos de “Los Padrés Fundadores” historia muy conocida en Estados Unidos. Es una de mis materias favoritas, y por eso me encuentro rodeada de libros, leyendo sobre ellos. Me parece una historia muy interesante.
Unos toques en la puerta de mi habitación se hacen presentes.
Abren la puerta y mi madre asoma su cabeza por ella.
— Es hora de cenar, Sarah. —Me avisa.
— Enseguida voy mamá, solo déjame ordenar esto. —Digo señalando los libros, ella asiente con la cabeza y rápidamente cierra la puerta de mi habitación. Yo me apresuró a acomodar los libros en los estantes y salgo de mi habitación para dirigirme a la cocina.
Ya sentada en el comedor de la cocina, proceso a comer la deliciosa cena que preparo mi madre.
— ¿Y las demás? —pregunto, al ver faltantes en el comedor.
— Hoy les a tocado día libre, solo nos hemos quedado Sophie y yo. —Responde mi madre.
Yo asiento con la cabeza y procedo a terminar mi cena.
***
Mi teléfono vibra indicando que alguien me está llamando. Contesto sin saber quién es.
— ¿Hola?.
— ¡Sarah!. —Escucho un fuerte grito de Nora y Abbie a través del teléfono.
— ¿Que sucede? —pregunto alarmada.
— Ven a mi habitación, tenemos mucho de que hablar. —Escucho a lo lejos a Nora comentar algo y Abbie ríe. Luego la llamada se corta.
Son casi las once de la noche y mañana tenemos clase. No se que están inventando esas locas ahora.
Camino a la habitación de Abbie sin causar ruido para no despertar a mi mamá y a las otras chicas. Al llegar, entro sin tocar la puerta.
— Hola Nora. —Saludo.
— Ven siéntate —Jala mi muñeca y me sienta en su cama.
— ¿Que sucede? —Pregunto nuevamente.
— Resulta que estoy cansada de aguantar a Clare y Jade. Nora y yo, hemos decidido no tenerle miedo a su poder nunca más. Se que lo que te voy a pedir será difícil, pero queremos que te nos unas. —Culmina.
— ¿Unirme a que?.
Nora se sienta a un lado y me explica.
— En el instituto hay más alumnos en contra de ellas, que de su lado. La mayoría son mujeres y no todas son becadas. No pueden expulsar a todos, porque después el instituto quedará fuera de los cinco mejores de Estados Unidos .—Sonrie de una manera maliciosa—. En resumen, quiero estar en contra de ella, y todo su grupo. Que se de cuenta de que ya todas sus humillaciones terminaron.
— ¿Quieren dividir el instituto en dos grupo? ¿Los buenos y los malos?. —Digo confundida.
— Evidentemente. —Comenta Abbie.
— No lo sé, Clare no me ha echo nada grave para hacer esto. No quiero meterme en problemas, bajará mis calificaciones. —Hago que se note la preocupación en mi voz.
— ¿No te basto que te tirará al suelo? —suelta Abbie indignada.
— Si, se pasó. Pero seguro solo fue el momento. Chicas, yo solo no me quiero meter en problemas .—Suspiro—. Déjenme pensarlo, ¿Okay?.
— Está bien. —Murmura Nora.
— ¿Cómo decidieron esto, luego de tantos años? —Cuestiono.
— Luego de lo que me dijo hoy, me di cuenta que solo quería humillarme; no voy a permitirlo. Nunca habíamos llegado a tanto .—Mira a un lado—. Desde que está supuestamente con James, ha estado tirándome indirectas. Y hoy me dijo que se había acostado con el, que el le dijo que la amaba, que solo quería jugar conmigo, tantas cosas que prefiero no decir. —Sus ojos se cristalizan.
— No hace falta que lo hagas. —Susurro.
— Tienes razón, es mejor no recordarlo .—Anuncia—. Sarah, deje que me humillara hoy, y no la voy a dejar otra vez. Porque la próxima seré yo
— Te quieres vengar. —Trago saliva.
— No, queremos darle una lección, este es nuestro último año, queremos que se lleve un recuerdo de nosotras —Responde Nora.
— No acabara bien. —Afirmo.
— No acabara bien, para ella —Comtradice Abbie.
— No acabara bien para nadie. —Vuelvo a decir.
— Ya tome mi decisión.
— Lo se Abbie, eso es lo peor. Que ya estás muy decidida hacer esto.
— Entiendo si necesitas pensar —Enuncia Abbie.
— Gracias.
Camino a la puerta.
— ¿Te quedarás Nora? —Interrogo.
— Si. —Asiente.
Yo abro la puerta y me despido.
— Buenas noches.
***
Camino con las chicas a los casilleros.
Y nos detenemos en el de Abbie.
— ¿Que idea tienen para su plan? —Consulto.
— Hacer un grupo, con todos los que estén contra Clare. Dejaremos que ella ataqué primero, luego iremos nosotras.
— Es una buena idea. —Le digo a Abbie.
— Solo espero que funcione.
— Seguro que sí. —Anima Nora.
— ¿Que clase te toca Sarah?
— Algebra. Se me hace tarde, nos vemos en el receso. —Me despido, y camino a el salón 090.
Entro, y me siento al lado de Layla.
— Hola. —Saludo.
— Hola. —Responde con una sonrisa.
Pongo los libros encima de la mesa y me limito a esperar a la profesora.
— ¿Eres amiga de Larry? ¿Cierto? —pregunta.
— Si, eso creo.
— Eres muy tímida. Eso dice el —Comenta ella. Yo río un poco.
— Puede ser.
— Lo eres. —Afirma.
La profesora entra y yo lo agradezco.
No sabía cómo iniciar una conversación con Layla, son muchas las veces que me trabó y son pocas las veces que logro hablar tranquilamente con alguien.
— Chicos ahora hay una modificación en el horario escolar, y es que la Directora dijo que de ahora en adelante habrán dos receso. Uno en la mañana y otro a la hora del almuerzo. — Comunica la profesora de Algebra.
Bueno, creo que no está tan mal.
La puerta se abre de golpe, entrando por ella Clare, y detrás de ella Axel, quién al pasar por mi lado, me saluda con su mano.
Yo claramente no le devuelvo al saludo, no estoy dispuesta a meterme de nuevo con las millonarias engreídas por un chico que ni siquiera es mi amigo. No lo voy hacer.