18. ¡Secreto en peligro!

El secreto de Amanda había sido descubierto; Mary había visto con sus propios ojos que Amanda poseía el poder Senn. Amanda fue hacia Mary para intentar hablar con ella, pero Mary echó a correr en dirección a la hermandad Heam. Amanda fue tras ella, ambas subieron a toda velocidad la gran cantidad de escaleras para llegar a la entrada de la hermandad; cuando llegaron a lo más alto, estaban agotadas. Ambas entraron y corrieron hasta llegar al largo pasillo donde se encontraban las habitaciones de todos los alumnos.

- ¡Mary! ¡Por favor, para y hablemos!- le suplicaba Amanda, pero Mary seguía corriendo sin hacerle caso.

- ¡Áxel!- gritaba Mary llamando a su novio para contarle lo que había descubierto sobre Amanda Yuna.

Pasaron por la puerta número dieciocho, la habitación de Sebas y Peter. Sebas salió de la habitación alarmado por los gritos de Mary.

- ¡Sebas, ayúdame!- le dijo Amanda a Sebas- ¡Ella lo sabe!

Sebas abrió la boca con sorpresa, a la par que asustado, tras escuchar las palabras de Amanda. Entonces, fue corriendo detrás de su amiga. Mary llegó a la habitación número cinco, la habitación de Áxel y Víctor, y llamó a la puerta insistentemente para que le abrieran. Entonces, Sebas y Amanda cogieron a Mary, ella por los brazos y él de las piernas y la llevaron corriendo a la habitación de Amanda y Mary.

En ese momento, salió Peter de la habitación y vió como Sebas y Amanda metían a Mary en su habitación; le extrañó bastante aquella escena. Entonces, salieron Áxel y Víctor de su habitación, Áxel estaba tapado solamente con un albornoz de baño de color rojo y Víctor llevaba una toalla blanca tapando la parte de abajo de su cuerpo y otra toalla también blanca en la cabeza.

- ¿Qué ocurre?- le preguntó Áxel confundido a Peter- Me ha parecido escuchar a Mary gritando en nuestra puerta...

- La acabo de ver con Cravan y Aman... la Yuna, quería decir- corrigió Peter para no molestar a Áxel-. Los he visto entrando en su habitación.

Áxel y Víctor corrieron en dirección a la habitación ciento uno, cuando llegaron intentaron abrir la puerta pero no pudieron hacerlo, ya que Sebas sujetaba la puerta con todas sus fuerzas para que no pudieran abrirla, mientras Amanda y Mary estaban dentro del cuarto de baño.

- Yuna, ¡déjame salir!- le dijo Mary asustada- Si me haces algo lo sabrán todos. Seguro que Áxel venga mi muerte...

- ¡No te voy a hacer daño, Mary!- le dijo Amanda sorprendida por lo que pensaba Mary sobre ella- Solo quiero explicarte lo que crees haber visto en el lago...

-  ¿Lo que "creo" haber visto?- preguntó Mary confundida- Oh, no te preocupes, no le diré a nadie que tienes el poder Senn...- dijo Mary escondiendo una mano y cruzando los dedos.

- No tengo el poder Senn, todo lo he hecho con el hechizo Lévitus...- mintió Amanda.

- Oh, de acuerdo. Me ha quedado claro...- dijo Mary fingiendo creerla, pero ella sabía perfectamente que Amanda le estaba mintiendo.

Amanda dejó salir a Mary del baño. Mary fingió estar tranquila, pero en cuanto salió a la habitación comenzó a gritar alocadamente.

- ¡Áxel, la Yuna tiene...!- gritó Mary pero Amanda le tapó la boca justo a tiempo para que no pudiera revelar su secreto.

- ¡Abrid la puerta!- gritaban Áxel y Víctor, pero Sebas no les iba a dejar entrar por nada del mundo.

Amanda estaba desesperada, sabía que Mary estaba segura de que ella poseía el poder Senn y nada que le dijera la iba a hacer cambiar de opinión; seguro que se lo terminaba contando todo a Áxel. Sólo le quedaba una opción, contarle la verdad a Mary y esperar que creyera en sus palabras y, por amor a Áxel, no le contara su secreto a nadie.

- Mary, se que no confías en mí y lo entiendo- le dijo Amanda intentando parecer lo más sincera posible-. Se que crees que soy hija de los Yuna y que soy igual que ellos, pero no es así...

- ¿Qué estás haciendo, Amanda?- preguntó Sebas sorprendido, pensaba que Amanda se había vuelto loca al estar a punto de contarle la verdad a Mary.

- Sebas, tranquilo. Mary quiere mucho a Áxel y estoy segura de que no hará nada que pueda dañarlo- dijo Amanda intentando tranquilizar a su amigo.

- ¡No le hagas daño a Áxel, por favor!- suplicó Mary asustada- ¡No diré nada a nadie!

- Jamás haría daño a mí propio hermano...- dijo Amanda, a la vez que se quitaba el collar con la piedra color rojo sangre, revelando su verdadera identidad ante Mary.

Mary abrió los ojos y la boca con gran asombro. No podía creer lo que estaba viendo; Aria, la hermana que Áxel tanto añoraba, estaba ante ella. Sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas al comprender lo injustos que habían sido todos con Amanda, al haberla tratado tan mal durante los meses que llevaba en Scanya.

- Lo siento tanto por lo injusta que he sido contigo, perdóname- se disculpó Mary-. Te pareces tanto a Myriam...- le dijo con una sonrisa triste y ambas se abrazaron y lloraron juntas durante un momento.

- ¡Daros prisa!- exclamó Sebas, ya casi sin fuerzas al llevar un rato conteniendo la puerta para que Víctor y Áxel no pudieran entrar a la habitación- ¡No podré aguantar mucho más tiempo!

Amanda volvió a ponerse el collar para volver a ocultar su verdadera identidad y Mary vió con asombro como las facciones de Aria cambiaron y volvía a parecerse a los Yuna.

- Aria, es increíble el poder de ese collar...

- Llámame Amanda, por favor, nadie puede saber quien soy- le suplicó Amanda a Mary-. Estoy maldita, si mi familia descubre quien soy, Áxel morirá. No le cuentes mi secreto a nadie, por favor, no quiero que Áxel muera por mi culpa...- le dijo con tristeza.

- Prometo no decirle nada a nadie, tu secreto está a salvo conmigo.

Áxel y Víctor seguían empujando y golpeando la puerta de la habitación de Amanda y Mary. Estaban preocupados por lo que le pudieran estar haciendo a Mary.

- Mary, ¿estas bien?- gritó Áxel con preocupación.

- ¿Te están haciendo algo esos malnacidos?- gritó Víctor tan preocupado como Áxel.