Se busca Novi@

Capítulo 3: El anuncio en el periódico

Capítulo 3: El anuncio en el periódico

El que tenga experiencia escribiendo textos, no significa que tenga mucha creatividad a la hora de redactar un anuncio para encontrar pareja. Además, tomemos en cuenta el personaje, se trata de Ian. ¿Quién es Ian Ferrer? Se trata de un guapo autor de 28 años quien tuvo un bestseller con la novela “100 intentos por ella”.

Tiene casa propia, auto, buenas finanzas —según he notado—, su cuerpo es atlético —a pesar de que no lo he visto haciendo ejercicio—, tiene una hija de cinco años y no se ha casado. ¿Por qué no ha encontrado pareja a estas alturas de su vida? Supongo que eso se debe a su humor de mierda y a que es un adicto al trabajo.

Digo, no está mal que trabaje, pero si solo piensa en escribir cualquiera podría considerarlo como un ser aburrido. Tiene dinero, pero no viaja, tiene buena apariencia, pero no sale, es bueno con las palabras, pero no usa esto a su favor. ¿Cómo hallará el amor entonces? De paso, tenemos que añadir que actualmente tiene a su editora viviendo con él, esto solo espantaría a conquistas potenciales…

Parece que Ian más que encontrar pareja, quiere alejar cualquier posibilidad de tener alguna. Sin embargo, su maldición acabará pronto porque si algo tengo yo es perseverancia y ahora que se me metió una idea en la cabeza, no la abandonaré así como así. Ya me imaginé todo, él con un novio o novia y yo tranquila y feliz en su gran casa.

Quizá se sienta tan abrumado en medio de una nube de amor que termine contratando una niñera y habré matado dos pájaros de un tiro. Con todas ideas en mente comienzo a escribir el anuncio.

¡Se busca novi@! (El @ sirve para no especificar el género. No sabemos lo que Ian quiere).

Necesito una persona que soporte mi malhumor, (importante aclarar esto para que la persona en cuestión esté preparada).

…me entretenga, pero sobre todo, que me dé una buena dosis de sexo. (El punto vital es el sexo, pero no puedo soltarlo de buenas a primeras o quedará como un pervertido).

 ¡En serio lo necesito! (Añadir algo de desesperación dejará demostrado que se trata de una solicitud de carácter urgente).

 Si crees que puedes ser tú, tan solo escribe a este número y acordemos una cita xxxx-xxxxxxx ¡Estaré esperando por ti! ;) (Le dirás adiós a la soledad con este magnífico anuncio Ian Ferrer).

En conclusión, el anuncio quedó así:

¡Se busca novi@!

Necesito una persona que soporte mi malhumor, me entretenga, pero sobre todo, que me dé una buena dosis de sexo. ¡En serio lo necesito! Si crees que puedes ser tú, tan solo escribe a este número y acordemos una cita xxxx-xxxxxxx ¡Estaré esperando por ti! ;)

 

Se lo envío por correo a Ana y sonrío con algo de malicia frente al ordenador. No sé qué está pasando conmigo, pero estos últimos días como que he estado metiendo la pata más de lo normal. ¿Será que me contagió mi amiga María Paula? Es curioso que con todas sus malas decisiones, parece que encontró la luz al final del túnel. ¿También me sucederá algo así? ¿Será este el inicio de una vida plena?

El poco ánimo que empezaba a entusiasmarme se esfuma cuando pienso en la persona que marcó mi vida. Revivo sus ojos en mi cabeza y siento que las lágrimas comienzan a formarse. No hay un solo día en el que no piense en él, no hay un solo día en el que no me haga falta. Me pregunto cuándo dejará de doler y con ese pensamiento, me acuesto en la cama y termino dormida.

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El viernes me despierta de nuevo mi alarma y me levanto con mejor ánimo que el día anterior. Me alegra que el domingo regresará mi mejor amiga y quizá con ella aquí, tenga menos trabajo en la empresa. Por otro lado, los viernes se podría decir que son mis días favoritos porque ya por el fin de semana, no debería tener que aguantarme las exigencias de Ian.

Claro, una vez que tomo mi móvil y veo mi correo la sonrisa que tenía en mi cara desaparece. He recibido otra notificación del banco y aprieto mis manos con fuerza. ¿Dónde diablos está Joaquín? Marco su número de teléfono, pero la operadora me indica que ese número no está disponible, así que suelto un suspiro frustrada. ¿Dónde se metió?

—Buenos días —digo una vez que salgo a la sala, tras haber terminado de alistarme para salir.

—Buen día — responde Ian.

—Hola —saluda Annalise.

—¿Hoy crees que puedas buscar y llevar a Anna al colegio? —pregunta el hombre haciendo que mis pies se claven en el suelo.

—¿Ah? —es lo único que emite mi boca, mientras contengo el terror que se aloja en mi garganta.

—Me estoy sintiendo muy mal —explica el hombre y ahora que lo detallo, lo cierto es que sí se ve algo pálido. —Algo me cayó mal.

—No vayas a echarle la culpa a mi pasta —me defiendo cruzando los brazos.

—Papi tiene diarrea —suelta la niña quien se pone a dar brincos en el mueble ante la mirada desganada de su padre.

—¿Podrías? —murmura con la boca seca. Luego tras llevarse la mano al estómago se levanta de un salto —si no me sintiese tan mal no te lo pediría —añade mientras sale trotando al baño. No me da tiempo ni de responderle, me quedo mirando a Annalise con impotencia.



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En el texto hay: familia, escritor, pareja

Editado: 05.11.2021

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