Se necesita un Padre

Capitulo 1

 

 

Dedicatoria

"Este libro se lo dedico a mi madre que está embarazada y lucha para que mi hermanito sobreviva, ya que ella tiene preeclampsia y eso es muy arriesgado con un bebé adentro, pero aun asi ella es fuerte haciendo que todo salga bien"

 

MIRANDA

 

La alarma suena sin cesar y juro que lo odio, creo que hare una locura y aunque no tenga dinero para comprar lo que me plazca lo que hare me alegrara, sin levantarme de la cama, me doy la vuelta para estirar mi mano hacia el suelo, no abro los ojos en ningún momento porque aún no quiero amanecer, pero bueno con mi mano estirada puedo alcanzar un zapato, solo espero que sea de los pesados, lo levanto y mi teoría no me falla porque esta pesado.

 En seguida me incorporo rápido cuando la babosa alarma no para de sonar, le lanzo el zapato esperando que caiga en el reloj, pero no, la cosa ni siquiera logro rosarla, gruño enojada y me levanto para agarrarla.

-¡Cállate! – exclamó cuando la agarro y la lanzo a la pared, este detiene su sonido que ya me tiene traumada, día a día en la mañana la escucho cuando no he podido dormir bien, suspiro aliviada y me lanzo a la cama dejándome ir por el Morfeo – esto es vida.

Cierro mis ojos satisfecha de estar acostada y que ninguna interrupción se haga presente, no debía cantar victoria ya que el llanto de un bebé hizo que abrieras los ojos de nuevo.

-¡Ya voy! – exclamo levantándome con rapidez, hacia el cuarto de Chase, al llegar lo encuentro en su cunita llorando – Ya estoy aquí.

                                                                                                                                             

No hay mejor alarma que un bebé.                                                                                                                                    

Debería hacer frases y dedicarme a ello, porque esta es muy buena; dejo esas tonterías mías a un lado cuando sujeto a mi Chase en brazos y me lo pongo en mi pecho abrazándolo.

-¿Tienes hambre? – le pregunto y es obvio que no me contestara pero me encanta hablarle como mono, este no deja de llorar y me preocupa, no soy buena en saber lo que tiene pero pruebo con todo, le reviso el pañal para saber si es porque se siente sucio, o tal vez sea que le duele su barriguita porque se ha llenado de aire, entonces empiezo a sobarle su espaldita, en seguida se va calmando.

Suspiro aliviada porque si no debía llamar a mi tía, solo ella sabría que hacer pero para mí es mejor que no venga, ya que vendrá con lo mismo de siempre.

“No sé porque te haces cargo de un bebé que no es tuyo”

“Deberías mejor haber cuidado a tu hermana y así nada de esto hubiera pasado”

 

Y todas las veces que viene es lo mismo de siempre, me enoja saber que se atreve a culparme a mí por todo esto que paso, porque para empezar Melida es de la misma edad que yo, solo nos llevamos por diecisiete minutos - que lo ocupo algunas veces para usarlo como ventaja - no creo que tenga un cerebro más pequeño que el mío para no poder razonar.

Sin embargo ya no es de lamentarnos del pasado porque aunque no pude ir a la universidad a terminar mi carrera, conocí a un hermoso miembro de la familia.

Chase Newman, hijo de Miranda Newman, no de Melida, ya que hicimos lo que acordamos, gaste bastante dinero de los que mis padres me dieron para cambiar el nombre de la madre, ahora es completamente mío y de nadie más, es mi hijo.

Me quede sin ningún centavo cuando empecé a hacer los transmites y por comprar muchas cosas para Chase, como su cuna, sus biberones porque como madre de crianza no tengo leche en mis pezones para alimentar al gordito.

 

Le digo así porque está un poco gordito.

 

Se ha quedado dormido, su salivita cae en mi hombro, solo sonrió para luego ponerlo de nuevo en su cunita, quiero que duerma un poco más para mientras que me voy a bañar, luego de hacerlo tengo que bañarlo porque la niñera aparecerá y porque debo ir a trabajar, tengo un empleo en una cafetería donde la hago de mesera.

Me introduzco al baño donde abro la válvula para que caiga el agua.

-¡Carajo! – exclamo al sentir el agua helada, si como pobre no tengo calefacción, no tengo dinero para pagarlo pero sin embargo no me quejo o eso creo porque estoy temblando del frio.

Con rapidez termino de ducharme, me pongo la toalla enrollada en mi cabello, me pongo la ropa de casa que me coloco siempre para bañar a mi bebé, voy en seguida a la cocina para agarrar un pichel y llenarlo de agua, debo calentar para Chase, cuando dejo que el agua hierva voy al cuarto de Chase para mi suerte ya está despierto, así que no me dará lastima despertarlo.

-Ven gordito, es momento de bañarte – digo cuando lo agarro y lo coloco en mi cama, le empiezo a quitar su ropita en especial su pañal, que tiene un mal olor como los mil demonios – tienes un buen paquete.

Este solo me mira con ojos risueños, poniendo sus manitas en unos pequeños puños, gesto que hace tener nervios, es que es tan… ¡Lindo! Y me dan ganas de comérmelo a besos.

Escucho desde aquí que el agua hierve, así que pongo almohadas alrededor de mi pequeño para que no se caiga de la cama, me voy a la cocina para agarra el pichel con una toalla, la llevo al baño y lo pongo encima de la tapadera del baño, comienzo a hacer la mezcla del agua fría con la caliente.

 

Asi es como hago el procedimiento en el baño del bebé, esa cosa me costó un ojo de la cara, sin embargo me ayuda mucho, luego de hacer todo, me dirijo al cuarto donde esta desnudito mi bebé.




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