Se necesita un Padre

Capitulo 7

 

MIRANDA

                                                                                        

 

Y aquí estoy sentada a una esquina de la mesa de la mejor cafetería del mundo – vean mi sarcasmo – pero lo que mantiene tranquila es que al lado mío se puso Thomas y enfrente está el idiota de Evan quien no deja de sonreír, ¿será posible que él tiene algo que ver con esto?

-¿Y aquí trabajabas Miranda? – pregunta Thomas a mi lado quien me sonríe muy amable, pero luego me doy cuenta de algo ¡El sabia de que aquí trabajaba!

-Si – es lo único que respondo cuando veo a mi hijo quien sigue tomando su leche en el biberón, de repente veo a Evan quien frunce el ceño viendo a Chase, no entiendo cómo es que puede durar demasiado tiempo con el ceño fruncido pero el idiota aun así se ve guapo, sin embargo nunca he visto a Thomas enojado por algo pero su forma es muy linda por decirlo así.

“Solo en mis pensamientos puedo tutearlos para mi buena suerte”

-Buenas tardes, ¿les ordeno algo? – Pregunta esa voz que conozco a la perfección, la volteo a ver y ahí está Karla quien al verme abre los ojos como platos - ¿Miranda?

-Hola… - digo cortante sonriendo a medias, no le quiero poner mucha importancia, ni que se lo mereciera después de ser parte de mi despido, también recuerdo que ella también se burló cuando me fui.

-Si queremos lo mismo de siempre – responde Thomas mirando a su hermano quien asiente, ¿lo mismo de siempre? El también ha venido aquí.

¿Por qué nunca lo vi?

Me hubiera encantado conocerlo aquí pero como siempre la mala suerte esta de mi lado, me encontré con su hermano de una manera repentina que quiero olvidar.

-¿Y tú Miranda? – pregunta Thomas mirándome con una intensidad, pienso lo que había aquí para comer ya que me lo sabía de memoria pero después recuerdo pero no quiero comprar algo muy caro, así que sin duda ellos comerán algo que me guste.

-Lo… mismo que ustedes – explico nerviosa ya que Karla aún sigue ahí parada sorprendida por mirarme con dos hombres y sin duda ella recuerda a Evan por el accidente.

Siento que en este caso debería sentirme afortunada y hacerme la mejor por estar con dos galanes que son mis jefes, pero luego recuerdo que no soy así de estúpida para hacer eso.

 -Bien se los traeré en seguida – dice cuando se aleja la observo que no deja de voltear a ver hacia donde estamos nosotros, lo que me da rabia de esto es lo que hará en este momento.

Como la chica le gusta el chicle va escupirlo para que lo demás lo saboreen.

-Uno, dos y… tres – susurro cuando ¡Bingo! Aparecen todos mis excompañeros espiando cerca de la cafetera, desvió la mirada encontrándome con Evan pero no exactamente a mí, sino a Chase. En ese momento suena el celular de alguien, para mi sorpresa es Thomas quien lo saca de su saco observándolo.

-Ya regreso – avisa pero solo a mi sonriéndome, lo imito esperando que venga rápido ya que su presencia me hace muy bien en especial porque me tapa cuando me inclino al asiento.

Miro a otros lados esperando no ver la cara del hombre que tengo al frente pero luego recuerdo que debo preguntarle porque esa risa cuando me di cuenta que me llevaban a la cafetería.

-Oye – le hablo y frunció el ceño al ver que sigue mirando a mi hijo, este al escuchar mi voz me voltea a ver sin fruncirme el ceño - ¿se puede saber la razón por la que me llevaron aquí?

-Bueno te los respondería sin ninguna molestia – dice cuando se cruza de brazos sonriendo de lado – pero no tengo ganas así que te quedaras con la curiosidad.

-Fuiste tú – exclamo enojada al ver que lo que me dio a entender que él tiene algo que ver – por eso sonreías cuando me di cuenta que me llevaba aquí.

-Te puedes calmar – responde haciendo un gesto con su mano que me calme – en primera esta cafetería es la que Thomas siempre viene cuando es el almuerzo, en segunda yo no fui quien te invite, fue Thomas quien está interesado en ti.

Al escuchar lo último me sorprendió, parecía que fuese una broma pero Evan lo decía de verdad por su expresión seria, no podía creerlo, sin embargo esas palabras retumbaban en mi cabeza solo de pensarlo, es ahí cuando siento mis mejillas rojas.

-¿Estás hablando en serio? – Pregunto aun admirada, apenas salieron esas palabras de mi boca - ¿no es ninguna broma?

-¿Acaso me ves la nariz roja de un payaso para que pienses que bromeo? – pregunta sonriendo de lado, se a lo que refirió cuando dijo eso - ¿te gusta Thomas?

No sabía que responderle y no entendía porque me lo decía, sin duda fue porque vio mis mejillas sonrojadas, este se empieza a reír, es ahí cuando Thomas aparece sentándose a mi lado, ahora entiendo sus sonrisas tiernas y al sentarse a mi lado.

-¿Me perdí de algo? – pregunta cuando se acomoda a mi lado, niego sonriendo evitando su mirada, veo a Chase quien se ha quedado dormido, lo levanto con cuidado para ponerlo bien en mi regazo ya que se me estaba durmiendo mi mano - ¿Miranda necesito tu número de teléfono?

Lo volteo a ver frunciendo el ceño, al no entender la razón por la cual lo necesita, luego entiendo que obviamente como secretaria de ellos dos, necesitan tenerme en sus contactos por cualquier emergencia, ¡Carajo! No tengo y no podré dárselo.

-Ehh… no tengo – respondo con sinceridad, los me enarcan la ceja confundidos – no tengo teléfono, estoy ahorrando para comprarme uno.

-¿Ni siquiera uno de botón tienes? – pregunta Evan esperando una respuesta  mía.

-No – respondo negando con la cabeza, Thomas asiente serio para luego mirar a su hermano.

-Aquí están lo ordenado – dice Karla cuando se acerca y coloca los tres platos en la mesa, se ve un poco de malicia en ella con mi segundo jefe pero me da risa al ver que ni siquiera la voltea ver – buen provecho.




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