MIRANDA
No dejo de mirar la pantalla de mi nuevo celular donde se ve mi rostro, suspiro contenta de que al fin tengo uno de calidad, después de bastante tiempo, lo mejor de todo es que es rosado de atrás, es muy bello, no podía creerlo, no había nombre en la tarjeta pero obviamente es Thomas quien me lo ha dado, muy pronto le iré a dar gracias por su regalo que me ha cautivado.
Sin duda es una buena persona, me dedico a escribir la lista de cosas que necesito para ir a la tienda e ir a comprar, el señor Thomas no ha salido de su oficina, quizás debe estar ocupado.
Pasaron las horas con rapidez haciéndose las doce, era momento de ir a comer y pensaba que Thomas vendría a pedirme que fuera con él pero parece que está bien ocupado, así que me levanto del asiento para empujar el cochecito de Chase, ya que está despierto saco de la pañalera un peluche de un oso, se lo entrego y Chase empieza a tocarlo con nervios, sonrió mirándolo, lo llevo hacia el elevador.
Extraño a Alejandra, aunque me ha hecho pasar muchas cosas, ha sido una buena chica e incluso creo que me agrada tanto para decir que es una amiga, nunca había tenido una desde que salimos de la preparatoria, después la única que tenía era Melida que le alocaron la mente e hizo cosas extrañas, recuerdo los últimos días que se quedó conmigo.
FLASH BACK
Melida abre la puerta de la casa mientras yo mantengo a mi bebé en brazos, ella pasa como si todo estuviera bien, en seguida le diré que se vaya no la quiero ver, suficiente que la he aguantado por nueve meses, ahora quiero se retire.
-Ya resolvimos todo con el abogado – digo cuando me voy a mi cuarto y dejo a Chase en la cama, yo fui quien decidí el nombre, de repente Melida aparece – te tienes que ir.
-Solo quiero agradecerte…
-No tienes porque – le digo en seguida interrumpiéndola, la volteo a ver cruzándome de brazos – no lo hice por ti, lo hago por el inocente que te querías deshacer fácilmente de él.
-Miranda lo siento yo…
-Solo quiero estar segura de algo – digo de nuevo interrumpiéndola cuando me acerco – que empaques tus cosas y que te vayas.
-Yo… lo siento… - dice cuándo empieza a llorar – me iré en seguida y cuídate… - dice cuando se da media vuelta y se encamina afuera del cuarto, ni siquiera se despide del humano que ella mantuvo en su vientre.
No logro comprender como se puedo hacer tan mala, pensaba que en esos nueves meses en los que tuviera a Chase adentro de su vientre se enamoraría del bebé tan hermoso pero no, ella hasta me insistía que ya fuera el momento de dar la luz como si yo fuera Dios para decidir cuándo.
Trato de mantener la calma y mientras espero que ella arregle sus maletas veo a Chase quien está en la cama, me acerco y empiezo acariciar todo de su carita, la naricita y sus mejillas que están rosaditas.
¿Cómo un ser humano no quera tan hermosa criatura?
Melida.
Y podríamos decir que mi tía ya que ella desde que se enteró que su sobrina estaba embarazada dijo que no quería saber de nosotras dos, pero al fin al cabo creo que la molestare para que me ayude con Chase.
Dejo a Chase ahí para ir a ver si ya se va Melida, para mi sorpresa si, está ya con su maleta, la miro con seriedad y me cruzo de brazos aparentando nada de dolor porque se ira.
-Terminare mis estudios – dice como si se lo he preguntado pero es para darme envidia, sin embargo no lo hace porque me quedo con algo mejor.
-No me importa lo que hagas – le contesto sincera cuando me acerco a la puerta y se la abro – solo vete de aquí y no regreses.
Ella suspira frustrada y pasa a mi lado con el ceño fruncido, cierro la puerta al estar ella afuera, me dejo caer recostada en la pared mientras pienso como le hare, aún tengo el dinero necesario para comprarle todo a Chase pero antes que nada debo hacer lo primero que pensé, me levanto con rapidez de ahí para ir al cuarto donde está el tamalito de mi hijo, si es mi hijo ahora.
Estaba difícil hacer todos los papeles para hacer ver que era hijo mío a pesar de ser del vientre de mi hermana gemela, ya que el abogado requería de que firmara el papá para que este estuviera de acuerdo con el arreglo, pero mi hermosa hermana – es puro sarcasmo – comento que el padre no sabía quién era, lo único que recordaba era que era mayor que ella por diez años.
Ese día me decepcione tanto por lo mismo de saber que mi hermana se metía con mayores, era demasiado para ser verdad, trate de tomar las cosas bien y a pesar de todo el abogado tomo el caso con solo saber que Melida era quien aceptaría el trato, sin embargo me sentía mal por lo mismo que ella nunca me quiso revelar sobre la identidad del padre, le tuvo más confianza al abogado que a mí.
-Ahora Chase empaquemos – le digo cuando lo agarro entre mis brazos y le doy un beso en su mejilla – vayamos a nuestra ciudad natal.
FIN DEL FLASH BACK
Cuando llego al chalet, veo a lo lejos a Alejandra, me acerco a ella aunque me siento incomoda que todos desde que llegue me ven tan admirados.
Como si nunca hubiesen visto a una chica con un bebé.
¡Obviamente no en un empresa!
Pero bueno siempre le hayo el lado positivo, soy la atención del momento y eso es raro, en la escuela era un nerd, me acerco a donde se encuentra Alejandra.
-Hola – le digo cuando me siento a su lado, ella me sonríe satisfactoriamente - ¿Cómo estás?
-Bien – dice sonriéndome con dulzura – eres la estrella del momento – dice y se a lo que se refiere, asiento poniendo los ojos en blanco – y más por estos días que has estado yendo a comer con los hermanos Hank.