Se necesita un Padre

Capitulo 12

 

EVAN

                                                                                        

 

Al terminar de trabajar, vinimos a la casa a lo mismo de siempre, no tenía hambre así que solo me fui a quitar la ropa para ponerme mi short e irme a lanzar a la piscina, nadar me ayudaba a quitar malos recuerdos, ya que saber que puedo nadar con facilidad me hace mantener la calma, levanto la cabeza cuando me falta el aire sin dejar de patalear, sigo así sin perder el control y el impulso, es difícil cansarme de hacerlo.

Cuando ya he dado más de veinte vueltas me relajo y dejo de nadar para luego solo dejar que mi cuerpo flote, suspiro mirando el cielo oscuro, las estrellas brillan y la luna está a la mitad, me gusta estar de esta manera y ver lo hermoso que es el cielo, cada recuerdo que tenía desaparecen para darme cuenta que debo dejar de un lado mi vida pasada y seguir adelante, son dos años de tormento que me asfixiaron y todo por culpa de mi padre, aun así no le tengo rencor.

Solo quiero dejar el pasado y crear una nueva expectativa de mi familia, de mi hermana no puedo decir nada, es la mejor sin embargo nos gusta molestarnos, Thomas es un buen hermano pero al veces cambia por querer ser supuestamente bueno, solo espero que ya no me moleste con ese trato, aunque ganas tenia de decirle a Miranda que yo era el que le dio el celular pero ahorita es muy importante mi privacidad.

-¡Ay no mi hermano se ahogó! – exclama Ana desde el extremo de la alberca, me pongo recto nadando para no ahogarme.

-Estoy bien – le respondo en seguida cuando enarco una ceja, ella pone los ojos en blanco.

-Ya lo sé tonto – dice sacándome la lengua - ¿no quieres comer de verdad?

-No, porque no vaya a ser que me mates con tu comida – la molesta y ella solo me fulmina con la mirada, se acerca sentándose en la orilla dejando sus pies guindados mojándoselas con el agua.

-A veces eres un tonto, ¿sabías? – pregunta cuando me siento al lado de ella, tiene una sonrisa burlona pero esta se le quitara cuando le responda.

-Si bastante… ¿y sabes lo peor? – Le pregunto ahora a ella quien se encoge de hombros – que es genética y también la tienes tú – le responde y me empiezo a reír.

-Loco – exclama cuando me empuja haciendo que caiga de nuevo al agua, ella ríe también como cerdo y es ahí cuando me acerco debajo del agua y le jalo un pie para que caiga también al agua - ¡No!

-Conmigo no vas a ganar – le digo cuando ella se pasa las manos en su cara llena de agua, estamos en la parte menos honda de la piscina donde el agua llega a nuestros pechos, pero a Ana queda cerca de su cuello por ser pequeña, gruñe y yo no puedo evitar reírme a carcajada.

-Alguna vez tendrás que perder – exclama cuando me salpica agua y la imito, no negare que estos momentos la paso feliz porque casi no lo hacemos, dejamos de hacerlo cuando ya no aguantamos – que divertido.

-Si – respondo sonriendo, de repente pensando que algunas veces es cuando hacemos estos tipos de juegos es cuando ella quiere algo, frunce el ceño y me cruzo de brazos observándola - ¿Qué quieres Ana?

Pregunto con observándola cuando para de reírse y me mira con ojos brillosos, la conozco perfectamente cuando hace esa carita.

-Es que veras… la computadora se la preste a Leslie – responde un poco nerviosa – y ella me la regreso con virus y no sé cómo arreglarla, entonces quería que me dieras dinero para comprarme una nueva.

-Oye… que yo recuerde Thomas te compro una hace dos semanas – digo pensándolo bien - ¿Por qué no cuidas bien tus cosas?

-Fue sin querer – dice como excusa – la verdad es que ella no sabía que esa aplicación tenia virus.

-Pues no lo sé – le digo cuando salgo de la piscina y agarro la toalla que está cerca y se la doy a Ana que va saliendo de la piscina – debemos comunicarle eso a Thomas.

-No por favor Evan – dice cuando se cubre con la toalla que le di, me encamino adentro de la casa donde subo las gradas e ir directo a mi cuarto donde me doy una ducha rápido, la verdad que eso no me gusta, es que solo me quieren para algo que desean, Thomas ahora evitara meterse en mi vida con el trato de que no le diga a Miranda sobre el celular y Ana con su buena empatía para luego solo saber que era porque quería algo.

¿No sé si tomarlo como bueno o malo?

No soy de esas personas que me gusta mentir.

Termino de ducharme para luego colocarme un pantalón de color azul y junto a una camisa blanca, cuando ya estoy listo salgo de mi habitación encontrándome con Ana quien esperaba, niego varias veces intentando calmar mi enojo.

-Entonces me darás dinero – dice con una sonrisa de lado – por favor necesito comprarme uno para hacer la tarea.

-Primero quiero ver si puedo arreglar tu computadora – le digo cuando paso a su lado directo a su habitación, al abrir ahí está la computadora en la cama, lo agarro.

-¿Crees que funcione con tu mente de promedio ocho – dice molestándome, ruedo los ojos sin importancia cuando veo que tiene razón, no deja que toque ninguna aplicación, suspiro frustrado e curiosear para encontrarle algo, cuando iba a la universidad estudiaba por la carrera Hardware computacional, solo espero que no se me haya olvidado nada.

– no creo que sea tan difícil.

 

 

 

**********************

 

 

Son las tres de la madrugada y al fin he terminado de reparar la computadora de mi hermana, ella está dormida y roncando, mientras que yo me siento agotado, apago la computadora y paso mis manos en mi cara sintiendo el pesar de mis parpados.

Sin embargo me siento bien al saber que repare la computadora, no pensé que lo lograra hacer pero al final lo hice, salgo de la habitación decidido a dormir algo, cuando me encuentro en la habitación me quito la camisa y me acuesto en la cama dejando caer el peso sobre él.




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