Se necesita un Padre

Capitulo 14

 

 

MIRANDA

                                                                                        

 

Han pasado dos días en los cuales he alejado un poco mis sentimientos ante Thomas, jamás pensé que me engañaría, saber que piensa que con un simple teléfono me va hacer que mi corazón lo elija cuando yo ya lo tenía, lo quería demasiado – aun lo sigo queriendo – pero con esto me ha bajado todas las expectativas que pensé de él, sin embargo el celular no comprueba lo tan bueno que es porque hasta Evan declaro que solo me lo dio porque como secretaria necesito uno para alguna emergencia, en el cual no vi que mentía.

 

Eso no significa que no lo perdonare, si pero necesito tiempo y creo que esto ha sido suficiente donde se le ha mirado las ganas de hablarme y no negare que yo también, siempre cuando le voy a entregar algo el intenta sacar una conversación muy agradable pero yo no lo dejo continuar, me siento mal por ello pero sinceramente mi corazón aún no está listo para aceptar un perdón.

 

Ahora me encuentro en mi escritorio, escribiendo en mi libreta en orden todas las llamadas y dividirlas con los dos jefes, en los cuales las mayorías están apretados con tantas reuniones y firmas que deben reunir para que todas las marcas estén bien registradas, suspiro volteando a ver a Chase quien está agarrando su biberón, de la noche a la mañana ya podía agarrarlo y no tenía que estarlo ayudando a que tomara, ahora él solito lo sostiene con sus manitas, en el cual es un peso pequeño que me quita de encima, aunque amo hacerlo pero con el trabajo no me deja tiempo de nada.

 Sonrió mientras lo miro ya que es mi bebé precioso y me siento la mujer más afortunada, aunque le hace falta el padre pero eso se puede esperar, después de enterarme que Evan fue quien me dio el celular me quede impactada, tanto que pensaba que estaba en una pesadilla. Sin embargo la que se emocionó tanto fue Alejandra que al escuchar ello no paraba de mirarme con malicia diciéndome.

“Dos galanes te tienen en la mira”

Juro que hasta en el tono que me lo decía se me quedo en la cabeza, no podía evitar sonrojarme aunque era mentira, ya que Evan parece más despreciarme aunque últimamente no me ha presionado con muchas copias, solo espero que se den cuenta pronto que yo necesito una impresora aquí como secretaria que soy la necesito.

Termine de ordenar todos los apuntes, cerré la libreta y me relaje en el asiento esperando que la llamada del vicepresidente se hiciera presente, ya que dijo que llamaría para dejar una fecha limitada para un perfume, mientras tanto pensaba en todo lo que ha pasado, necesito ver a mi tía, la extraño aunque sea muy mala, solo espero que se dé cuenta de los momentos muy hermosos que se pierde con su sobrino nieto, estaba pensando en mentirle diciéndole que iría a una cita – pero luego pensé que no porque sería malo porque por esa razón es por la que no quiero ver a Thomas – así que sería un mal ejemplo de mi parte.

En ese momento volteo a ver a Chase que suelta la leche cayendo a un lado del cochecito, se me queda mirando mientras que yo también sin ningún gesto, los dos no nos dejamos de ver hasta que en seguida desvía la mirada, escucho como hace un sonido con su boquita, pero me doy cuenta que es hipo el que le ha dado.

 

Me quedo sentada viéndolo hasta que de repente suena mi celular, lo enciendo dándome cuenta que es Alejandra, estamos de hora de trabajo y ella se dedica mandarme mensajes, solo espero que no sea molestándome porque seré bromista también.

¿Cómo vas con tus jefes? – pregunta en un mensaje, suspiro frustrada poniendo mis ojos en blanco al saber que no hay otra conversación que podamos destacar de otro tema.

-No y ni quiero – respondo con un emoji que sin duda ella se pondrá a reír, sonrío sin pensarlo al recordar que buenos momentos pasamos Alejandra, un día la quiero invitar a mi humilde casa para que tomemos café juntas, espero que sea pronto.

También para contarle la verdad de todo ya que ella me ha demostrado ser una gran amiga – aunque con sus bromas no mucho – pero la verdad es la primera vez que ponga mucha confianza en una amiga, ella a ninguna chica de la empresa le ha comentado del celular y es algo bueno saberlo porque no quiero que me maten.

En ese momento escucho un ruido que me asusta, volteo a ver a Chase y vomita la leche que tomo, en seguida me levanto un poco preocupada pero sé que los bebés tienen ese detalle de vomitar.

-No, no, no – digo suplicante al ver que ensucio su ropita y el coche, lo agarro entre mis manos para quitarlo de ahí antes que se ensucie más de lo que ya está - ¿Qué paso mi Chase? – le pregunto cuando veo como aturra su rostro dando a conocer que ya va a llorar.

Y como ya muy experta que soy, si empieza a llorar, sin duda le debe de doler su garganta por vomitar y más el sabor que le queda uno después de vomitar es horrible, agarro la pañalera colocándolo encima del escritorio para sacar un trapo, con ella limpio su carita con cuidado quitándole la leche y sus lagrimitas.

-Ya, ya mi Chase no llore – le digo cuando lo abrazo, mientras lo tengo así, busco una cobijita, me cuesta tenerlo de esta manera con una mano pero ordeno todo lo que está en el escritorio para colocar luego la cobija encima de ella, tendré que cambiarlo aquí por lo mismo que recibiré una llamada importante y si la recibo cuando este en el baño, será un problema.

Agarro a Chase con cuidado para colocarlo en el escritorio donde está la cobija que le puse, en seguida intento ponerlo ahí pero me parece que lo lastimare así que intento solo sentarlo y hacer el procedimiento, en el cual es de quitarle la ropita, primero le quito la camisita aprovechando para quitarle las lágrimas que le habían quedado, luego de quitarle todo se me viene un olorcito que es común para mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.