Se necesita un Padre

Capitulo 19

 

                                                                                  

EVAN

                                                                                        

 

Cuando llego a la casa lo primero que veo es la cantidad de personas que están en la fiesta, la música suena demasiado fuerte y no me gusta, sin embargo lo dejo pasar porque hoy es el cumpleaños de la pulga y merece una buena fiesta, cuando volteo a todos lados me encuentro con los ojos de Miranda que esta vestida muy hermosa – no lo niego – pues esa chica quizás quería brillar en esta fiesta.

Actuó de lo más normal, cuando veo que al lado de ella se encuentra mi hermana, que al verla levanto la mano haciéndole un gesto de saludo, pues está cumpliendo años, pero mi idea era ir allá donde ella, pero ahorita no se podrá porque si iba, tendría que hablar con Miranda y la verdad eso no me conviene en estos momentos.

-Hola Evan – dice Perla al verme, se acerca con una sonrisa de lado cuando se acerca a mi oído – ven queremos enseñarte algo – dice en un susurro, dejo que me agarre la mano y me indique a donde, ya que lo primero que quería es alejarme para no ver a Miranda, es ahí cuando me alejo hasta donde me lleve Perla, quien es mi amiga de la Universidad en el cual tampoco la termino.

Es una buena chica y solo ella me comprende, sin embargo ella es casi mi confidente en todo lo que he vivido.

-Mira esto – dice cuando esta con Klaus el novio de ella, quien enseña en su celular una moto de color rojo que tiene manchas de fuego - ¿esta original verdad?

-Si – respondo asombrado viendo la motocicleta, que está muy genial - ¿Cuánto vale esta?                                                                                                               

-Según dicen que es original y única, los dueños no la piensan vender – responde en seguida desanimándome por completo – pero la tuya esta original Evan, solo trata de arreglos.

-Pero si los hago te aseguro que no querrán – respondo y ellos ya saben a lo que me refiero, los dos asientes con el ceño fruncido.

-Evan deja pensar en ellos y haz tu vida como la quieres, no debes sentir presión – dice Perla animándome, sin embargo nunca hare ello porque si eso es lo que sucede ya no veré a mi madre y mi hermana – en nuestra casa quedas invitado.

-Gracias pero no – respondo riéndome, ellos se hacen los ofendidos – estaré bien aquí y sin embargo tengo muchos planes para el futuro.

-Ok pero espero que sean de los que tú quieres no de los que otros quieran – dice Klaus entendiendo a lo que se refiere.

-De eso no se preocupen – digo cuando me doy la vuelta para dirigirme a la mesa donde están las bebidas, en ese momento agarro un vaso con fresco, llevándomelo a lo boca para tomar, cuando doy mi vista al frente veo a un chica muy hermosa en el cual es Miranda pero esta de espalda observando a donde las personas están bailando.

Mientras la observaba en seguida doy la vuelta colocándome de espalda para que no me viesen las amigas de Ana quienes se acercan poniéndose en frente de Miranda, ellas empiezan a hablar escuchando todo de inmediato sin dejar de tomar, sin embargo en ese momento casi rompo el vaso al escuchar que la están ofendiéndo y hablando de Chase en el cual eso me enoja más y ella solo se queda callada, dándome las ganas de ir y defenderla pero algo me detiene.

Es cuando Miranda amenaza de que no vuelvan a decir algo de su hijo, porque les ira mal, en ese momento volteo un poco dándome cuenta que las cuatro se retiran dejando a Miranda sola, sin embargo escucho un sollozo que proviene de ella, en ese momento Miranda se retira de donde estaba, dándome cuenta que sin duda iba a un lugar solo para desahogarse, así que con rapidez dejo el vaso en la mesa y corro hacia afuera de la casa, donde se encuentra el patio y esta la alberca, me acerco con rapidez a uno de los asientos poniéndolo de espalda para que ella no viera, es ahí cuando me siento.

Miranda aparece enojada, tanto que lanza su zapato al otro extremo de la piscina, en seguida actuó en ese momento, cuando la veo me doy cuenta que le afecto demasiado lo que le dijeron y no dejo de provocarme en mi un enojo, en el cual lo único que podía hacer en ese momento era ayudarla, así que fui por su zapato y me ofrecí a ponérselo en su pie, me levanto al terminar de ponérselo y al tenerla cerca, mirando como sus lágrimas caían, me dio la necesidad de acariciar su mejilla y quitarle las lágrimas, cuando le decia algo que siempre me ha funcionado.

Unas palabras que me las repitió una persona especial que la estoy dejando en el olvido porque debo seguir adelante, ella me mira con mucha atención por cada palabra que le dije, por eso me aleje porque temía que alguien me viese tan cerca de ella cuando lo tengo sumamente prohibido, me doy cuenta que no debo dejar que esto se pase.

Asi que sin decirle nada me alejo de ella, paso a su lado para luego entrar a la casa, donde la volteo a ver, dándome cuenta que no se ha movido de su lugar, me encamino al interior de la casa donde la música suena muy fuerte aun, paso al lado de todos hasta encontrar a mi hermana junto a las chicas.

-¡Evan! – exclama Ana muy feliz, debe de estarlo por ser su cumpleaños - ¿y mi regalo?

-Ahorita no Ana – digo de forma seria cuando solo observo a las cuatro chicas - ¿ustedes son las chicas perfecta?

-¿Perdón? – pregunta una de ellas enarcando la ceja, las cuatro me miran confusas - ¿de qué hablas Evan?

-Si… ¿de qué hablas? – pregunta Ana sin entender nada, me cruzo de brazos observándolas con atención.

-En primer lugar las ridículas son ustedes por meterse con una mujer que tiene más modales que ustedes – digo sonriendo de lado, las cuatro se dan cuenta de lo que hablo y se asustan – Miranda es más mujer que ustedes, en el cual nunca entenderán porque no están a su nivel, ya que ese nivel solo las consiguen las que no andan de criticonas y no se meten a la vida de otros para alimentarse como parásitos.




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