Capitulo 20

MIRANDA

Mi celular suena indicándome que es hora de levantarme y hacer mi oficio, es fin de semana, día de descanso en el cual no es del todo descanso, debo ponerme al día con el oficio, lavar la ropa de Chase y la mía, sin embargo no me quejo porque es una manera buena de pensar en otras cosas que no sean lo que paso en la fiesta, hace dos días.

Suspiro aburrida, moviéndome para quitar la música del celular, cuando este ya lo he quitado me volteo para ponerme boca arriba mirando el techo, levanto un pie hacia arriba estirándolo, después de hacer eso lo hago con el otro haciendo el procedimiento.

No entiendo porque carajos lo hago si nunca lo he hecho, pero bueno, es muy bueno estar experimentando cosas nuevas.

Cuando al fin me siento con ganas de levantarme – bueno no del todo – pero debo hacerlo antes de que Chase se despierte, me pongo mis pantuflas levantándome de la cama, agarro una coleta que tengo en mi gaveta y me amarro el cabello para mientras, me dirijo al baño y me dedico a hacer mis necesidades, para luego lavarme lo que sería las manos y mi cara, luego empezar a cepillarme.

Cuando termino, me encamino afuera del baño y busco en mi armario una ropa decente, para luego colocármela, lo que siempre me acostumbro a usar es una camisa de mangas cortas y un pantalón un poco holgado para poder hacer bien los movimientos.

En ese momento mientras me terminaba de cambiar, escucho a Chase queriendo hablar – que obviamente solo tararea – llego en seguida a su cuarto encontrándomelo a mi bebé hermoso mordiéndose sus manitas y moviendo sus piernitas.

-¿Ya despertó mi príncipe? – le pregunto con voz diferente queriendo imitar a los bebes, lo levanto para cargarlo, con una mantita que está en su cuna limpio su babita - ¿mi Chase quiere un baño?

Solo me observa sin dejar de hablar cosas que ni entiendo, sin embargo me agrada escucharlo, agarro todo lo que necesitara para su baño y me voy a la cocina a poner el agua caliente y bañar a mi príncipe.

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Termine de comer para luego empezar a ser oficio, empecé primero con barrer mi piso, porque estaba más polvoso que la casa de un ratón, a Chase lo coloque en su cochecito cerca de la cocina, estaba aprendiendo ya a ponerme recto, aunque le costaba ya estaba intentándolo, por eso le puse una almohada atrás para que pudiera jugar con sus peluches mientras hacía oficio, luego de barrer, me puse a trapear.

En ese momento pensaba en muchas cosas en el cual intentaba hacerlo porque en lo único que pensaba era en Evan, el recuerdo de la fiesta me dejo cautivada, porque nunca pensé que fuera tan bueno, sus palabras se han quedado en mi cabeza y algo en mi me dice que esas palabras tienen una gran significado para él.

Parece una persona un poco fría pero tiene un corazón sensible, sin embargo sé que algo le ha pasado, imaginándome que esas palabras tienen mucho que decir.

Dejo de pensar en ello ya que es como si me preocupara por él, eso definitivamente no es bueno ya que él ni siquiera pierde su tiempo al hacerlo conmigo.

Luego de terminar de trapear, me encamino al cuarto donde busco ropa sucia para ponerlas en la canasta, cuando agarro todo lo sucio, me encamino a la lavadora pero antes paso en la cocina donde Chase ya se ha quedado dormido, en seguida dejo la canasta de ropa arriba de la encimera, para luego agarrar a Chase, no se despierta mientras me lo llevo a su cuarto, donde lo vuelvo a colocar en su cuna, veo como respira muy pacíficamente, luego de dejarlo ahí me voy otra vez donde deje la canasta y empezar a lavar la ropa.

Está en seguida se lava, mientras que yo espero que se lave me dejo caer en descanso para mirar la televisión.

Cuando espero bastante al fin esta se ha lavado, la pongo de nuevo en la canasta y llego a la cocina, donde me voy a la gaveta a sacar la dos cuerdas, me subo a una silla para amarrar la cuerda en un perchero y estirarla para amarrarla en otro, es así como guindo la ropa después para que se logre secar más rápido por lo húmeda que se encuentra.

Cuando termino mi trabajo, me encamino al cuarto para acostarme un rato para que el cuerpo se me descaliente por el esfuerzo que he hecho y luego irme a bañar. Cuando al fin me siento mejor, me encamino a bañarme esperando que Chase por nada en el mundo se queje, disfruto del agua que me relaja y pienso en Thomas, no lo culpo de aquella noche porque me imaginaba que como él se encargaba de la fiesta, estaría ocupado con los invitados, pero al saber que las chicas me ofendieron me fue a consolar, en el cual fue algo que me animo demasiado, lo mejor de todo es que estaba a punto de besarme pero esto no ocurrió, porque mi tía interrumpió sin embargo algo en mi me decía que aún no era el momento.

Termino de ducharme y me empiezo a vestirme, al fin me siento libre.

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Ya son las seis de la noche y me encuentro en la cama jugando con Chase, me encuentro acostada mirando al techo pero ahora es diferente porque tengo a Chase arriba sosteniéndolo bien para que no se caiga, lo levanto y luego lo bajo despacio haciéndole mimos mientras mi hijo se ríe a carcajadas.

“Solo espero que no me vomite”

-¿Dónde está mi bebé? – le pregunto haciéndole mimos sin parar, me encanta verlo sonreír, sin embargo creo que yo soy la que me rio más cuando por reírse cae su baba en mi mejilla derecha, Chase se ríe mas al ver mi cara – le gusta tirarme babita – le digo cuando me pongo bien sentada en la cama y con una toallita le limpio su boquita, para luego quitarme la que tengo en la mejilla.