Capítulo 4: Sinfonía

El detective estaba seguro que después de las declaraciones de la Madre Mary Eunice, el principal sospechoso es don Alejandro pues él haría lo que fuera por mantener su prestigio, pero aún no quedaba claro porque habría asesinado a Charles.

Cuando el agente estaba de regreso a la Mansión Monroy, se llevó una sorpresa pues su sospechoso, estaba enfermo y tuvo una recaída que lo había dejado en reposo, al menos esas fueron las indicaciones del médico familiar.

-Por un momento olvidé que don Alejandro ya está muy grande como para cometer un asesinato, además de que anda en silla de ruedas- se dijo a si mismo

Así que las sospechas se volvieron confusas, pues años atrás don Alejandro si sería el principal culpable de algo, pero con todo lo descubierto era probable que se encontrase con otro secreto que diera con la verdad.

El detective aún tenía evidencias para seguir interrogando a la familia Monroy uno por uno, y aunque el siguiente miembro estaba indispuesto, siempre habría a alguien a quien interrogar, y justo cuando se dirigía a Manuel Monroy, Melody González, la esposa de Gerardo se interpuso en su camino y chocaron.

Jair levantó la mirada y se ofuscó al verla pues su aspecto era el de una enfermera, y no recordaba haberla visto así, es más ni siquiera se la había topado antes, cuando todos los miembros se reunieron, ni en el funeral de Charles.

-Discúlpeme, pero ¿Quién es usted? -

-Soy la esposa de Gerardo Monroy, señor Marrufo, me asombra que no me conozca, usted sabe lo prestigiada que es esta familia -

-Le ofrezco otra disculpa, pero es que no lo había visto, y mucho menos sabía que es enfermera, pero ahora ya se. -

-Lo que pasa es que me dedico a muchas cosas, si algo me caracteriza es que también tengo muchas habilidades, como la danza, pintura, música, deportes, cocina, también soy actriz, maestra, y sí también enfermera, yo me encargo de los cuidados de mi suegro-

-Suena algo exagerado, señora Melody-

-Pues no es ninguna exageración, soy muy buena en todo lo que me propongo hacer, después de todo soy una Monroy, y señor Marrufo soy Madame Melody para usted -

-Si claro, como diga, Madame - expresó el detective en tono de disgusto

-Bueno, así está mejor-

-Porque mejor no me acompaña a la sala de interrogación, Madame Melody -

-¿Esta insinuando que soy una sospechosa? -

-No, no lo estoy insinuando, lo es y todos aquí lo son todos hasta que sepa que es lo que oculta esta familia, porque mataron a Charles, y porque Lucía ahora está desaparecida -

-Bueno pero no estoy lista para declarar, tengo que cuidar a mi suegro –

-No le llevará mucho tiempo Madame y si se niega a ir ahora, tendré que arrestarla –

-no por favor, se lo suplico-

-Veamos por alguna razón no tengo evidencias que la culpen de algo, pero sé que tendrá algo útil que decir, para que podamos encontrar al asesino de Charles

-Ve, no tiene caso, lo que yo exprese será inútil -

-Yo sé que todos aquí tienen algo interesante que decir, después de todo son la tan prestigiada familia, como dice usted, que tiene tantas cualidades –

-Bueno en eso tiene razón, pero no sé por dónde empezar - 

-Oh se lo haré más sencillo, dígame Madame, ¿Cuál era su relación con Charles? - 

-Pues no lo conocía muy bien, pero él me prometió guardarme un secreto de amor...

-disculpe que la interrumpa, pero ¿también estaba enamorada de Charles? -

-¿Cómo que también? ¿Quién estaba enamorada de Charles? –

-no, nadie, es decir si con secreto de amor se refiere a que usted y Charles tenían algo -  

-Ah, no claro que no, yo hablo de mi esposo, es que él no me quería, pero le hice ver que yo era el amor de su vida-

-¡interesante! Prosiga Madame

Pues como sabrá, mí esposo es un músico muy famoso, violinista para ser exactos, yo lo vi por primera vez en uno de sus conciertos al lado de la orquesta, magnificas sinfonías emanaban de su violín, y desde luego de su talento, me enamoré al escucharlo, comencé a seguirlo pero no era la única, pues otras chicas también estaban de tras de él...

Pero estaba segura de que no importaba si alguien quería quitármelo, haría lo que fuera por quedarme con Gerardo...

-¿Lo que fuera? ¿Eso incluiría a matar a su competencia? – Cuestionó Jair