Secretos de una conejita

Capítulo 2: Verte otra vez

Capítulo 2: Verte otra vez

 

 

¿Como se le dice a un amor prohibido o crush de toda la vida?

¿Fantasía?

Bueno, Angel se había convertido en una fantasía para mí, ¿pero lo más raro?

Yo.

Cuando a mi me gustaba una persona me volvía antipática, poco social y actuaba como si odiara a la otra persona cuando en realidad me encantaba y gritaba por dentro. Probablemente por eso, durante la boda no hablamos y después de eso a pesar de ser una ciudad pequeña, pocas veces lo veía o me lo cruzaba por el medio, pero, no volvimos a hablar, tal vez, sí a hacer contacto visual de vez en cuando.

Ahí lo consideré mi primer fracaso amoroso y me clasifiqué como una chica que nunca tendría suerte con los chicos porque adapté ese patrón, siempre que me gustaba un chico, me volvía una roca indiferente llena de inseguridades pensando que no iba a ser correspondida, además de que mis “amigas” para ese momento me decían cruelmente que era la fea del grupo.

Sí... las niñas podían ser bastante crueles cuando atrapaban tus inseguridades para encubrir las suyas.

La etapa del instituto fue la más dura para mí, no hablaba, no hacía ruido, apenas existía entre el montón de estudiantes, sin embargo por otro lado la recuerdo también como la más hermosa, porque fue cuando empecé a leer libros tras libros sin parar.

El primer libro real por una autora reconocida que leí fue una adaptación de 50 sombras de grey con Harry Styles en un fanficción de facebook; se llamaba cincuenta sombras de Styles; yo tenía una grave obsesión con One Direction para ese entonces, cuando descubrí que semejante novela era una libro donde contaba una historia interesante y nada aburrida me quedé enamorada con la literatura, siempre he sido un tanto extremista, y empecé a leer tanto que podía leer un libro entero diariamente; no miento, amanecía; leía, iba a la escuela y en cuanto regresaba a casa era directo a leer, (desde mi computadora porque en ese tiempo no tenía teléfono). Ese primer año leí 210 libros, al siguiente año me superé, llegué a leer más de 300, así de compulsiva era.

Aún escribía un poco, pero nada de fanficción, esa etapa la dejé cuando mi mamá empezó a curiosear y leer lo que escribía; en una rabieta rompí y boté todo los cuadernos donde había escrito algunas novelas y en mi computadora le puse clave. Mi primera novela trataba de reyes (la que actualmente estoy editando y subí como “La venganza del rey” la encuentras en mi perfil), nunca la subí a ninguna plataforma.

Mi vida cambió cuando llegué a la universidad, yo tuve que estudiar en otra ciudad a 7 horas de distancia de mi casa; empecé en ingeniería civil, estaba lejos y mi único entretenimiento además de estudiar era escribir porque no tenía Internet como para descargar ilegalmente libros, ni dinero para comprarlos.

Pero esa primera novela que escribí que mencioné era de reyes, surgió en el cumpleaños del hijo de mi prima que mencioné al principio de mi historia, esa que se casó donde conocí a Angel, vamos a ponerle Ana a mi prima para no exponerla.

En ese cumpleaños del hijo de mi prima Ana, me volví a encontrar a Angel, para ese entonces yo ya tenía 18 años, ¡habían pasado 5 años!

Él había crecido, lucía más... musculoso, grande y más guapo si es que eso era posible, además de que se estaba dejando la barba, por si no lo había mencionado antes amo la barba en un hombre es muy sensual.

Esa noche cruzamos miradas y él se acercó para hablarme y preguntarme cómo me iba y qué estaba estudiando, entablamos una conversación tal vez de media hora antes de que la fiesta acabara y fue cuando dijo las palabras que nunca borraría de mi corazón:

—¿Te gustaría salir conmigo?

Aún siendo mayor de edad, nunca desarrollé esa parte en los chicos, siempre me consideré el patito feo por lo tanto, cuando él me dijo eso, no le creí y ¿qué hice?

¡ME REI!

No sé qué pasó conmigo, solo me reí y le dije:

—Que gracioso. —para proseguir a irme de ahí arruinando la oportunidad de mi vida de salir con mi crush.

La verdad no fue hasta ahora que estamos casados que él me dice que esa vez que me propuso salir me lo dijo muy en serio porque yo le gusté ¡LE GUSTÉ Y YA ERAMOS LEGALES!, pero para ese momento pensé que se burlaba de mí.

Yo y mis malditas inseguridades.

Esa noche llegué a casa fantaseando con que era mi príncipe Letwin (nombre inventado); así se llamaba el antiguo protagonista del primer libro; el actual Eros Dunkel. Y escribí esa noche una historia de 120 páginas y 34 mil palabras hablando de lo que me hubiera gustado hacer saliendo con él incluyendo nuestro primer beso, una boda y luego hijos, en el caso de ser una de las protagonistas de mis libros, viviendo a través de las letras lo que no podía vivir en la vida real...

Así acabó aquella noche.

Pero tranquilas, todo se volvió peor 2 años después cuando pedí traslado de carrera a mi ciudad y entonces lo volví a ver cuando empecé a ir a una iglesia donde mi prima Ana iba y Angel también...




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