Secretos Dolorosos

⚡ CAPITULO 8

Kevin se quedó fijo mirando a Lorena, por alguna razón le recordaba a uno de los hermanos Bennett.

—¿Nació antes o después de la desaparición de Rebecca?

—Después, antes —Contestó Eladio calentando sus manos.

—¿Antes o después?  Debes ser sincero ¿Entonces ellos dejaron viva a tu esposa o como pasó? —Kevin estaba algo nervioso; aparte de que era su primer caso también se trataba de una persona que el amo en su niñez.

—Kevin ese es otro tema del que no quiero hablar ahora —Eladio se sentó de golpe pensando, echó un vistazo a Lorena la cual estaba completamente confundida —hagamos el plan, luego me cuentas todo, de todos modos necesito toda la verdad —Eladio afirmó con la cabeza.

—¿Plan? —Lorena arrugó el rostro.

—¡Así lo hacía ella a veces! —Vocero Kevin al mirar el rostro de Lorena.

—¿De que hablas niño? al plan —Interrumpió Eladio.

—Bien Señor Johnson tranquilo.

—Hace mucho que no me llamaban por mi apellido, se siente jodidamente bien —Eladio suspiró.

—Es grato.

—Al plan.

—Bien bien —Kevin sacó el diario de su bolsa, Lorena abrió los ojos al volver a verlo.

—¿Por qué lo tiene él? —Preguntó la chica levantándose de la silla de madera.

—Él es un detective, ayudarás en el caso —Dijo Eladio, la chica se sentó nuevamente en la pequeña silla.

—¿Cuál caso? —Lorena se cruzó de brazos.

—Ahora debes contarnos toda la verdad, a mi porqué soy el detective; tengo que saberlo todo, a ella para que no esté confundida sin saber que hacer cuando esté ejecutando el plan —Eladio respiró profundo, no quería hablar nada pero tendría que hacerlo.

—Bien, como comienzo.

—Desde el principio, omitiendo obviamente la creación —Lorena carcajeo por lo bajo —Seriedad Lorena.

—Sí, Lorena, por que no sé si te caerá bien lo que te diré ahora —La chica se removió incómoda en su asiento—. Rebecca era mi hija, Germania mi esposa, y yo, sólo tuvimos una hija... Cuándo Rebecca tenía 16... Dios, no puedo Kevin —Eladio comenzó a llorar, Lorena pasó a su lado abrazándolo.

—Cálmate, está bien; tómate tu tiempo.

—Debi decírtelo antes, Rebecca es tu madre —Kevin y Lorena habían quedado sorprendidos con aquello, no se esperaban algo así de todo esto, ya en esta parte era diferente ¿ Quien era el padre? Lorena sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento.

—¡¿Que?! —Gritó Lorena al pararse de golpe del asiento.

—La verdad nunca lo pensé, sé que tienen muchas cosas en común pero o sea ella tiene el cabello negro como la noche, los tuyos son rojos —Kevin sintió su estómago revoloteando.

—¿Enserio la querías? ¿Por qué no la sacaste de esa casa?

—Eladio, ella nunca me correspondió, siempre estuvo enamorada de ese... No me digas... ¿Él es su padre?

—No, ella lo amaba pero no lo es.

—Eladio no me hagas pensar mal de tu hija, explícame por favor, siento que voy a vomitar. Si no es él quien es.

—Uno de ellos —Eladio se le hacía difícil mencionar su nombre.

—Supongo que hablan de Melquisedec —Comentó Lorena.

—No, su hermano, Michael, Michael Bennett, el hombre que mató a tu madre, fue el último en llevársela ese día cuando naciste —Soltó Eladio después de haber respirado profundo.

—No nací un cinco de agosto papá.

—El cinco  de agosto no pasó nada contigo tu madre aún te tenía en su vientre, Michael solo se aprovechó de la situación y se llevó a tu madre, después de meses pero ese día sucedió algo muy feo. Sí, Tu abuela fue asesinada por los gemelos delante de mí y delante de todos los criados, es como si ese día sus demonios salieran a flote, luego de matarla a puñalada fueron tras los otros criados que su padre mandaba. A unos cortándoles el cuello, a otros sacándole las tripas, el corazón; y quieyn decidió ver hasta dónde llegaban sus hijos, El señor Bennett, le pidió una demostración.

—Que horror —Comentó Kevin.

—Parece como si me estoy invitando esto, pero es la verdad y quiero que lo agregues al caso para yo testificar cuando deba hacerlo—Eladio respiró profundo para aliviar el dolor en la garganta—. Apenas quedamos los cuatro, Rebecca, el señor Andrés y la señora Beatriz y yo. Michael se llevó a Rebecca, tenía tu embarazo -Señaló a Lorena la cual temblaba nerviosa-. La última vez que la Vi fue el día que naciste. Ese fue el último día, te dejó tirada en la cama toda llena de sangre; luego todo fue Silencio, silencio. Ya no estaba su risa, ya no estaban sus alegres cantos. -Eladio rompió en llanto-. Se la llevó y jamás la trajo, me hizo silencio no quiso decirme que le hizo; después de un tiempo fue cuando decidieron irse de la mansión dejándome con una bebé y las dudas de ¿dónde está Rebecca?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.