⚡ CAPITULO 22

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Lorena no sabía qué hacer, estaban pasando tantas cosas que apenas ella podía analizarlas, en primer lugar eran demasiados encuentros con esos hermanos y en segundo lugar, los secretos que guardaba su abuelo la empezaban a molestar, explotaría en cualquier momento, quería adelantar el paso, que todo se sepa de una buena vez, así que iría hasta donde Malkier para decirle que beatriz es su madre luego le pediría a su padre que la llevara a ver la tumba de su madre para entregarlo a Kevin y se terminará todo esto que la estaba volviendo loca poco a poco.

Salió de la casa con dirección a la habitación de Malkier, quizás el hombre no se encontraría allí o quizás si quién sabe, al pasar por el pasillo y visitar varias habitaciones como era obvio al llegar a la puerta no toco simplemente entro sin más, la habitación estaba alumbrada con focos de luz blanca, de hecho la habitación era con decoración blanca, escuchó algo en el baño. <Debe ser él> pensó o tal vez no era él pero tenía la esperanza de encontrarse con uno de los dos.

Llegó hasta el baño y giró la perilla lentamente hasta abrirla, quizás se encontraría con un hombre desnudo, pero bueno ya ni eso, ya no le interesaba nada, pero eso no fue lo que vio al abrir la puerta, sí estaba el hombre, pero no desnudo, había una chica y está estaba desgollada, su corazón estaba ahí en el suelo; bueno no en el suelo sino dentro de algo donde había hielo y el hombre entretenido sacando los otros órganos que faltaban, tomó el pequeño cuchillos a su lado y lo adentro a sus ojos sacando los mismo cosa que le dio mucho asco a ella y le pareció raro ya que, veía que sacaba los órganos y los guardaba pero los ojos y otras partes lo desechaba.

—te preguntarás para que sacó los ojos si solo necesito los órganos —Comentó de espalda, Lorena dió un salto del susto al escuchar la grave voz hablar.

—No sé —Se sentía tartamuda.

—Para que no siga viendo lo que estoy asiendo con ella, quizás si no lo ve no le dolerá tanto —Dicho esto, arrancó su hígado y riñones y lo puso junto al corazón, abrió el grifo y la sangre corrió por toda la bañera hasta irse por el hoyo. Lavó el corazón y el riñón y los colocó en hielo en un caja de plástico la cual cerró bien.

—¿Para qué es? —Preguntó la chica caminando a su lado.

—Un nene de cinco años necesita el riñón y el corazón es para una pequeña de diez años, ambos están muriendo y están en la lista larga, siempre visito los hospitales antes de hacer esto —El hombre abrió una funda amplia y cuando el cuerpo quedó sin nada de sangre por la tanta agua que le cayó encima lo sacó y lo envolvió, Lorena no sabía como reaccionar a todo esto.

—Entonces matas a una mujer para salvar dos vidas, pero matas a una mujer.

—Sí, sin mencionar que esta mujer no valía la pena, esos dos niños tienen más futuro que ella, era una trepadora, gastaba mi dinero como agua abiendo tanta gente con hambre en este lugar.

—No sé que decirte, matar a una mujer es feminicidio —Él no respondió. Lorena salió del baño junto a él, ella entendía que lo que él hacía no estaba bien, ¿o sí? ¿Matarias a una persona para salvar a dos? Era una pregunta tan difícil de contestar, pero Malkier Bennett ya le tenía una respuesta.