⚡ CAPITULO 26

HOLA FELIZ LECTURA ❤️ 
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Se fueron a la mansión, al entrar vio a Eladio y quería echarse a llorar en su regazo, Eladio supo que algo había pasado, pero se limitó a preguntar.

—Hola, ¿Estaban paseando? —Eladio se acercó a ambos con una sonrisa fingida. Tomó a Lorena de las manos y la sintió a Salvo, pero aún así la curiosidad de preguntarle qué le pasaba lo estaba matando, la sentía tensa y rara.

—Sí —Contestó Michael luego de echarle un vistazo a Lorena—. La mañana está muy bonita, ahora me tengo que ir, tengo que arreglar algunas cosas adiós.

Eladio camino hasta subir las escaleras de la mansión y se fue a la habitación de los criados entrando en la suya.

—Si te hizo algo dímelo ahora.

—No, no me hizo nada, papá, dime qué es eso que tengo que saber sobre Michael, lo quiero saber, ahora.

—De que hablas.

—Dime la verdad que hará que yo no quiera a Michael como un padre.

—¿Segura que quieres saber eso?

—Si, dímelo, por favor porque igual ya no lo quiero, en realidad nunca lo quise—Eladio suspiró sentándose en la cama, pasó su mano por la cabeza.

—Michael no es el hombre bueno que vez ahora, nunca lo fue, está fingiendo

—Lo sé —Ella agachó la cabeza.

—Tu madre nunca se enamoró de él, nunca fue él, tu padre no hubiese Sido él sino...

—Dimelo papá, dímelo yo voy hacer fuerte, soy fuerte lo suficiente para saber otra cosa... No te imaginas lo que vi

Eladio frunció el ceño, pero no preguntó le dio tiempo para que ella acomodará su mente y hablara por si sola así que continuó —No naciste del amor, de hecho fue... la golpeó, la maltrato, la violó —Lorena se extremecio, si antes estaba algo triste por ver su cadáver ahora sentía una inmensa tristeza y empezó llorar, pensó que no le haría nada saber aquello, pero el problema es que, tan solo de saber que fue un momento de sufrimiento su llegada a este mundo le causaba demasiada tristeza, que tan fuerte pudo ser Rebecca que después de ser violada da a luz un bebé producto de ese mal. Debía ser más que fuerte, nadie en este tiempo daría a luz un bebé que se haya producido de esta forma, <Yo no lo querría> pensó ella. Pero aquí estaba viva.

—Ya sé dónde está mi mamá —Balbuceó en medio del llanto—. me dijo que había muerto de parto, pero sé que no es así. Creo saber cómo la mató, de esa misma manera lo quiere hacer conmigo.

Eladio estaba llorando, no podía creer que vería tan solo el cadáver o los huesos de su hija, estaba llorando con nostalgia recordando cada momento que vivió con ella, su risa, su cánticos en la mañana, sus regalos, todo de ella y por fin se despediría para siempre, Lorena se quedó en silencio mirándolo, consolandolo, ella entendía que para él esto era muy doloroso.

—Llévame —Balbuceó Eladio, Lorena afirmó con la cabeza decidida.