En la cornisa de ese edificio, mientras sentía la brisa fría en mi cabello, me preguntaba por qué no podía saltar, sentía las cadenas que me ataban al edificio mientras recordaba todo los momentos duros que había tenido, una lágrima recorre por mis mejillas pensando que no me estaba despidiendo de la mejor manera pero de igual forma, ellos podrían seguir sin su existencia, me imaginaba una historia sin mi existencia, el qué hubiera sido si yo no existiera, si yo no estuviera a punto de... saltar...
3 HORAS DESPUÉS
- Mamá, te están llamando por teléfono, es un número desconocido - dice Nichole desde la cocina.
- Ya contesto, cariño - se acercó a tomar el teléfono con la laptop en su mano, balbuceando que estaba muy ocupada para atender llamadas - ¿Hola? ¿Con quien tengo el gusto de hablar?
- ¿Hablo con Katherine Stone?
- Si, dígame, ¿en qué puedo ayudarla... - deja la laptop en la mesa que tenía cerca
- Lamento informarle que su hija tuvo un accidente... - la señora Stone está asombrada no sabe que responder a lo que escucha - ¿Señora, me escucha? ¿Afirma que Emily Stone es su hija? La han encontrado.... - un pitido se escucha en su oído derecho donde tiene el teléfono - ¿Me escucha?
- Si... - tartamudeando pudo contestar.
- De acuerdo, con mucho pesame, le pido que venga a reconocer el cuerpo de su hija...
- ¿¡Qué!? ¡Mi hija no está muerta! - dijo alterada, mientras tomaba sus cosas, Nichole escuchaba los gritos y llantos desde la cocina, decide asomarse a ver que sucedía un poco asustada mientras su mente divagaba, además de que implicaba a su hermana.
- Señora, lamento informarle esto, pero debe venir a reconocer el cuerpo en el Hospital Eagle Creek Medical Center, le estaremos esperando. Le daremos la información correspondiente.
La llamada se cortó, la señora Stone esta atónita, con el teléfono en la mano llora desconsoladamente, se sienta pensando en que su hija tal vez este muerta pero no lo sabe. Mientras su madre lloraba a gritos, Nichole se acercaba despacio atónita y temblorosa, ya había escuchado la noticia mirando a su madre se dice a si misma "No, no, ella no... ella no sal..."
- ¡No! - dijo con fuerza dejando caer un plato de vidrio al suelo, su madre la mira con lágrimas corriendo por sus mejillas, se levanta de su su asiento para abrazar a su pequeña hija, a la que le quedaba, eso era lo que imaginaba. Le toma la mano y la aleja de los vidrios, la abraza acariciando su espalda.
- Nichole - su hija la mira sollozando mientras toma sus hombros - iré a... reconocer el cuer... po de tu hermana... - no podía controlar su llanto - ¿de acuerdo? Iré a ver si... ella es... espérame aquí, avísale a tu padre.
Nichole llorando la abrazaba muy fuerte una vez más, imaginándose que era su hermana y no quería dejarla ir, más aun el secreto que con ella guardaba. Después que su madre se marchara, Nichole no dejaba de pensar en la acción de su hermana "¿Realmente lo hizo? ¿Por qué?" dando vueltas en la sala tomó el teléfono y marcó a su padre, que mandaba a buzón.
- ¡Rayos! Nunca contesta cuando lo necesitamos. ¿Dónde se habrá metido? - angustiada ella seguía llamando a su padre.
(***)
Su padre, en una habitación de hotel, un poco romántica, se está colocando su camisa, enciende el celular y ve todas las llamadas perdidas de su hija Nichole, tira el celular a la silla al sentir las manos de una mujer guapa, ella le susurra al oído "¿Te tienes que ir tan rápido?" "Si" La chica hace un puchero y se acuesta en la cama llamando su atención, el padre voltea y piensa "Un rato más no caería mal..." sus pensamientos fueron interrumpidos por el celular vibrando.
- ¿Qué quiere esta niña? Estoy ocupado para atender su llamada - la chica se va desvistiendo otra vez y con señas lo invita a la cama - En otra ocasión preciosa, al parecer es urgente.
- Que aburrido eres - se acomoda dejando mostrar sus senos redondos, toma una copa con la que lo llena con vino blanco - Estos rapiditos no me gustan y lo sabes...
- Lo sé, pero me tomaste por sorpresa hoy... - sigue sonando el teléfono y lo toma para contestar - Te recompensaré en otro momento, tengo que contestar.
- Seguro es tu esposa. ¿Cuándo la vas a dejar? - la chica fue ignorada ya que él contesto el teléfono y se estaba marchando.
- Te llamo luego.
- Siempre es lo mismo.
El padre estaba saliendo del hotel en el auto, las palabras que su hija Nichole le había dicho le dolió bastante, no pensó dos veces en salir de ese lugar y encontrarse en el hospital. Los recuerdos de sus pequeñas jugando en el cesped, en especial, Emily...
- ¡Papá! Ven a jugar - esa sonrisa...
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Editado: 10.10.2024