I Viaje sin retorno

Martes 21 de Julio Del 2015

Ciudad de México

-Yo te gusto- continuó ella-, por el motivo que ya te he dicho; he roto tu soledad, te he recogido precisamente ante la puerta del infierno y te he despertado de nuevo. Pero quiero de ti más, mucho más. Quiero hacer que te enamores de mí. No, no me contradigas, déjame hablar. Te gusto mucho, de eso me doy cuenta, y tú me estas agradecido, pero enamorado de mí no lo estás. Yo voy a hacer que lo estés....

El Lobo Estepario - Hermann Hesse

Cierro mi Kindle y lo dejo en la pequeña mesita de luz. De verdad, debo dejar de leer historias cursis. Me quedo tan enganchada, que el tiempo pasa volando y necesito concluir con todos los pendientes el día de hoy. Mi cuarto es un desastre, esto de irse de viaje a otro país ha hecho de mi cabeza un revoltijo; pero soy feliz. Quiero decir, me siento feliz y me merezco esta oportunidad después de todo lo que me ha tocado vivir en tan poco tiempo.

Mi historia es complicada, más bien triste. No te confundas. Tengo una familia maravillosa, un hogar cálido, unos padres que desde que tengo memoria han sacrificado todo por darme lo mejor. Y mi hermano Nico, ese rebelde adolescente que amo más que a nada en el mundo ha hecho de mi vida toda una aventura. A pesar de que Dios me ha bendecido con una preciosa familia, en el amor parece que me saqué todos los números rojos. A decir verdad, es una larga historia que no quiero recordar, que sigue fresca en mi memoria y me aterra de tan solo pensarla. Pero ahora no cavilaremos en eso. Sé que este viaje me hará bien; será lo mejor. Necesito seguir adelante con mi vida, con mis sueños y proyectos.

— ¿Abril? —llama mi hermano.

— ¿Si? —respondo abriendo la puerta.

— ¿Puedo pasar? —se ríe al ver los kilos de ropa regados por el piso—Wow, pero ¿qué es todo este desastre?

—Calla, tonto. Es solo que estoy preparando mis maletas y escojo la mejor ropa para llevarme.

—Sí, ya veo—responde con voz burlona—. Sabes que te extrañaré, ¿verdad? A veces peleamos y no soy muy bueno expresando mis sentimientos, pero siempre querré tu felicidad —dice mientras me da un cálido abrazo.

—Aww, ¡mi pequeño hermano va a extrañarme! —respondo tratando de desatar el nudo en mi garganta—. Pase lo que pase; esté donde esté, recuerda que siempre voy a estar para ti. Te quiero. Nada ni nadie podrá separarnos.

—Pero ¿y la distancia? ¿Los horarios? —pregunta preocupado.

—Nico, te lo acabo de decir. Nada ni nadie podrá separarnos. Tal vez estemos en diferentes continentes, pero oye, me tienes aquí—sonrío señalando su pecho—, en tu corazón. Y bueno ya dejémonos de sentimentalismo. Ayúdame mejor a arreglar mis maletas porque no podré terminar esto sola—digo con lágrimas en los ojos.

—Sí, lo sé —ríe—. Solo espero que este viaje sea lo que estás buscando y que ayude a sanar tu corazón. Quiero que logres cada cosa que te propongas; mereces ser feliz, Abril.

—Pero bueno, para tener diecisiete años eres demasiado maduro—sonrío orgullosa.

—Si. En fin, dejémonos de cursilerías como tú dices y acomodemos todo este desastre.

Miro la linda cara de mi hermano y la tristeza que reflejan sus ojos. No quiero dejarlo; me duele, pero sé que este viaje es lo correcto y él lo comprende. Solo deseo que mi corazón pueda olvidar.